" VUESTRA CONDUCTA ES UNA PRUEBA DE VUESTRO AMOR" . SAN BRUNO
LA CONVIVENCIA CON EL ARGENTINO
Mi convivencia con el argentino
siempre estuvo marcada bajo el signo de lo absurdo. Nunca fui capaz de encontrarle
ningún sentido. Ciertamente había sido prevista como una obra de caridad. Pero no
lo fue, porque para que lo hubiera sido el argentino debía de haber aparecido
ante mis ojos como “ un hombre con los ánimos destruidos”, cosa que nunca fue
el caso. Norberto siempre se mostró como un hombre animoso, con ganas de hacer
muchas cosas, lleno de planes para el futuro, con voluntad de buscar trabajo,
etc. Si yo me había esperado encontrar en él a un doble de mi padre, quién sí
que cuando está bajo los efectos de la depresión se puede considerar un hombre “con
los ánimos destruidos”, debo confesar mi total decepción por lo que en realidad
me hallé: un chico normal y corriente, algo triste quizás, pero lleno de ilusión
que sólo se le nublaba por culpa de sus obsesiones y demás “rollos”. Tampoco me
encontré, ni mucho menos, al “ser espiritual” que yo me había imaginado al leer
esas palabras de “ lo más importante son los puntos de luz que esos actos de
amor dejarán grabados en nuestro espíritu”. Su vida estaba ligada, de forma indeleble, a todo lo material: sexo,
discotecas, cigarros, frivolidades, bebida, etc. A penas se observaba en su moral ni en su
comportamiento rastro de las enseñanzas de Cristo o de san Francisco. No le
interesaba ni lo “de poner la otra mejilla”, ni lo de la castidad, ni lo del
sacrificio, ni lo del amor al prójimo. Toda su vida giraba y gira alrededor de su Ego,
sin expandirse más allá de sí mismo. Los demás sólo valían en tanto que
reflejaban su propia imagen.
No sentí ni su afecto ni su
comprensión. No sentí sus ganas de hacerme feliz. Siempre me sentí un estorbo
para él. Y por más que me pregunté por qué convivo con él, no supe encontrar
una respuesta razonable. Cada día me sentía más triste y cada vez me daba más
cuenta que, a pesar de todo lo que le daba a cambio de nada, el argentino me
hacía el vacío. Honestamente, no entiendo por qué si no me “soportaba desde un principio” aceptó
venir a convivir conmigo? Con la de chicos que hay en el mundo¡¡
LA CONVIVENCIA CON DAVID.
Sin lugar a dudas es la otra
cara de la moneda. En esta convivencia yo nunca me sentí como un medio para
conseguir algo, sino como un fin, lo cual me llenó y me llena de felicidad. Me sentí
desde el primer momento como su prójimo y no como un estorbo. Sus actos se
modificaban para adaptarse a los míos, lo cual es una prueba de amor innegable.
Me sentí comprendido y a la vez sentí el deseo de comprenderle a él. Había la
complicidad necesaria entre los dos como para que yo deseara que tal
convivencia se prolongara en el tiempo. Nunca sentí ni siento que me mire por
encima del hombro. Hay cosas mías que no le gustan de la misma manera que hay
cosas suyas que no me gustan. Pero a pesar de todo, intentamos superar nuestras
diferencias de la mejor manera posible. Sin lugar a dudas, lo más importante es
que la convivencia que mantengo con él tiene un sentido, que la hace deseable y
bella. Un sentido que se basa en el respeto y el amor, cosas, las dos, ausentes
de mi convivencia con el argentino, basada en la desconfianza y en el rencor
hacia mí.
SI HUBIERA CONOCIDO A NORBERTO
DESPUÉS DE A DAVID
Puedo asegurar que si se hubiera
dado este caso, mi convivencia con el argentino no hubiera durado ni tres días.
Pero mi falta de experiencia, ante la cual el argentino no se apiadó lo más mínimo,
sino al revés, que se aprovechó de ella, fue la responsable que no me diera
cuenta de todos los lastres que hacían inviable dicha convivencia. Realmente estuvo
muy mal planteada, porque sólo tenía en cuenta las necesidades de una de las
partes. Norberto nunca pensó en mí ni en mis objetivos. La verdad es que conocer a un tío que no hace nada para dejar buen recuerdo a quien le ayuda a cambio de nada tiene delito. Con lo fácil que le hubiera sido, Dios mío¡¡¡ Pero la soberbia de los Hijos de Narciso no conoce moderación. y no será porque no supiera lo que debía hacer para dejar buen recuerdo, pero ...
EL CHICO DE IRUÑA
Desde hace un mes recibo “guiños
afectuosos” de un chico de Iruña, que no es Diego, pero al cual quizás el
argentino conozca. Eso último da igual. Son guiños que no darán lugar a nada,
que no cuajaran en nada, que se disolverán en el olvido, pero que sin embargo,
me halagan. Porque cuando uno ha vivido sumergido en un desprecio y en una
indiferencia tan grandes como los que yo viví mientras conviví con Norberto, uno
no se puede dejar de sentirse tentado por esas muestras de afecto que, aunque
se tengan que rechazar o ignorar, dejan tan buen sabor de boca que, de alguna
manera ayudan a cicatrizar las heridas que dejó abiertas mi convivencia con el
argentino.
EL TORBELLINO QUE VINO TRAS LA RUPTURA
DE MI CONVIVENCIA CON EL ARGENTINO
Justo cuando el argentino se fue
sin decir adiós ni dar las gracias, yo me lancé a una serie de aventuras
sentimentales que culminaron en David. Durante
ese periodo tan turbulento, recibí todo el afecto, multiplicado por mil, que no
tuve durante mi convivencia con el argentino. Fue una especie de avalancha que
se precipitó sobre mi corazón y que casi me enturbia la razón. Realmente después
de vivir algo tan triste como lo vivido con Norberto, fue una liberación
espiritual adentrase en una alegría tan frenética como la que tuve la suerte de
vivir tras la marcha del argentino. No hay mal que por bien no venga.
BUSCANDO UN MACHO
Por las sombras de los parques, al amparo de los árboles, sobre la hierba mojada de rocío, entre las flores marchitas, sobre los suelos cuajados de hojarasca, con el corazón en vilo, va el depredador argentino a la caza de un nuevo macho. Por los recovecos más
oscuros de los locales públicos, por las tinieblas de la gran ciudad, por los infiernos del mundo, entre los noctámbulos promiscuos, por los vapores de las saunas, se mueve el Hijo de Narciso. En esos mismos
sitios, conoció a Diego, y ahora vuelve a ellos, en busca de nuevas presas. Pero
debe saber el antiguo seguidor de San Bruno que quien busca CUERPOS en vez de ALMAS, encuentra
POLLAS en vez de CORAZONES.
PALABRAS DE SAN BRUNO A SUS HIJOS CARTUJOS
Alegraos, porque habéis llegado a este puerto escondido, lugar de seguridad y de calma, al cual son muchos los que desean venir, muchos los que incluso llegan a intentarlo, pero sin llegar a él. Muchos también, después de haberlo conseguido, han sido excluidos de él, porque a ninguno de ellos le había sido concedida esta gracia desde lo alto.
Alegrémonos también nosotros porque, sin haberos dedicado al estudio, el Dios poderoso graba en vuestros corazones no sólo el amor, sino también el conocimiento de su santa ley. En efecto, vuestra conducta es una prueba de vuestro amor, como también de vuestra sabiduría.
PALABRAS DE SAN BRUNO A SUS HIJOS CARTUJOS
Alegraos, porque habéis llegado a este puerto escondido, lugar de seguridad y de calma, al cual son muchos los que desean venir, muchos los que incluso llegan a intentarlo, pero sin llegar a él. Muchos también, después de haberlo conseguido, han sido excluidos de él, porque a ninguno de ellos le había sido concedida esta gracia desde lo alto.
Alegrémonos también nosotros porque, sin haberos dedicado al estudio, el Dios poderoso graba en vuestros corazones no sólo el amor, sino también el conocimiento de su santa ley. En efecto, vuestra conducta es una prueba de vuestro amor, como también de vuestra sabiduría.