STATCOUNTER


viernes, 21 de septiembre de 2012

NORBERTO DAVID SAN BRUNO E IRUÑA


 " VUESTRA CONDUCTA ES UNA PRUEBA DE VUESTRO AMOR" .  SAN BRUNO


LA CONVIVENCIA CON EL ARGENTINO

Mi convivencia con el argentino siempre estuvo marcada bajo el signo de lo absurdo. Nunca fui capaz de encontrarle ningún sentido. Ciertamente había sido prevista como una obra de caridad. Pero no lo fue, porque para que lo hubiera sido el argentino debía de haber aparecido ante mis ojos como “ un hombre con los ánimos destruidos”, cosa que nunca fue el caso. Norberto siempre se mostró como un hombre animoso, con ganas de hacer muchas cosas, lleno de planes para el futuro, con voluntad de buscar trabajo, etc. Si yo me había esperado encontrar en él a un doble de mi padre, quién sí que cuando está bajo los efectos de la depresión se puede considerar un hombre “con los ánimos destruidos”, debo confesar mi total decepción por lo que en realidad me hallé: un chico normal y corriente, algo triste quizás, pero lleno de ilusión que sólo se le nublaba por culpa de sus obsesiones y demás “rollos”. Tampoco me encontré, ni mucho menos, al “ser espiritual” que yo me había imaginado al leer esas palabras de “ lo más importante son los puntos de luz que esos actos de amor dejarán grabados en nuestro espíritu”.  Su vida estaba ligada, de  forma indeleble, a todo lo material: sexo, discotecas, cigarros, frivolidades, bebida, etc. A penas se observaba en su moral ni en su comportamiento rastro de las enseñanzas de Cristo o de san Francisco. No le interesaba ni lo “de poner la otra mejilla”, ni lo de la castidad, ni lo del sacrificio, ni lo del amor al prójimo. Toda su vida giraba y gira alrededor de su Ego, sin expandirse más allá de sí mismo. Los demás sólo valían en tanto que reflejaban su propia imagen.
No sentí ni su afecto ni su comprensión. No sentí sus ganas de hacerme feliz. Siempre me sentí un estorbo para él. Y por más que me pregunté por qué convivo con él, no supe encontrar una respuesta razonable. Cada día me sentía más triste y cada vez me daba más cuenta que, a pesar de todo lo que le daba a cambio de nada, el argentino me hacía el vacío. Honestamente, no entiendo por qué si no me “soportaba desde un principio” aceptó venir a convivir conmigo? Con la de chicos que hay en el mundo¡¡

LA CONVIVENCIA CON DAVID.

Sin lugar a dudas es la otra cara de la moneda. En esta convivencia yo nunca me sentí como un medio para conseguir algo, sino como un fin, lo cual me llenó y me llena de felicidad. Me sentí desde el primer momento como su prójimo y no como un estorbo. Sus actos se modificaban para adaptarse a los míos, lo cual es una prueba de amor innegable. Me sentí comprendido y a la vez sentí el deseo de comprenderle a él. Había la complicidad necesaria entre los dos como para que yo deseara que tal convivencia se prolongara en el tiempo. Nunca sentí ni siento que me mire por encima del hombro. Hay cosas mías que no le gustan de la misma manera que hay cosas suyas que no me gustan. Pero a pesar de todo, intentamos superar nuestras diferencias de la mejor manera posible. Sin lugar a dudas, lo más importante es que la convivencia que mantengo con él tiene un sentido, que la hace deseable y bella. Un sentido que se basa en el respeto y el amor, cosas, las dos, ausentes de mi convivencia con el argentino, basada en la desconfianza y en el rencor hacia mí.

SI HUBIERA CONOCIDO A NORBERTO DESPUÉS DE A DAVID

Puedo asegurar que si se hubiera dado este caso, mi convivencia con el argentino no hubiera durado ni tres días. Pero mi falta de experiencia, ante la cual el argentino no se apiadó lo más mínimo, sino al revés, que se aprovechó de ella, fue la responsable que no me diera cuenta de todos los lastres que hacían inviable dicha convivencia. Realmente estuvo muy mal planteada, porque sólo tenía en cuenta las necesidades de una de las partes. Norberto nunca pensó en mí ni en mis objetivos. La verdad es que conocer a un tío que no hace nada para dejar buen recuerdo a quien le ayuda a cambio de nada tiene delito. Con lo fácil que le hubiera sido, Dios mío¡¡¡ Pero la soberbia de los Hijos de Narciso no conoce moderación. y no será porque no supiera lo que debía hacer para dejar buen recuerdo, pero ...

EL CHICO DE IRUÑA

Desde hace un mes recibo “guiños afectuosos” de un chico de Iruña, que no es Diego, pero al cual quizás el argentino conozca. Eso último da igual. Son guiños que no darán lugar a nada, que no cuajaran en nada, que se disolverán en el olvido, pero que sin embargo, me halagan. Porque cuando uno ha vivido sumergido en un desprecio y en una indiferencia tan grandes como los que yo viví mientras conviví con Norberto, uno no se puede dejar de sentirse tentado por esas muestras de afecto que, aunque se tengan que rechazar o ignorar, dejan tan buen sabor de boca que, de alguna manera ayudan a cicatrizar las heridas que dejó abiertas mi convivencia con el argentino.

EL TORBELLINO QUE VINO TRAS LA RUPTURA DE MI CONVIVENCIA CON EL ARGENTINO

Justo cuando el argentino se fue sin decir adiós ni dar las gracias, yo me lancé a una serie de aventuras sentimentales que culminaron en  David. Durante ese periodo tan turbulento, recibí todo el afecto, multiplicado por mil, que no tuve durante mi convivencia con el argentino. Fue una especie de avalancha que se precipitó sobre mi corazón y que casi me enturbia la razón. Realmente después de vivir algo tan triste como lo vivido con Norberto, fue una liberación espiritual adentrase en una alegría tan frenética como la que tuve la suerte de vivir tras la marcha del argentino. No hay mal que por bien no venga.

BUSCANDO UN  MACHO

Por las sombras de los parques, al amparo de los árboles, sobre la hierba mojada de rocío, entre las flores marchitas, sobre los suelos cuajados de hojarasca, con el corazón en vilo, va el depredador argentino a la caza de un nuevo macho. Por los recovecos más oscuros de los locales públicos, por las tinieblas de la gran ciudad, por los infiernos del mundo, entre los noctámbulos promiscuos, por los vapores de las saunas, se mueve el Hijo de Narciso. En esos mismos sitios, conoció a Diego, y ahora vuelve a ellos, en busca de nuevas presas. Pero debe saber el antiguo seguidor de San Bruno que quien busca CUERPOS en vez de ALMAS, encuentra POLLAS en vez de CORAZONES.


PALABRAS DE SAN BRUNO A SUS HIJOS CARTUJOS

Alegraos, porque habéis llegado a este puerto escondido, lugar de seguridad y de calma, al cual son muchos los que desean venir, muchos los que incluso llegan a intentarlo, pero sin llegar a él. Muchos también, después de haberlo conseguido, han sido excluidos de él, porque a ninguno de ellos le había sido concedida esta gracia desde lo alto.
Alegrémonos también nosotros porque, sin haberos dedicado al estudio, el Dios poderoso graba en vuestros corazones no sólo el amor, sino también el conocimiento de su santa ley. En efecto, vuestra conducta es una prueba de vuestro amor, como también de vuestra sabiduría.