Hace unos días David me dijo: “ ¿No has leído lo que el argentino ha
publicado sobre ti?”. “No”, le respondí sorprendido. Al cabo de unas horas, encendí el ordenador para echarle un
vistazo. La verdad es que leí sus palabras con cierto escepticismo. Sin lugar a
dudas, se refería a mí, utilizando, eso sí, un lenguaje indirecto, como el de este mismo
blog.
Lamentablemente, en esa especie de reflexión que hace, el argentino se deja
dominar por sus tendencias narcisistas, al fin y al cabo es un ejemplar puro de
narcisista, tal como ese trastorno de la personalidad es definido en los tratados de psicología.
Además, su escrito y sus acciones, al menos en referencia a mi persona, también
revelan que es un AUTISTA MORAL, es decir, que como buen narcisista solo observa
los criterios de su propio yo, mientras que desdeña los de la sociedad en la
cual está inmerso si éstos no se ajustan a los suyos.
LO QUE ESCRIBIÓ
Sorprende que, después de tanto tiempo, el argentino no sepa afrontar la
verdad de las cosas ni las consecuencias de sus acciones. La verdad, su verdad,
le DA MIEDO. A pesar de las muchas técnicas (religiosas, sicológicas, etc.) que
ha seguido para hacer frente a ella, lo único que ha logrado es ignorar dicha
verdad. No ha sabido asumirla. La ha relegado a lo más hondo de su
inconsciente, y allí la tiene, desterrada, pero no por eso menos viva, pues
desde las oscuridades ejerce una influencia que impregna todas las acciones
presentes del argentino, tal como demuestra su último escrito.
UNOS DATOS OBJETIVOS SOBRE LO QUE ESCRIBE EL ARGENTINO
Dice el argentino que vino a Lleida porque encontró un trabajo y que se fue
cuando lo desechó. No se puede ser más manipulador. Pero no hay que olvidar que
la suya es una manipulación narcisista, y, por lo tanto, enfermiza.
DESMONTANDO LAS MENTIRAS PATOLÓGICAS DEL ARGENTINO.
En un mail de hace cuatro años, que me envió, el propio argentino confesó
las razones por las que vino a Lleida. Si una vez lo asumió y lo dejó por
escrito, ¿por qué ahora reniega de lo que él mismo reconoció?
Es verdad que existieron problemas laborales, pero si bien esa pudiera
haber sido una razón necesaria para su venida no fue, ni muchísimo menos,
suficiente.
Decir que vino a Lleida por razones laborales, es lo mismo que decir que
vino porque estaba vivo. Es obvio que si no hubiese estado vivo no habría
venido, pero decir eso y nada es lo mismo.
¿Por qué no revela la verdadera razón por la que vino a Lleida? Porque eso le
crearía tremendos remordimientos y porque su técnica para superar las malas
experiencias le prescribe que lo mejor es dejar pasar el
tiempo.
El motivo por el cual vino a Lleida ( y no a otra ciudad) fue por mi CARIDAD (no entraré en más detalles), sin ella nunca
hubiera venido, y eso es así porque él propio argentino lo dejó escrito en
varios mails. Entonces dijo que la caridad era la cosa más bella del mundo,
ahora, por lo que se ve, reniega de ella. La contradicción en carne viva¡¡¡
Dice que se fue de Lleida al dejar, por propia decisión, el trabajo. Otra
verdad a medias, otra manipulación de tomo y lomo. En primer lugar, decir que
tenía un trabajo en Lleida, ya es mucho decir. Tener un trabajo es otra cosa.
Se podría aceptar que en ese momento tenía un trabajo en Barcelona, pero no en
Lleida. En Lleida tenía una chapucilla. En Lleida hacía un trabajillo que no le
gustaba. La jefa que tenía, que aunque inválida no era tonta, se percató de
ello, y de la forma más diplomática que pudo le propuso que lo mejor sería dejarlo
por un tiempo y que, pasados unos meses, lo volvería a llamar con el fin de asignarle nuevas tareas. Es decir, lo puso de patitas en la calle. Sin lugar
a dudas, fue un golpe morrocotudo para el orgullo del argentino. Pero fue así
porque la misma señora me lo explicó. Cuando le dije que el argentino había
sido el que había rehusado el trabajo, se quedó de piedra. Todo se comprenderá
mucho mejor si se sabe que el argentino tenía que arreglar la casa y pasear al
perro. Pues bien, el listillo del argentino dedicaba bastante más tiempo a
pasear al perro que a hacer la limpieza de la casa, lo cual, como es
normal, disgustó mucho a la inválida.
Así que ni corta ni perezosa, se lo sacó de encima. Esta es la cruda verdad. El
argentino, por supuesto, no lo quiso reconocer, tan es así que al llegar a mi
piso, bastante excitado, me dijo: "si
hubieras visto la cara de la "inválida" cuando le he dicho que renunciaba al
trabajo…" y sonrió. Eso fue para él una gran victoria. Dios mío¡¡ Digamos
también que, aunque no pactada, la función del argentino consistía en hacer algo
de compañía a la mujer, cosa que le resultaba algo enojoso, porque no acababa
de empatizar con ella. La criticaba porque aún vivía con su madre. Corramos, por piedad, un tupido velo...
LA CULPA ES DEL BLOG
El argentino afirma que perdió unos “trabajos” y un “amor”. Cuando estaba en
Barcelona perdió unos trabajos por no empatizar con sus jefes, y entonces, el
blog no existía. El último trabajo en Barcelona lo perdió porque al no estar
el local convenientemente "registrado" dio pie, como él mismo me dijo, a que algunos extrabajadores denunciaran
a la propietaria y así sucesivamente… Este blog solo cuenta mis reacciones
sobre un comportamiento del argentino. ¿Por eso va a perder un trabajo?
Solamente si el argentino admite ante otra persona que este blog está inspirado
en él, la otra persona puede concluir que hay una relación entre el blog y el
argentino, de otra manera es imposible. Entonces, ¿por qué va a reconocer algo
que no es evidente? Además, si toda la vida ha tenido trabajos temporales, ¿por
qué ahora iba a ser diferente? Y si esto fuera así, ¿por qué justo antes de
partir de Barcelona, lleno de alegría, porque la vida le sonreía, escribió :
Gracias Carles, en referencia a que el blog le había ayudado a perfeccionarse
como persona. Eso está escrito. La incoherencia hecha carne viva¡¡¡¡
RESPECTO AL AMOR.
Seguro que el argentino no contó nada sobre mí ni sobre el blog a su
expareja, y cuando ésta lo descubrió se inquietó, haciéndose muchas preguntas,
como por ejemplo: pero ¿por qué no me lo
dijo? ¿Qué pasó en verdad? ¿Puedo confiar en él? etc. Sin embargo, lo peor vendría
cuando la expareja le formulara la pregunta más terrible para él, a saber: ¿Pero has
intentado hablar alguna vez con el catalán sobre el Blog? ¿ Lo has intentado arreglar con él? No, ni lo pienso
hacer, respondería de lo más airado el argentino. Y ¿por qué no? Inquiriría la
expareja. Hacerlo, ¿para qué? Además no
quiero ni verlo en pintura, ES UN PSICÓPATA¡¡¡ y cortemos el tema¡¡¡… ¿Pero es
verdad que tuviste que dormir en la calle y que el te ofreció su piso? ¿Es
verdad que te fuiste de su piso sin darle las gracias ni decirle adiós? ¿Es
verdad que le negaste la palabra? Basta, cállate de una vez¡¡¡ ME ESTÁS
AGOBIANDO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Y así, de golpe y porrazo, el verdadero argentino
aparecería ante los pasmados ojos de su expareja, quien acababa de cometer el peor crimen que se puede hacer a un NARCISISTA:
cuestionarlo. El orgullo del argentino no asumió que quien debía adorarlo
ciegamente lo criticara, de modo que decidió cortar por lo sano. Así, al menos,
me lo imagino yo… pero si el amor hubiera sido sólido y firme, ¿se hubiera
roto? Justamente al revés. Porque no fue
sólido, al menos por una de las partes, se rompió. Una persona siempre es
autónoma, con su libertad y sus defectos. Eso nunca debe olvidarse. No es
posible amar a otra persona diciéndole siempre alabanzas.
EN RESUMEN
Este blog es la respuesta anormal a un comportamiento anormal. Pero es una
respuesta puramente literaria y por ello está más allá de lo psicológico y de
lo legal.
Otras personas hubieran, después de pasar por un disgusto tan grande como
el que me llevé con el argentino, acudido a un psicólogo, pero me pareció tan
injusto… La literatura ha sido mi terapia.
CONTINUARÁ