Finalmente, Norberto
ha creado su propio blog. Ojalá también haya abandonado su disparatada intención de hacer que me usurpen el mío. Pero
entonces todo eso que expuso sobre que no hay muchos que se llamen como él, que
solo fueron dos meses, que esto y lo otro, entonces, todo eso en qué ha
quedado. Parece que todo ha quedado en agua de borrajas, como se suele
decir en España. Parece ser que pueden convivir los dos blogs. Obvio que sí¡ Si
no fuera un ser tan ensimismado, y, de vez en cuando, contemplara el mundo real
con ojos objetivos, se hubiera dado cuenta de ello mucho antes. Se hubiera
enterado de cuáles son las leyes que rigen el mundo de Internet, etc. Sea como
sea, su solicitud, dirigida a google, es
un ejemplo meridiano de su voluntad de amar y ser amado. Dejémos al argentino
con sus contumaces incoherencias y con su afectada capacidad de asombrarse, que tan feliz le hace en ocasiones.
Sobre el contenido de su blog, no tengo nada que comentar.
Sobre la forma, en cambio, bien se podría hacer constar las imperdonables
faltas de ortografía, los infantiles errores sintácticos, la ausencia de ritmo
literario, las múltiples imprecisiones
conceptuales, la inseguridad en los signos de puntuación, todo lo cual conduce a una falta de claridad y
sentido poco estimulantes. Porque si amar es muy bello, también lo es aprender.
Aprender a redactar, a componer un
poema, a expresar las ideas valiéndose de los términos adecuados, etc, no todo
va a ser en la vida amor y nada más que amor, que como bien sentenció
Jesucristo: no solo de pan vive el hombre.
En fin, los mismos ensimismamientos
a los que el argentino ya nos tiene acostumbrados y que acaban siempre por
malograr aquello que parece tan prometedor. No en vano el fin de todo cristiano
es perfeccionarse hasta lograr la santidad, porque solo entonces tendrá derecho
a mirar a Dios cara a cara. Dicho de otro modo, lo primero que debe hacer un
cristiano es aborrecer de sus imperfecciones, pues ellas le apartan del
Creador, eso claro, si uno quiere seguir las enseñanzas de Cristo, si lo que
quiere es sencillamente usar a Cristo para dar sentido a su existencia, pues en
ese caso la verdad que da igual si se quiere perfeccionar o no.
La misma clase de espiritualidad que siempre desemboca en lo carnal y lo
promiscuo. El Espíritu entendido a la manera de los idealistas alemanes y no a
la de San Pablo ( si el espíritu se iguala a lo psíquico, a lo mental, se puede
dar por segura la victoria de los ateos contra los creyentes, pues bien saben
aquéllos que todo lo mental se puede reducir a lo material, de la misma manera
que por combustión todo cuerpo puede originar luz a partir de él, por cierto,
fue Albert Einstein el primero en demostrar que la luz es materia, por ello
recibió el premio Nobel, más tarde demostró que toda energía se puede convertir
en materia y viceversa, luego la energía
es lo mismo que la materia, de donde si una energía no se puede medir no es
energía, o sea que esa energía espiritual de la cual habla el argentino, tiene
de energía lo mismo que yo de astronauta) . En fin, que con estos defensores
de lo espiritual, a nadie debe extrañar que el mundo sea cada vez más ATEO.
La confusa y poco convincente espiritualidad del argentino me ha recordado
a JUNG, según el cual el hombre pasa por
dos etapas, una de ellas, llamada Crisis del Solsticio, comprende de los 35-40 a los 55 años, y en ella:
“ El sujeto ha vivido demasiadas ilusiones y desilusiones, en su anhelo de
satisfacer sus instintos, en la lucha por lograr el amor y la amistad... Pero,
los años han pasado, el amor erotico-sexual no menos que el trabajo se han
convertido en una rutina. De pronto, todo parece perder sentido, el sujeto se
encuentra solo consigo mismo y le da la impresión que con las manos vacías: ha
comenzado la crisis, por su excesiva extraversión vital, que el yo es incapaz
de resolver, porque en realidad está provocada por la insatisfacción del yo
profundo, del arquetípico sí-mismo, solo una conversión hacia el introvertido
cultivo de su alma, de su interioridad y mundo interior podrá salvarle de su
disensión interior.”
Desgraciadamente, cuando uno encuentra en lo más profundo de sí mismo unos
Marcianos en lugar de la Gracia ( o de algún equivalente de ésta), bien se
puede SENTENCIAR que esa sensación de estar con las manos vacías (propia de la
Crisis del Solsticio) seguirá aferrada a su corazón por mucho tiempo.