“Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo” Lc 17, 1-6 (TODO PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA)
STATCOUNTER
sábado, 27 de octubre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
CAÍN, ABEL Y SIGMUND FREUD
EL MITO DE CAÍN Y ABEL ENTENDIDO A LA MANERA DE FREUD
La mente humana la
podríamos concebir, siguiendo a Freud quien se servía de mitos griegos para ilustrar sus teorías, como poblada por las siguientes entidades:
DIOS ( El Superyo)
El YO formado por dos fuerzas
antagónicas representadas por Abel y Caín
El PECADO que equivaldría al
Ello.
Caín representa la parte del Yo a merced del inconsciente, incapaz
de regirse por las leyes de Dios, impulsado siempre hacia el Mal hasta el punto
de cometer un crimen o una afrenta o un desprecio al prójimo.
Abel representa la parte del Yo que da la espalda al pecado y que,
por lo tanto, se solidariza con Dios, obedeciendo sus leyes, observando la senda
del Bien.
“ Cada persona es un escenario
donde se representa la misma tragedia: en nuestro interior siempre hay un Caín
(=lo que somos) contrapuesto a un Abel (
=lo que queremos ser). Y entre ambos no suelen faltar altercados, donde se
revive el mito bíblico: nuestro “Cain” asesina a nuestro “Abel”. Eso ocurre
cuantas veces damos la espalda a esa voz divina
-- ¿quién no la ha escuchado más de una vez?-- que nos invita a situarnos más allá de la
soberbia. Sólo rompiendo tal malla nos adentraremos en ese horizonte de
paz donde nuestro “Abel” pueda solazarse
con Dios. No obstante, la experiencia atestigua que de ordinario sacrificamos a
nuestro “Abel” para que campee a gusto nuestro Caín.”
EL CRIMEN DE CAIN
Caín, lleno de rencor porque Dios
se ha complacido en las ofrendas de Abel y no en las suyas, decide cometer un
crimen fratricida, matando a su hermano. Eso, a nivel metafórico, es lo que
pasa en la mente del ser humano: cuando alguien no refleja la imagen de sí mismo
que él quiere, lo “sacrifica”. En dicha mente, el Yo ha sido reducido a uno sólo de sus
componentes, el que se entrega al Ello, el que adora a las pulsiones más
turbias, el que se somete a los dictados del Inconsciente; la otra parte, ha
sido exterminada o reprimida, reducida a la mínima expresión, sojuzgada.
“El hombre jamás suele confesar,
en primera instancia, los motivos de su comportamiento inicuo. Tampoco
acostumbra a justificarse. ¿Qué hace? : escucharse con evasivas ¡Con ellas
pretende acallar la voz de su consciencia. ¿Lo logra? En absoluto¡¡¡"
CAIN EL ERRANTE,
Caín, sin embargo, carece de la
fuerza para vivir de espaldas a Dios. Es tal su desvalimiento que cualquier poder
cósmico podría acabar con él. Ha perdido su puesto dentro de la Creación. ¿Qué
hacer? Recuperarlo¡¡¡ Y mientras no lo consiga? Su destino será vagar errante.
Por ello Caín se convierte en un fugitivo. ¿De quién huye? Nadie le persigue¡¡
Da igual. El motivo de su inseguridad radica en él.
“Por eso maldito serás y
expulsado de la tierra…. Cuando cultives la tierra ya no te dará sus frutos. Y
serás un vagabundo errante por la
tierra”. Génesis 4, 12-13
Caín, tras haber matado a Abel,
se ve precisado a vagar errante, pues nadie le brinda hospitalidad. No en vano el
homicida era ignorado por sus propios allegados. su vida se sumía en la
angustia, al ser la soledad la única acompañante. “
EL HOMBRE y la Muerte Simbólica de SU PRÓJIMO.
“ Y el hombre descubre en cada
uno de sus hermanos o bien un aliado ( Caín) o bien un rival ( Abel). Quizás no
matemos a nuestros rivales atravesándolos con un puñal. Pero, ¿dudamos en
borrarlos de nuestro mundo personal?... “
Cuando alguien abandona a una persona a la cual había estado unido por alguna clase de vínculo hasta entonces, en realidad está perpetrando, de
forma simbólica, una especie de exterminación. Està aniquilando a esa persona para que ya no forme más parte de su
vida. Lo está relegando al recuerdo, como se suele hacer con los seres amados que han fallecido, y a nada más que a eso.
“En la práctica tras cada persona
se oculta un “Caín”. Y es que el ser humano en vez de agradecer lo que posee,
lamenta lo que le falta. Ello se traduce en la envidia que nos impulsa a
matar a ese Abel que todos desearíamos ser. Perpetrado el crimen, quisiéramos
rectificar. Pero es demasiado tarde, pues ya hemos atentado contra el orden de
Dios. “
El acto cainita del ser humano
contra su prójimo revela su incapacidad para el amor, entendido éste a la manera de San
Francisco de Asís, es decir, como un darse al prójimo para mayor gloria de
Dios.
El ser humano narcisista sólo se ama a sí
mismo y a los que adoran o reflejan, sin mejorarla, su propia imagen.
Su corazón, pues, late al son del de
Caín.
,EL ARGENTINO CAÍN, ABEL Y SIGMUND FREUD
Creo haber dado ya con los mecanismos de la personalidad que regulan el comportamiento del argentino. Al menos, no quiero pecar de pretencioso, he encontrado un modelo, que puede ser cierto o falso, pero que en todo caso me permite explicar de forma relativamente convincente pautas actitudinales que hasta hace poco me resultaban de lo más ilógicas.
Hace unos meses definí al argentino como un Hijo de Narciso, incapacitado para la empatía más elemental, obsesionado con reforzar a costa de los demás su propia imagen, con serias deficiencias a la hora de establecer vínculos afectivos y muy proclive a ocultar su inseguridad tras una máscara de persona alegre, algo “alocada”, muy segura de sí misma, con las ideas muy claras, etc.
Sin lugar a dudas, el narcisismo ayuda a explicar muchos aspectos de su personalidad, pero no todos. Sin ir más lejos, no puede explicar por qué el argentino escribió en su Facebook, refiriéndose a mí, aquello del “único ser querido en este mundo”.
En primer lugar, no todo puede ser explicado racionalmente. Siempre existirán lagunas inasequibles al conocimiento humano. Mi humilde objetivo es esbozar los rasgos temperamentales así como los mecanismos que rigen su comportamiento para poder así configurar un personaje literario “mínimamente convincente” con el que poder elaborar una especie de novela acerca de mi convivencia con el argentino.
La teoría psicoanalítica de Freud me sirve para entender comportamientos del argentino que no obedecen aparentemente a ninguna lógica y que lo sitúan más allá de las más elementales normas de civismo.
Freud recurre a tres entidades para explicar el comportamiento humano. El Ello, que es el inconsciente, donde laten las pulsiones más oscuras del individuo, tales como el sexo y la violencia. El Superyo, que de alguna forma representa la consciencia moral, donde están absorbidas las normas que rigen a la sociedad. Y el Yo, que actúa a manera de árbitro entre las dos fuerzas antagónicas que son el Ello y el Superyo, intentando equilibrarlas, lo cual pocas veces consigue. Pues bien, en el caso del argentino su Yo se podría definir como un árbitro parcial, tendencioso, fatalmente sobornado por el Ello, el cual casi siempre consigue llevarlo, por la fuerza, a su territorio. El argentino suele ser una especie de marioneta de su Inconsciente, quien casi siempre mueve, con mayor o menor eficacia, los hilos de su personalidad.
Es evidente que su Superyo le exigía que se despidiera de mí, que me diera las gracias. Su conciencia moral le dictaba un comportamiento que es el universalmente aceptado entre las personas de bien, pero, por el contrario, su Ello le impulsaba a obrar de la forma más incívica posible, siguiendo a rajatabla el principio del placer, que establece como único fin la satisfacción más inmediata de los instintos, evitando cualquier actividad que resulte dolorosa o desagradable, y como para el orgulloso argentino resultaba molesto, incluso irritante, despedirse de mí, pues, obedeciendo a los impulsos más primarios de su Inconscientes, me negó el adiós. Su Yo se limitó a redactar esa nota del “único ser querido en este mundo” para intentar congraciarse algo con su Superyo.
Las “lágrimas de semen” son otro ejemplo clarísimo de quien lleva la batuta, de quien lleva los pantalones, de quien manda y ordena en la mente del argentino.
El “sexo en plena calle” es otro ejemplo clarísimo de quien domina la consciencia del argentino.
La obsesión de no “DAR NADA” revela pulsiones agresivas subyacentes.
Los “juegos de rol” son otro ejemplo de cómo lo oscuro consigue emerger de una forma más o menos aceptada por su Yo.
La facilidad de echar broncas a los demás.
La brusquedad con que trata a los que no le son afines.
Los “juegos de amo esclavo” otro ejemplo.
La “humillación “como forma de obtener placer sexual otro ejemplo y así podríamos seguir indefinidamente para demostrar la sumisión del Yo del argentino a su Ello.
sábado, 20 de octubre de 2012
LOS SODOMITAS DE NAVARRA
En el pueblo navarro de Tudela puede observarse una imagen en la que aparece un demonio que carga con dos hombres desnudos que cuelgan de los pies. Es obvio que su incómoda posición revela que son dos INVERTIDOS, es decir, dos sodomitas que el demonio va a quemar en el fuego eterno. Esta imagen tan perturbadora se encuentra en la Portada de Juicio Final de la Catedral de Tudela. Dicha portada está divida en dos partes, en la mitad derecha se representa el INFIERNO, mientras que en la izquierda, se observa el PARAÍSO.
viernes, 19 de octubre de 2012
UN ARGENTINO : SUS CONTRADICCIONES AMOROSAS Y LOS MECANISMOS DE DEFENSA DE SU YO.
UN ARGENTINO : SUS CONTRADICCIONES AMOROSAS Y LOS MECANISMOS DE DEFENSA DE SU
YO.
4.- NEGACIÓN: La negación puede ser considerada como el mecanismo de defensa más ineficaz, ya que se basa simplemente en negar los hechos que se han producido a base de mentiras que terminan por confundirse y en la mayoría de veces se contradicen las unas con las otras.
El argentino experimentaba en su inconsciente odio o deseos oscuros hacia mí, como tales pulsiones le resultaban intolerables por diversos motivos, entre los cuales hay que destacar el sentimiento de gratitud que sentía hacia mí, o mi manera “espiritual” de ser y de comportarme (ante la cual se sentía un promiscuo muy salido), las sublimó mediante esa anotación que embellece lo que es “ vergonzoso” para su Superyo.
Según el gran filósofo Hegel, y
yo lo suscribo, la contradicción es el verdadero principio de la realidad. Todo
lo real está sometido a una lucha de contrarios que se prolonga indefinidamente
en el tiempo, haciendo posible que las cosas evolucionen y se superen a sí mismas.
Ese proceso dialéctico descrito
por Hegel también se da en las personas. No hay ser humano que no haya percibido como en su interior bullen
fuerzas contrapuestas, que lo arrastran hacia objetivos distintos. Esa lucha de
pulsiones a veces se resuelve por el triunfo, transitorio, de una de las pulsiones sobre las
otras, que a su vez será la base para que se suceda una nueva situación de desequilibrio que vuelva a reiniciar el proceso.
Freud descubrió que gran parte de
esas luchas interiores se daban a un nivel inconsciente, sin que el sujeto se
apercibiese para nada de sus propias contradicciones.
LA FOTO DEL ARGENTINO
EN FACEBOOK
Esa foto en la que el argentino
aparece en una actitud presuntamente cómica, me ha hecho evocar, por una
extraña asociación de ideas ( muestra lo que quiere ocultar, alardea de lo que
en realidad carece, exhibe una falsa "chifladura", una postiza despreocupación, etc.), una anotación que el
argentino escribió en su Facebook, en concreto, la que dice:
“"No te dejo, ni deserto ni te traiciono. Nunca estaras fuera de mis plegarias. Solamente te querre aun mas profundamente, y te estare aun mas agradecido. Estaras siempre en mis pensamientos porque, en este mundo, eres para mi el unico ser querido."
CÓMO DESCUBRÍ DICHA
ANOTACIÓN?
Esa anotación fue escrita el 31
de Julio de 2009, tres días después de que tras proponerle indirectamente un
“final civilizado” a nuestra convivencia, el argentino me enviase un mail en
que afirmaba que mi propuesta le había sentado como “ un balde de agua fría en
pleno invierno” y que le llamara, si tenía algo que decirle.
Como su mail me pareció poco
conciliador, consideré que lo mejor era dejar pasar el tiempo, para que, tras
reflexionar sobre la convivencia que mantenía con él, se me aclarasen las ideas,
ya que por aquel entonces estaba muy confuso.
Pasados cinco días desde que el
argentino me enviara su último mail, consideré que me podría ayudar a tomar la
decisión más acertada echar una hojeada
a su “muro” del Facebook, porque por aquel entonces tenía la posibilidad de
echarle un vistazo. Hoy ya no puedo entrar en su Facebook, pero entonces, y sin
que él lo supiera, podía entrar. Así que aprovechándome de esa ventaja, fui a
su Facebook para inspeccionar si había escrito algo sobre mí o sobre nuestra
convivencia que me pudiera iluminar.
Aparte de la anotación antes
referida, no escribió nada más.
QUIÉN ES EL ÚNICO SER
QUERIDO DE ESA ANOTACIÓN?
Antes de responder, usando la
lógica más elemental, a la pregunta,
será conveniente que aclare algunos aspectos relacionados con la misma.
En primer lugar, hubiera sido
realmente lamentable que en un sitio destinado a exponer su estado de ánimo,
como es el muro del Facebook, el argentino no hubiese escrito nada en
referencia a nuestra convivencia. En mi opinión hubiera resultado muy triste
que el argentino no se hubiera sentido nada afectado por la creciente
desavenencia entre él y yo. Hubiera sido muy poco ético que su consciencia
ignorara los problemas surgidos entre los dos y que no hiciera nada para
intentar paliarlos. Baste recordar que, en momentos muy difíciles para él,
cuando nadie más se preocupó por él, le tendí mi mano para ayudarlo y lo hice sin pedir nada a cambio. En
Barcelona, sus “jefes”, a su manera, también ayudaron algo, pero se cobraron ese
auxilio a precio de oro. No hay duda que en el intercambio económico entre el
argentino y sus “jefes”, éstos salieron ganado mucho más que aquél. Los números
cantan. (Si, por poner un supuesto, uno trabaja un mes con unos chilenos a 20
euros cada turno, quiere decir que si hace 31 turnos va a cobrar 620 euros al
mes, lo que significa que esos chilenos deberían pagar 250 a la Seguridad Social, si
no los pagan, todo eso que se ahorran). En mi caso le cedí mi habitación para
que durmiera en ella. ¿Qué le dieron sus
“jefes”? Una suite, una habitación, un cuartucho con cucarachas? Dejo la respuesta
en el aire… Que uno se deje explotar
voluntariamente, eso no cambia las cosas. Más bien las agrava.
En fin, era natural y lógico que
el argentino escribiera algo sobre el delicado momento por el que pasaba
nuestra convivencia. De hecho, en otras
ocasiones ya había escrito sobre ella, aunque sin mencionarme.
LA CRONOLOGÍA DE LOS
HECHOS
El argentino, bastante irritado
por mi propuesta de concluir nuestra convivencia, me envió un mail el 28 de
julio en que me conminaba, en el caso de que tuviera algo que decirle, a llamarle.
El argentino, en coherencia con
su petición, esperó unos tres días a que le llamara. Como no se produjo, por mi
parte, ninguna llamada, decidió dar por zanjada unilateralmente la convivencia,
convencido de que yo había renegado de él para siempre.
La noche del 31 de julio decidió
materializar la ruptura escribiendo en su muro la notación anterior. De esa
forma tan insólita ponía punto y final a lo
que en caso de concluirse, se hubiera de haber concluido de acuerdo con
las más elementales normas del civismo y de la educación, así al menos lo
hubieran hecho la inmensa mayoría de personas.
QUIEN ES EL
DESTINATARIO?
Procedamos con lógica.
1.- La anotación tiene el sello
inconfundible del Argentino. Su estilo idealista, lleno de buenos propósitos, es inconfundible,
asimismo como su apelación al amor y a la religión. Él es, sin duda, su autor. Compárense si no a éstas otras palabras también
escritas por él: “me recuerda que lo mas importante que aprenderé en la vida es a amar y
ser amado, y lo único que permanecerá sera la luz que esos actos de amor
dejaran marcado en mi espíritu”. La cita no la extrajo de ningún libro, la
creó él mismo.
2.- La anotación está en presente
y se refiere a alguien de este mundo, por lo tanto no se puede referir a nadie
que viva en la Argentina ni a ningún personaje religioso como Jesús o San
Francisco. Si la anotación se refiriera a algún hecho del pasado, el que use
verbos en presente revelaría que ese hecho está muy vinculado a algo del
presente que le recuerda el pasado más próximo.
3.- La anotación da a entender
que el argentino ha dejado muy recientemente a una persona. Luego se puede
aplicar perfectamente a mi caso.
4.- El argentino afirma que está
muy agradecido a esa persona por lo que ésta ha hecho por él. Esto también se
puede aplicar, y de forma muy particular, a mi caso.
5.- El argentino afirma en su
anotación que va a desertar respecto a una persona. Esta es la palabra clave de todas. Puesto que desertar es
abandonar, por parte de un militar, su puesto sin comunicarlo previamente a sus
superiores. Eso es justo lo que había urdido el argentino en ese momento: abandonar el piso en que convivía conmigo sin
decir adiós, sin decir nada de nada, como un desertor. Esta palabra bastaría
por si sola para vincular la anotación con la convivencia.
6.- El argentino da a entender
que aunque parezca que va a traicionar a alguien, que lo va abandonar, en realidad no lo va a
hacer porque siempre tendrá a ese alguien en sus pensamientos, lo
cual resulta de una incongruencia total, es como considerar que es lo mismo
hacer el amor con una persona que soñar que se hace el amor con esa persona.
En fin, todos los indicios
apuntan a que esa anotación se refiere a nuestra convivencia. Todos menos uno.
Cuál? El siguiente.
7.- El argentino afirma que amará
más profundamente a esa persona que
aparentemente va a dejar. Yo nunca me sentí querido por el argentino.
Sus actos respecto a mí siempre demostraban una indiferencia, un desprecio, que
me entristecía mucho.
8.- El argentino acaba su cita
con una afirmación incoherente. Dice que ese ser al que va a dejar es el único
ser querido en este mundo. Chúpate esa’¡¡¡ Pero si es el único ser querido para
él, por qué va a separarse de él? Eso no tiene sentido alguno¡¡¡¡ Tampoco no
muestra ninguna tristeza ni congoja por esa separación de su único ser querido,
lo cual resulta muy sorprendente. Parece como si deseara esa separación. Parece
como si ese ser querido no fuera en realidad un ser querido. Por qué no hay
ningún signo de tristeza por esa separación? Algo así como: lamento mucho, no
dejo de llorar, me desespera, no sé qué voy a hacer sin ese ser querido.-.. Sin
lugar a dudas, esta falta de dolor por dicha separación revela claramente que
se refería a mí.
SIGNIFICADO DE LA
ANOTACIÓN.
No tengo la menor duda de que con
esa anotación el argentino pretendía absolverse, perdonarse a sí mismo ante su
conciencia por la bajeza moral que estaba a punto de perpetrar. Cualquier medio
le servía para conseguir dicha autoexpiación. Le daba igual que tuviera que
engañarse a sí mismo o adulterar la realidad.
MI SENSACIÓN ANTE EL
ESCRITO DEL ARGENTINO
Mi reacción ante esa anotación
fue de escepticismo absoluto. No me sentí nada halagado porque me considerase
el único ser querido, porque resultaba obvio que era una estratagema para que
su acto de traición le resultara más asumible.
Creo que el argentino es la persona que, a pesar de tener muchos motivos para
quererme, me ha querido menos, al menos de forma pública.
LA INFINITA DISTANCIA
ENTRE LO CONSCIENTE Y LO SUBCONSCIENTE
Y sin embargo, alguna verdad debe
haber en todo ello. O si no la hay, debe de tratarse de una mentira que se ha
convertido, a fuerza de negarla y de deformarla, en una verdad de conveniencia.
Una verdad que sólo el argentino debe sentir, en lo más profundo de él, como
una verdad; por mi parte recelo de ella.
Aunque quizás a nivel
subconsciente sí que sea una verdad que refleje un sentimiento sincero, una
pulsión obscura que acaba emergiendo a nivel consciente en la forma de ese
“único ser querido”. Una especie de pulsión que no acabó de cuajar o de
consumarse, sin el influjo de la cual
nunca hubiera aceptado mi ayuda.
POR QUÉ ESE “AMOR” DEL
ARGENTINO NUNCA AFLORÓ ANTE MI PRESENCIA?
Así, a vuelo de pluma, porque
temió no ser correspondido. De hecho, podría citar muchos ejemplos en que el
argentino buscó mi afecto, y al sentir o creer que yo no le daba ese afecto, se
encerró en sí mismo, distanciándose de mí. Cada vez que consideró que no le brindaba el afecto
que se merecía, se mostró visiblemente irritado contra mí.
Porque en su falta absoluta de
empatía, consideró que yo no era capaz de dar afecto, tenía, por decirlo de
alguna forma, estropeadas mis capacidades afectivas.
Porque su orgullo le impedía
mostrarse afectuoso con una persona por la cual se había sentido, con
anterioridad, ofendida.
Porque su orgullo le hacía creer
que si se mostraba afectuoso conmigo, de alguna forma se estaba vendiendo, se
estaba rebajando ante mí.
Porque ese amor respondía a unos
instintos sucios que él consideraba que yo nunca iba a tolerar.
POR QUÉ NO AFLORÓ MI
AFECTO POR EL ARGENTINO?
Aunque en ocasiones anteriores,
ya lo he dejado, más o menos, traslucir, voy a exponerlo de nuevo.
Yo esperaba encontrar a un ser
desvalido, inseguro, derrotado, triste, desolado, angustiado, deprimido,
etc. Y, en cambio, me encontré a un tipo
prepotente, muy seguro de sí mismo, que miraba a los demás por encima del
hombro, un ser mezquinamente orgulloso, QUE
ME DESPRECIABA Y ME HACÍA EL VACÍO, QUE NO ME TRATABA COMO A LOS DEMÁS.
YO NO PUEDO DAR AFECTO A UN SER ASÍ. Sólo puedo sentir lástima por él.
A mí me gustan sus miserias, y no las presuntas grandezas ni la forzada seguridad ni menos su artificiosa simpatía ni su ridícula y poco creíble "locura" con las que quiere dar una falsa imagen de sí mismo para ser aceptado por el mayor número de personas.
A mí me gustan sus miserias, y no las presuntas grandezas ni la forzada seguridad ni menos su artificiosa simpatía ni su ridícula y poco creíble "locura" con las que quiere dar una falsa imagen de sí mismo para ser aceptado por el mayor número de personas.
EL ARGENTINO SEGÚN FREUD
La obvia disparidad entre lo que
evidencia la anotación, ese amor tan sublime, y mi sentimiento de no recibir
nada de amor por parte del argentino, revela a todas luces un conflicto mental,
una tensión psíquica que por fuerza indica una turbiedad a nivel del
inconsciente que aflora a través de deformaciones y mixtificaciones. No tal
cual es, sino transformada en algo que resulte aceptable para el SUPERYO DEL
ARGENTINO.
Según Freud, el Yo de cada
persona busca la racionalización del placer para que la satisfacción de los
impulsos más primarios no perjudique sus aspiraciones sociales. Gracias al Yo,
el individuo es capaz de adaptarse a las normas sociales, de lo contrario su
indómita búsqueda del placer podría llevarle a la autodestrucción. El yo se
rige por el principio de realidad y se vale de los mecanismos de defensa para
conciliar el placer con el deber.
MECANISMOS DE DEFENSA
DEL ARGENTINO.
Son recursos inconscientes que
utilizan las personas para hacer frente a situaciones más o menos difíciles de
frustraciones, ansiedad, miedo, inseguridad, etc. Con el objetivo de que dichas
situaciones no les hagan daño. Los mecanismos de defensa son un medio con el
que la persona se engaña a sí misma,
y para protegerse recurre inconscientemente a tácticas mentales para falsificar
y distorsionar experiencias e ideas amenazantes. Cuando una persona se
encuentra ante una situación de estrés, miedo, angustia, etc., lo más usual es
que erija ante sí un escudo, un mecanismo de defensa para protegerse de dicha
situación, aumentando su sensación de seguridad, efectividad o utilidad.
Ese “amor” tan profundo y
espiritual que se desprende de la notificación del argentino, ese considerarme
“el único ser querido” resulta tan contrario a lo que en realidad ocurría entre
nosotros dos, que por fuerza ha de revelar una voluntad de autodefensa por
parte del argentino para ocultar así algo que de presentarse en toda su cruda
realidad le causaría graves remordimientos morales o tremendas incomodidades
psicológicas.
Cuáles son esos mecanismos de
defensa que se pueden observar en esa anotación?
1- FORMACIÓN REACTIVA: Cuando la fuerte
represión de los impulsos se acompaña de una tendencia opuesta en forma de
comportamientos y sentimientos reprimidos, esta tendencia es lo que llamamos
formación reactiva. Una madre que está demasiado preocupado por su hijo puede
ser un fiel reflejo de la hostilidad hacia él.
El argentino experimentaba en su
inconsciente sentimientos de odio o rencor hacía mí, que debido a mi caridad hacia él y a sus
creencias religiosas, le resultan inaceptables, por eso tales sentimientos se
transforman en su contrario, es decir, en una amor exagerado hacia mi persona.
2.- RACIONALIZACIÓN:
Existe en nosotros una constante lucha para dar sentido a nuestro mundo de
experiencias, la búsqueda de explicaciones para nuestros fenómenos internos,
nuestros comportamientos y sentimientos. Para cumplir esta misión, evitar
problemas y mantener la autoestima, hemos creado "explicaciones"
altamente racionales a los factores emocionales y motivacionales para
justificar a nuestro yo (ego), buscamos "buenas razones", aunque
falsas, de nuestras actitudes y fracasos.
El argentino justifica su marcha sin decir
adiós ni dar las gracias, argumentando que en el fondo no me abandonaba, ya que
me tendría siempre en su pensamiento, con lo cual estaba sugiriendo que de
alguna manera yo siempre estaría con él,
pero este argumento no se sostiene por ninguna parte. Está confundiendo
dos planos de la realidad incompatibles entre sí: lo mental y lo material. Si
se va de mi lado, es obvio que no estará conmigo. Que piense en mí, no quiere
decir que esté conmigo. Son dos cosas muy distintas.
3.- AISLAMIENTO: Es el mecanismo de defensa que consiste en un sistema
de separación para que los sentimientos perturbadores pueden ser separados, de
modo que la persona se vuelve completamente insensible en relación al
acontecimiento sublimado y lo comenta como
si hubiera sucedido a otra persona. Nuestro pensamiento parece ser
capaz, en determinadas circunstancias, de mantener, uno al lado del otro, dos
conceptos incompatibles lógicamente sin llegar a tener consciencia de sus
diferencias evidentes.
Consiste en separar la
representación desagradable que impide la relación angustiosa entre el objeto y
los pensamientos generadores de angustia. Así se da una separación del
componente afectivo, protección de las heridas afectivas, comportamiento
estanco respecto a críticas.
El argentino separa los
sentimientos de hostilidad que tuvo conmigo de mi persona, de manera que
dejo de ser para él esa persona insoportable e incompatible con él, y paso a
convertirme en el único ser querido, aquel que le ayudó de forma
extraordinaria. Así puede reconocer gratitud hacia mí por haberle ayudado, sin
experimentar sentimientos de rechazo.
4.- NEGACIÓN: La negación puede ser considerada como el mecanismo de defensa más ineficaz, ya que se basa simplemente en negar los hechos que se han producido a base de mentiras que terminan por confundirse y en la mayoría de veces se contradicen las unas con las otras.
El argentino dice que niega, para no sentirse mal consigo mismo, que no
me va a dejar, pero es obvio que me deja, luego incurre en contradicción.
Además dice que soy el único ser querido, pero por otro lado me deja, lo cual
no tiene ni pies ni cabeza y además no da muestras de que tal abandono le
produzca mucha pena.
5.- REPRESIÓN Probablemente es
el mecanismo más frecuente con que se bloquean las sensaciones y recuerdos, es
una forma de olvido. Mediante este mecanismo todo lo que le molesta al sujeto a
nivel consciente se reprime, es decir, se repliega al subconsciente y de esta
manera se saca de la conciencia las ideas y recuerdos que provocan ansiedad.
El argentino reprime, en su anotación, todos los recuerdos
desagradables. Así no cita ni las desatenciones que tuvo conmigo ni las
descalificaciones que usó, etc. Necesita omitir esa parte “fea” para poder
convertirme en su “único ser querido” y para poder mostrarse agradecido hacia mí.
6.- SUBLIMACIÓN: consiste en encontrar formas socialmente
aceptables para satisfacer, al menos parcialmente, las pulsiones del Ello. Se caracteriza por presentar una
inhibición del objeto y una desexualización del mismo. Es el resultado de los impulsos subyacentes que encuentran vías aceptables para lo que se reprime.
El argentino experimentaba en su inconsciente odio o deseos oscuros hacia mí, como tales pulsiones le resultaban intolerables por diversos motivos, entre los cuales hay que destacar el sentimiento de gratitud que sentía hacia mí, o mi manera “espiritual” de ser y de comportarme (ante la cual se sentía un promiscuo muy salido), las sublimó mediante esa anotación que embellece lo que es “ vergonzoso” para su Superyo.
7.- DISTORSIÓN. es una forma de error en el procesamiento de información.
Entre las
distorsiones más importantes hay que destacar las siguientes:
Pensamiento
polarizado o dicotómico (todo o nada) - Interpretar
los eventos y personas en términos absolutos, sin tener en cuenta los grados
intermedios, evidenciado en el uso de términos como "siempre",
"nunca", "todos", cuando su uso no está justificado por los
acontecimientos propiamente.
El argentino se refiere a mí como el único ser querido.
Abstracción
selectiva o Filtro mental - Enfocarse exclusivamente en ciertos aspectos
El argentino sólo se refiere al aspecto amoroso,
dejando de lado otros aspectos muy relevantes en toda convivencia.
Sesgo
confirmatorio: tendencia a sesgar la realidad, tanto en percepción
como en valoración, para que encajen con ideas preconcebidas.
El argentino poda la realidad de nuestra
convivencia de manera que resulta, faltando del todo a la verdad, una
convivencia idílica en la que parece que los dos nos quisimos mucho, cuando es
justo lo contrario.
Magnificación Sobreestimar la manera de ser de eventos o
personas
El argentino exagera hasta límites insospechados
su muy limitado, al menos a nivel consciente, afecto hacia mí. ( te querré aún
más profundamente).
ACTING OUT O PASO AL ACTO: expresión directa de un deseo inconsciente o impulso,
sin tener consciencia de la emoción que acciona ese comportamiento tan expresivo.
Es un acto que expresa el deseo de forma simbólica.
El argentino escribe, impulsivamente, en su blog
la anotación sin que nadie se lo haya pedido ni sin que tenga mucho sentido, tan
sólo para neutralizar una desazón que le inquieta cada vez más. Lo normal
hubiera sido que me la hubiera comunicado a mí.
ANULACIÓN
RETROACTIVA: Mecanismo psicológico mediante el cual el sujeto se esfuerza en actuar
como si pensamientos, palabras, gestos o actos pasados no hubieran ocurrido;
para ello utiliza un pensamiento o un comportamiento, dotados de una significación
contraria.
El
argentino elimina de su anotación todos los sucesos que le resultan
perturbadores o indeseables, de los cuales se arrepiente y que de alguna manera
empañan la buena imagen que quiere tener ante los demás y ante su conciencia.
ESCISIÓN
DEL OBJETO: Mecanismo descrito por
Melanie Klein y considerado por esta autora como la defensa más primitiva
contra la angustia: el objeto al que tiende las pulsiones eróticas y destructivas
es escindido en un objeto «bueno» y un objeto «malo», que entonces seguirán destinos
relativamente independientes dentro del juego de introyecciones y proyecciones.
Es
evidente que en la anotación el Argentino ha escindido mi persona en dos
mitades contrapuestas. Una, a quien él llama el “único ser querido”, merece su amor, mientras que la otra ha sido, a causa del malestar sentimental que
le genera, suprimida.
Compensación: Este mecanismo
consiste en silenciar un sentimiento de inseguridad exagerando un rasgo real o
deseable.
No hay
duda que con la anotación el Argentino quiere diluir el sentimiento de
considerarse una mala persona por no ser agradecido o irse sin despedirse. No
quiere pasar ante su propia consciencia ni ante la mirada de Cristo como
alguien que no ama a su prójimo. Compensa su mal obrar con esa anotación a través
de la cual expresa sus buenos sentimientos, es decir, su buen obrar.
Fantasía: Este mecanismo sería algo parecido a soñar despierto, al dar
rienda suelta a su fantasía algunas personas escapan de sucesos desagradables
Se da cuando la persona, ante la insatisfacción que siente, recurre a la
imaginación y experimenta a través de los sueños lo que no puede experimentar
en la realidad.
El
argentino intenta a través de su anotación convertir en éxito lo que fue en
realidad un fracaso. Parece que nos hubiéramos querido mucho durante la
convivencia, cuando en verdad fue al revés. Ese éxito ficticio por supuesto es
sólo fruto de su fantasía.
INTROYECCIÓN: mecanismo de defensa
en el que las amenazas externas se internalizan, pudiendo neutralizarlas o
aliviarlas; de manera similar, la introyección de un objeto o sujeto amado (por
ejemplo, una persona de gran importancia) reduce la ansiedad que produce el
alejamiento o las tensiones que causa la ambivalencia hacia el objeto.
El argentino para no ser menos que yo, para no
sentirse mala persona en comparación a mí, alardea de su amor hacia mí, porque
de alguna forma considera que yo también se lo he tenido. Se pone así,
interiorizando un rasgo que él atribuye a mi persona, a mi altura. Porque es
evidente que si le ayudé es porque sentí afecto hacia él. Ese afecto es el que él
internalizar.
SUBSTITUCIÓN: Mecanismo de defensa por el que el individuo se enfrenta a
conflictos emocionales y a amenazas, de origen interno o externo, reemplazando
una meta, emoción u objeto inasequible o inaceptable, por otro más asequible o
aceptable.
El argentino en lugar de dar la cara, de hacer frente a sus
compromisos, de hablar conmigo sobre el
final de la convivencia, elige escribir esa anotación con la cual da, ante su
conciencia, por finiquitada su relación conmigo. Cambia una cosa por la otra.
LA PROCRASTINACIÓN es la
acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse,
sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.
El argentino en lugar de hablar conmigo, prefiere
escribir esa anotación en su blog.
ANULACIÓN Es de estructura obsesiva. Consiste en acciones
impulsivas o pulsiones agresivas que “hay que deshacer”, como si nada hubiera
pasado, anulación regresiva de la realidad. Se manifiesta en: se cancela el
acto en la conciencia con la expiación para borrar lo molesto, supresiones de
ideas, sentimientos, etc... y retorno a lo ya hecho para neutralizar “el mal”,
afrontándolo mediante una acción opuesta a fin de que la primera se convierta
en “no acontecida”. Es un mecanismo de defensa en el cual una persona trata de
"deshacer" un pensamiento insano, destructivo o amenazador otra cosa
o acción con un comportamiento contrario. Por ejemplo, después de pensar acerca
de ser violento con alguien, uno sería demasiado agradable o atento a ellos.
El argentino intenta anular con esa “declaración de amor” hacia mi
persona todas las desatenciones y brusquedades que ha tenido conmigo. Si en el
pasado expresó odio o indiferencia, ahora expresa afecto.
FANTASÍA AUTISTA Es la realización imaginaria del deseo mediante
fantasías excesivas y formas ilusas como forma de descargar las emociones,
escapando de relaciones interpersonales y la acción eficaz para resolver
auténticamente los problemas.
Ese “único ser querido” y ese “amor” son sin lugar a dudas
imaginaciones del argentino que no se ajustan para nada a la realidad, y con
las cuales pretende escapar de sus obligaciones, que serían las de intentar
arreglar las cosas hablando con los demás, en lugar de eso se encierra en sus
fantasías.
IDEALIZACIÓN Implica evitar la hostilidad hacia la misma persona de
la que se depende, normalmente va acompañada de una estructura narcisista. La
persona exagera cualidades de los demás, idealiza la persona amada, tiene una
percepción parcial y subjetiva, son enamoradizos, etc...
El argentino, al declararme el “único ser querido”, me está
idealizando. Bajo esa idealización se esconde con frecuencia la agresividad que
se experimenta hacia una determinada persona.
RETIRO: El retiro es una forma más grave de defensa. Implica EL
ALEJAMIENTO de uno mismo de los acontecimientos, estímulos, interacciones, etc
por el temor de que nos puedan recordar pensamientos y sentimientos dolorosos...
El argentino a través de la anotación se aleja de la realidad de la
convivencia, sumergiéndose en una especie de mundo ideal que le hace sentir
bien consigo mismo.
CONCLUSIÓN FINAL.
No tengo la menor duda de que esa anotación es el reflejo de tensiones,
deseos oscuros, que bullen en el inconsciente del argentino. No tengo la menor
duda de que el argentino experimentaba sentimientos de odio, de agresividad o de deseo (o de todos a la vez) que al no poderlos consumar, acaban emergiendo a través de sus
contrarios, por eso me idealiza como a un ser espiritual y me muestra su amor.
El argentino es consciente en todo momento que me debe gratitud y afecto por lo
mucho que he hecho por él, y que muy pocos habían hecho, por eso experimenta
esa sensación de malestar profundo, a la cual quiere reprimir a través de esa
anotación tan fantasiosa.Es normal dar las gracias a quien te ha ayudado, es natural despedirse de la persona con quien has convivido, hemos sido educados para obrar así, tenemos interiorizadas en nuestro ser esas normas sociales, y no podemos dejar de cumplirlas sin sentir una desagradable sensación de culpa. Para eludir sentirse culpable ante su propia consciencia moral, el argentino redacta esa anotación, presentándome como su "único ser querido", actuando así siente que se ha portado debidamente conmigo, tal como establecen las más elementales leyes humanas.
En fin, me causa una lástima enorme que alguien, como el argentino, que ha estudiado durante tantos años psicología, no sepa gestionar de forma madura y responsable sus propias emociones, dejándose arrastrar y atormentar por sus propios demonios y fantasmas, y dejando en el prójimo una sensación de frustración tan hiriente.
En fin, me causa una lástima enorme que alguien, como el argentino, que ha estudiado durante tantos años psicología, no sepa gestionar de forma madura y responsable sus propias emociones, dejándose arrastrar y atormentar por sus propios demonios y fantasmas, y dejando en el prójimo una sensación de frustración tan hiriente.
viernes, 12 de octubre de 2012
PAMPLONA, LA BELLA MEDIOCRIDAD
PAMPLONA, LA BELLA MEDIOCRIDAD
PAMPLONA:
Ayer, paseando por el casco viejo
de Pamplona, que, tras dos horas está más que visto, me apercibí, con meridiana claridad, que si no
fuera por los mundialmente famosos encierros de San Fermín, serían muy poco los
turistas que se acordarían de ella.
No es una ciudad fea, porque no
existen las ciudades feas. Todas tienen sus encantos. Y por supuesto Pamplona los
tiene. Sin embargo, cuando se la compara con ciudades de igual rango sale poco
airosa.
Pamplona, al igual que Barcelona,
León, Zaragoza, Granada o Sevilla, fue la capital de un importante reino
medieval, uno de los más importantes, tanto es así que en el escudo de España
aparecen las cadenas, símbolo del Reino de Navarra. Sin embargo, poco queda de
esa grandeza,
La catedral, fría y simple, no
puede compararse con las grandes catedrales europeas. Sólo el claustro consigue
transmitir cierta emoción al visitante, gracias a la maravillosa labor
escultórica de sus artífices.
Las calles del casco viejo están cuidadas,
siendo muy agradable pasear por ellas. Sus alegres colores comunican un
sentimiento de alegría a los transeúntes. Hay edificios nobles, sin especial
personalidad, pero con suficiente empaque como para otorgar cierto halo
aristocrático al centro histórico.
Hay también el pastiche del Mesón
del Caballero Blanco, un pegote innecesario que pretende recrear lo que nunca
existió.
Las vistas desde la muralla son
bellas pero no impresionantes, por lo que no se graban en la memoria.
El ayuntamiento es coqueto,
incluso simpático gracias a las curiosas estatuas que lo decoran, pero de
arquitectura muy academicista.
Hay plazas recoletas y bonitas, y
otras grandes y vistosas, como casi en todas las ciudades del mundo.
Y también existen iglesias interesantes,
como la de San Nicolás y la de San Cernín, seguramente lo más interesante de la
ciudad,
Siendo los atractivos pamplonicas
tan limitados, qué hacen los muchos turistas que acuden a la capital navarra. Muy
sencillo: evocar el recorrido de los encierros. Por eso van la mayoría de ellos, y no por otra
cosa, a Pamplona. Así resulta muy habitual escuchar: mira, mira, por aquí pasan
los toros, por allí bajan, y por allá suben. Mira, mira, desde allí se lanza el
chupinazo. Mira, mira, allí es donde se reúnen los mozos, allí es donde los toros cornearon
a un americano, allí es donde … etc. Eso es lo que hacen mayormente los
turistas para pasar el tiempo. Por supuesto, muchos de ellos también distraen a sus estómagos, saboreando las deliciosas tapas tan omnipresentes en cualquier rincón de la parte vieja de la ciudad.
En fin, Pamplona es una ciudad
agradable, limpia y bonita, pero sin nada especial, aparte de los encierros,
que la haga destacar por encima de otras ciudades de historia similar. Es,
pues, una ciudad más bien mediocre, que sólo por el poder de la televisión y de
Hemingway consigue hacerse un hueco en las agendas de muchos turistas del mundo.
jueves, 11 de octubre de 2012
NORBERTO EL OSO TEDDY Y EL FALSO PIANTAO
La solicitud de amistad del
argentino me ha recordado un episodio que en su momento, unos tres años atrás,
me incomodó especialmente. Se trata, curiosamente, de un suceso en el que yo
fui quien, involuntariamente, envié una curiosa
solicitud de amistad a Norberto.
EL RUMANO QUE VIVIÓ EN ISRAEL
Tras la marcha del argentino de
mi piso, empecé a conocer a muchos chicos en Lleida y en otros sitios. Uno de
ellos era un enfermero rumano, de unos 40 años, más o menos bien proporcionado,
yo añadiría menos que más, pero que a pesar de todo, tenía la autoestima por
las nubes, razón por la cual presumía de su aspecto y de su forma de ser. Era,
en general, un parlanchín muy risueño, que tras cada tres carcajadas le
encantaba resaltar que no le gustaban los afeminados y que él mismo era un
ejemplo de virilidad. Me atrevería a insinuar que yo le gusté, desgraciadamente
él a mí no. Sin embargo, estoy convencido de que hubiera hecho las delicias del
argentino, tanto en el plano físico como en el temperamental, y que de haberse
conocido hubieran vivido momentos de una felicidad delirante.
LA SOLICITUD DE AMISTAD DEL
RUMANO
Al día siguiente de conocernos, el
rumano me envió un mail que decía, más o menos, así: Alexandru, te ha enviado
un TEDDY. Yo me quedé algo desconcertado, y picado por la curiosidad, lo abrí.
Para mi sorpresa, me encontré con la imagen de un osito, bajo el cual se podía
leer una inscripción que decía: para aceptar el regalo ve al siguiente enlace.
Ni corto ni perezoso cliqué en dicho link, y al acto fui transportado a una
página donde se me pedían una serie de datos. Con la imprudencia del que se
mueve por la ilusión, rellené todas las casillas, introduje mi dirección de
correo y, tras unos segundos eternos, empezaron a abrirse páginas sin mi
consentimiento. Dios mío la que he
liado, me dije a mi mismo.
Al día siguiente, para mi total
sonrojo, recibo el mail de un chico que me da las gracias por el osito que le
he regalado. Yo, totalmente patidifuso, me digo, pero si yo no le he regalado
nada a ese tío. En un gesto de desesperación voy a otra de mis cuentas de
correo, pues tengo tres, y me quedo muerto al ver que allí también había otro
mail del osito TEDDY. Rápidamente ato cabos, al activar el enlace del mail del
rumano, sin saberlo, di la orden de enviar otro osito teddy de regalo a todas
las personas cuyas direcciones de mail constaban en mi correo. Qué vergüenza
sentí¡¡¡¡
MI OSITO TEDDY PARA NORBERTO
Una sensación de terrible
embarazo se apoderó de mí al pensar que una de las personas que había recibido
dicho osito era Norberto. En principio, eso no tendría nada de malo, si no
fuera porque por aquel entonces vivíamos momentos de tirantez muy agria, por lo
cual me pareció que el argentino interpretaría tal “regalito” como una
capitulación por mi parte.
LA PROBABLE INTERPRETACIÓN DE
NORBERTO AL RECIBIR EL OSITO
Creo que Norberto al ver el mail
del osito TEDDY en su lista de correos debió de pensar algo parecido a lo
siguiente: pero con que coño me sale
ahora ese chiflado de poeta. Está el pobre para que lo internen. Un osito
teddy, será gilipollas el amargado ese. Pero si de lo único que tengo ganas es
de perderlo de vista para siempre. Ojalá me olvide de una puta vez el autista
emocional ese. Dios mío, mira que relacionarme con un muerto viviente así, la
verdad es que yo también soy un caso sin solución. Pero quien coño me mandará
juntarme con chalados sin sangre como
ese. Con los huevos que tengo yo¡¡ Madita sea¡¡
MI GRAN DILEMA
La convivencia con el argentino
se había enfriado drásticamente. Era evidente que estábamos en un callejón sin
salida. No se podía ir más allá, por lo cual lo más razonable era, si no
queríamos continuar haciéndonos daño mutuo, o peor aún, haciéndonos el vacío, coger el toro por los cuernos. Como el
argentino no parecía muy predispuesto a cogerlo, no me quedó más remedio que
cogerlo yo. Y un día, cuando el
argentino ya había pasado todas las líneas rojas, le propuse, a través de un
mail, un civilizado final para nuestra convivencia, lo que, inesperadamente,
disgustó mucho a Norberto.
EL TENSO ALEJAMIENTO
La contestación del argentino a
mi propuesta de zanjar civilizadamente la convivencia fue la siguiente: es un jarro de agua fría para mí… y si
tienes algo que decirme, llámame por teléfono.
LA TORPEZA DEL ARGENTINO Y SU
INEFICAZ EXPERIENCIA
Me quedé patidifuso. Sin entender
nada de nada. Pero cómo que si tenía algo que decirle. Si leyó mi mail, que lo
leyó, bien sabía que tenía algo que decirle. Pero, en mi buena fe, interpreté
ese “ si tienes algo que decirme,
llámame”, de tres maneras:
1.- Lo que me estaba en realidad
diciendo el argentino era que; Yo, por
supuesto, no tengo nada que decirte, porque me importas vos y tu convivencia
una mierda, pero si vos necesitáis desesperadamente decirme algo, decídmelo de
una puta vez.”. Pero, si el argentino no tenía nada que decirme, para qué
coño le iba a llamar? Hubiera sido una absurdidad colosal. Vaya estafa de
convivencia esa en el que uno tiene ganas de decir cosas y el otro, no.
2.- Como el argentino tenía mucha
más experiencia en convivir con otras personas, lo que estaba haciendo era
darme un sabio consejo para resolver de la mejor manera posible los problemas: Mira, Carles, yo sé cómo resolver estas
cosas, porque sé mucho más de la vida que vos, así que hazme caso, dejá de
hacer el pelotudo, y llámame.
3.- El orgullo del argentino no
toleraba que yo tomara la iniciativa y que le marcara, de forma razonable, el
camino a seguir. Quería ser él quien impusiera las condiciones, quien llevara
la voz cantante. El orgullo sobre todo, y quizás también el placer de imponer
su voluntad sobre otro.
Hoy, pasado el tiempo, me doy
perfectamente cuenta que el argentino “No sabía hacer las cosas”, que eso de su
“gran experiencia” es un falso mito, una leyenda urbana sin fundamento y
totalmente desacreditada por los hechos, que no sabe organizarse y que cuando
no siente el afecto del otro, huye a toda prisa, como si no tuviera huevos para
afrontar, como un hombre, los problemas.
Lo que tenía que hacer el
argentino era decir las cosas de la forma que le gustaría que se las dijeran a
él. Así, si en lugar de escupir aquello de: ha sido un jarro de agua fría, si tienes algo que decirme, llámame”.
Hubiera dicho algo como: “ mira,
Carles, creo que los dos tenemos que hablar, que tal si me llamas por teléfono
y nos decimos lo que nos tengamos que decir, yo también tengo algo que decirte,
si no quieres, no me llames y ya intentaré responder a tus dudas, pero a mi me
gustaría que me llamaras, me parece que lo del mail es muy frío, venga, hombre,
llámame, que no te cuesta nada… “
Ni que decir tiene que si hubiera
expresado las cosas de la forma anterior, me hubiera lanzado al teléfono.
EL CALAMITOSO DESENLACE FINAL
Como me pareció humillante tener
que responder a una petición tan arrogante como la de Norberto, decidí no
hacerlo, o al menos dejar pasar un buen tiempo para reflexionar antes de dar
una respuesta, porque ya había hecho bastante el “gilipollas” aceptando una
convivencia sin pies ni cabeza como para hacerlo más todavía. Sin embargo,
contra el orgullo que me impedía llamar al argentino, crecía en mi interior el
sentido del deber. Me decía a mí mismo, “porque
Norberto no sepa hacer bien las cosas, por su incorregible soberbia, eso no
quiere decir que yo también tenga que hacerlas mal”. Consideré que me
sentiría mucho mejor si le llamaba para poner punto final a la convivencia,
porque a esas alturas de la película, ya sólo se podía esperar eso. ¿Qué otra
cosa se podía esperar de aquél que había hecho del “NO DAR NADA” su principal
obsesión? Pues Nada de Nada. Pero aún así me imaginaba que un simple adiós sí
que sería capaz de darlo. Me equivoqué de cabo a rabo.
EL OSITO TEDDY.
Había en mí un 50% que quería
llamarle y otro 50% que no. No sabía qué hacer. Pero inesperadamente, como
hecho expreso para desequilibrar la balanza, ocurrió lo del osito Teddy.
Entonces me dije: ahora ya no tienes
alternativa, si involuntariamente le has enviado ese regalito, vas a quedar
como “el culo”, si no eres capaz de llamarle por orgullo. Porque seguro que
ahora mismo se debe descojonar de la risa. Llámalo, y tanto si te coge el
teléfono como si no, podrás ir con la cabeza bien alta. Y si no lo coge, el que
va a quedar como el culo va a ser él. Porque hay que ser “un buen cabroncete” para decir que llames y cuando llamas no contestar.
MI DECISIÓN FINAL
Mi decisión fue una especie de
apaño circunstancial que me permitía a
la vez llamarle y no sentirme humillado. Antes de telefonearle, le envié un
mensaje de móvil para saber si quería hablar conmigo o si le iba bien que en
ese momento le llamara. El INFELIZ no respondió nada. NADA DE NADA.
Me pareció que lo correcto es que habláramos siempre y cuando a él le apeteciera hablar conmigo, porque de lo contrario, qué sentido tiene hablar con alguien que no desea comunicarse.
Me pareció que lo correcto es que habláramos siempre y cuando a él le apeteciera hablar conmigo, porque de lo contrario, qué sentido tiene hablar con alguien que no desea comunicarse.
MI DESOLADORA SENSACIÓN
La sensación que me invadió al comprobar como el argentino me negaba la palabra fue la de una vertiginosa
impresión de vacío. Me sentí completamente vacío. Me sentí un incurable
gilipollas por haber creído en Norberto. Me sentí estafado moralmente y
también me sentí miserablemente
derrotado. Pensé que el argentino se había comportado como un impostor desalmado.
Lo concebí como un tipo sin principios ni moral. Un ser silvestre que satisface sus necesidades a la manera de los tomates, sin tener en cuenta los sentimientos de los demás. Me pareció un monstruo egoísta. Sentí además que había pagado un precio exageradamente alto por mi inexperiencia y que tras haber dado tanto a Norberto no me merecía un desprecio tan escalofriante como el suyo. Sin lugar a dudas, era un perdedor, mientras que Norberto, que se había aprovechado sin escrúpulos de mí, había salido vencedor. No le había bastado abusar de mi inexperiencia, sino que además se había complacido en humillarme.
Lo concebí como un tipo sin principios ni moral. Un ser silvestre que satisface sus necesidades a la manera de los tomates, sin tener en cuenta los sentimientos de los demás. Me pareció un monstruo egoísta. Sentí además que había pagado un precio exageradamente alto por mi inexperiencia y que tras haber dado tanto a Norberto no me merecía un desprecio tan escalofriante como el suyo. Sin lugar a dudas, era un perdedor, mientras que Norberto, que se había aprovechado sin escrúpulos de mí, había salido vencedor. No le había bastado abusar de mi inexperiencia, sino que además se había complacido en humillarme.
LAS TORNAS HAN CAMBIADO
Cuando hace unos días vi en mi
correo el mail del argentino, me dije, pasmado, “la historia se vuelve a
repetir”. Pero ya no soy el que era y lo primero que decidí fue no responder esa
solicitud de amistad de forma directa. Porque había un riesgo altísimo de que
el argentino no la aceptara. De la misma manera como cuando, tras insistir varias veces en que le llamara, me negó la palabra una vez que le llamé. Bravo por su coherencia y
por su buen hacer.
Como no quería quedarme con la
cara de gilipollas de la otra vez, decidí no responder como él esperaba que
respondiera. En lugar de eso, determiné responder indirectamente en mi blog a
través de una entrada que considero de las más logradas de todas.
MI HUMILDE VICTORIA
Si en la vez anterior, cuando el
argentino me negó la palabra, me sentí un triste perdedor, en esta, en cambio
me siento un vencedor moral. Y no me refiero a una victoria respecto al
argentino, sino respecto a mi mismo. Esta vez la respuesta que he ofrecido al
Norberto me ha llenado de alegría. Ahora mismo me siento feliz. Incluso podría
repetir las palabras del argentino cuando afirmaba de sí mismo, en tono muy
pomposo: “ cuando pienso quien fui y
quien soy, me recompongo”.
LA REACCIÓN DEL ARGENTINO Y SU
LAPSUS
Fue casi inmediata. No pasaron ni
quince horas que el argentino cambió su foto de portada. En la nueva imagen se
le ve haciendo una cara de bobo feliz, más bien forzada, como diciendo:
1.- Soy un Piantao y no tengo
solución.
(Norberto no tiene nada que ver
con el Piantao de Astor Piazzola, porque mientras uno llena el corazón de su
amada de LIBERTAD, el otro va por ahí llenando algunos agujeros humanos de
“líquidos”. Mientras uno lleva alegría a los solitarios que están tristes, el
otro lleva MÁS tristeza a los tristes. La grandeza moral del Piantao de Piazzola está
a años luz del egoísmo del argentino. El
Piantao de Piazzola es un loco de amor, que no hace payasadas, sino que se
abandona al amor, y por los efectos maravillosos que el amor crea en él, siente
que lleva medio melón en la cabeza, aunque en realidad no lo lleva, por eso
afirma que sólo su amada ve el medio melón. Está hablando, en todo momento, de
vivencias interiores. De la misma manera cuando afirma que “provoca campanarios
con la risa”, no hay que entender que él se crea que los engendra, sino que es su forma de expresar la gloriosa felicidad que le provoca el estar enamorado.
El Piantao de Piazzola preferiría morirse antes que practicar algo tan
contrario a su forma de entender el Amor como “las lágrimas de semen” del Norberto. El Piantao de
Piazzola es un ser ingenuamente cristiano, lleno de valores, admirablemente
noble, dotado de una maravillosa belleza interior, infinitamente generoso con
los demás.”)
2.- Me siento feliz a más no
poder y me da igual lo que me digas. (No es verdad, si le diera igual no
hubiera cambiado la foto ni me hubiera enviado la solicitud de amistad).
3.- Uy, Dios mío, la que he
liado. Soy incorregible.
4.- la foto no tiene nada que ver
con tu blog y la he puesto por otros motivos que no tienen nada que ver con los
que vos te imaginás. ( jajajajajaj y
ja¡¡¡)
Aunque la foto fue tomada con
anterioridad a que yo escribiera mi
entrada en el blog, de alguna manera revela,
inconscientemente, la cara de “gilipollas” que se le debió de quedar al
argentino al leer mi entrada del blog. Freud lo definiría como un LAPSUS, es
decir, la manifestación del inconsciente en forma de un equívoco que
aparece en la expresión consciente.
Ya sé que como de costumbre no era su intención mostrar nada, pero su
inconsciente le ha jugada una mala pasada, dejando a la vista lo que pretendía
ocultar.
EL TIEMPO PERDIDO.
Realmente la respuesta que le dí
a Norberto por su solicitud de amistad es provechosa tanto para mí como para él,
porque al afirmar lo de “Si con esa solicitud no pretendes dejar buen recuerdo
en mí, mejor que no la hagas”, en realidad le daba a entender que no me hiciera perder
más tiempo ni que lo perdiera tampoco él, pues ya perdimos bastante con nuestra absurda convivencia.
Mejor le será que dedique su tiempo a buscar una pareja, o
en el caso de que la tenga que lo dedique a cuidarla, o si no la
tiene ni tampoco la desea, que lo dedique a ir tras los cuerpos que tan feliz le hacen.
CADA LOCO CON SU TEMA
Ya sé que al argentino le
parecerá una gilipollez que escriba sobre nuestra convivencia. Pero a mi me
gusta escribir.
Por cierto, que a mi me parecen fraudes espirituales ( por no decir mamarrachadas pseudotrascendentales) todo eso de las flores de Bach, de las constelaciones familiares, de los viajes astrales, de la risoterapia, que tanto le "interesan" a él.
Por cierto, que a mi me parecen fraudes espirituales ( por no decir mamarrachadas pseudotrascendentales) todo eso de las flores de Bach, de las constelaciones familiares, de los viajes astrales, de la risoterapia, que tanto le "interesan" a él.
MI INOFENSIVA ALEGRÍA INFANTIL
Estoy alegre por la la honesta lucidez de mi última entrada en el blog, por haber sabido estar, esta
vez sí, a la altura de los acontecimientos, por haber dejado con un palmo de
narices a ese narcisista y por los efectos eufóricos que la entrada de mi blog ha despertado en mí y quizás también en él. Creo que la foto que el argentino ha puesto en su
Facebook revela el sentido del humor con que se ha tomado mi último escrito, el mismo sentido del humor con que yo me tomé su solicitud de amistad. Y ese buen rollo indica bien a las claras que ha comprendido las buenas intenciones de mi entrada.
Me siento feliz como un niño, y necesito bailar, bailar como el chico de la película Billy Elliot, quien ante la cara de Gilipollas de su padre, baila frenéticamente. Ese padre, que no daba ni un duro por su hijo, ahora contempla con estupefacción insólita las proesas coreográficas de su hijo.
Ahora mismo bailo y sonrío, sonrío como un recién nacido que ríe entusiastamente tras sentir los primeros latidos de su corazón. Bailo y sonrío ante la cara de gilipollas que se la ha quedado al hijo de Narciso.
Me siento feliz como un niño, y necesito bailar, bailar como el chico de la película Billy Elliot, quien ante la cara de Gilipollas de su padre, baila frenéticamente. Ese padre, que no daba ni un duro por su hijo, ahora contempla con estupefacción insólita las proesas coreográficas de su hijo.
Ahora mismo bailo y sonrío, sonrío como un recién nacido que ríe entusiastamente tras sentir los primeros latidos de su corazón. Bailo y sonrío ante la cara de gilipollas que se la ha quedado al hijo de Narciso.
En este video se puede
ver el vertiginoso baile del pequeño Billy.
EL LAPSUS SEGÚN FREUD
La explicación dada por
Freud (y por el psicoanálisis en general) radica en el afloramiento de lo
reprimido (generalmente producido en momentos de estrés, ansiedad, angustia, o déficits de atención) cuando se relajan las represiones conscientes.
En muchos casos lo
reprimido es del orden de la mentira, en otros es principalmente un deseo (sea consciente o sea inconsciente)
reprimido en el inconsciente por imperativos morales (en este caso ha sido el superyó el
factor que ha mantenido reprimido al deseo en lo inconsciente). Sin embargo la
represión continuada, si el deseo reprimido posee la suficiente intensidad, se
relaja en algún momento por fatiga y es entonces cuando ocurre el lapsus.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)