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sábado, 8 de noviembre de 2014

VIATJANT PER CASTELLA














EL DESTIERRO DE DIEGO Y EL MATRIMONIO DEL ARGENTINO



EL DESTIERRO DE DIEGO Y EL MATRIMONIO DEL ARGENTINO



Hace unos pocos años, el argentino publicó en Internet su biografía. Un prolijo relato donde narra sus vivencias íntimas y religiosas. Si alguien esperara encontrar en él la verdad del argentino, hay que dejar bien claro que no la encontrará. Dicha biografía solo pretende ser una absolución impartida por el argentino para sí mismo. Por ello no se encontrará nada que  incomode el alma del argentino. En vano alguien buscará las vivencias con Ferran ni otros sucesos que marcaron su vida muchísimo más de lo que hicieron las vivencias que se aviene a relatar. Como prueba de la absoluta falta de sinceridad que domina tota la biografía bastará citar el comienzo y compararlo con el comienzo de la biografía que compuso su hermano.



EL argentino dice más o menos: nací en una familia diferente pero también muy normal. Y aunque nunca se buscaba lo relevante de la realidad, había una gran inquietud subliminal por saber más…



El hermano, en cambio, dice: fuimos criados como hijos únicos. Los hermanos prácticamente no nos relacionábamos entre nosotros . La família era un desastre, mi padre en un estado alc…



Que cada uno juzgue según su consciencia, pero es obvio que  una familia donde los hijos son educados como hijos únicos no puede ser considerada nunca como familia normal. Que el hermano no miente, se  puede deducir de la relación actual del argentino con sus hermanos, probablemente la misma que tuvo en su infancia.



En esa biografía, el argentino menciona su convivencia con Diego. De hecho, de todas las personas con las que el argentino ha convivido en su vida, solo menciona a dos por el nombre: a Pablo y a Diego. De donde se deduce que a su vivencia con Diego le da mucha importancia. Sería una deducción precipitada. En todo caso, su predilección por Diego no se basa en ninguna cualidad física o psicológica, sino en que Diego le reporta una paz monástica y por esa paz mantuvo un vínculo con él, no por él, sino por esa paz. Es decir, vivir con Diego era como vivir en un monasterio, o para ser más exacto, sentir las mismas sensaciones que se sienten en un monasterio. La verdad sea dicha no sabría decir si eso es un elogio o una crítica. A parte de eso, nada más se dice objetivamente de Diego, el resto de la narración se limita a manifestar los efectos que la compañía de Diego produce en el argentino. En general, uno siente que Diego es tratado como medio y no como fin. Se dice, por ejemplo, que le tiene el afecto que Cristo le ha enseñado. Lo cual tampoco sabemos si es bueno o malo, porque el argentino tiene la costumbre de llamar  Dios , Cristo o San Francisco, a su propio YO.



Que no sigue a Cristo, sino a su YO, se demuestra con la "gloriosa" frase con la que acaba su biografía. He aquí esa frase “inolvidable y tan cristiana”, pero que revela bien a las claraa las verdaderas intenciones del argentino:



NO IMPORTA DONDE COLOQUES EL CIPOTE.



Así, con esa grosería, resume lo que ha aprendido en sus más de cuarenta años de existencia.



Aunque, a primera vista, uno podría entenderla en el sentido de que da igual si te enamoras de un hombre o de una mujer, quien conoce al argentino, sabe muy bien que el alcance de dicha frase va mucho más allá. Es un canto a la promiscuidad más desenfrenada. Si no importa el DONDE, es por la sencilla razón que no importa la otra persona. Solo importa el cipote, solo importa que la polla del argentino se sienta feliz. El otro es algo secundario, un simple medio. ¿ Eso es lo que Cristo enseñó? No, absolutamente no. Más bien enseñó la castidad y a la vez para aquellos que no quisieran seguir la vía de la castidad, les recomendó el matrimonio.

En lo primero, el argentino no siguió a Cristo, pero en lo segundo sí. El argentino se casó con su YO, es decir, vive en estrecha unión con Dios y con Cristo, porque para él no hay diferencia entre su YO y Dios, ya que para él Dios es su yo infinitamente engrandecido.

Así que Diego lo tenía un poco difícil si quería ir con el argentino más allá de una simple compañía. En eso consiste la locura religiosa del argentino, en confundir su yo con Dios. Con mucha ironía el argentino comenta que Diego siempre se quedaba fuera, mientras él asistía a una misa. Creo humildemente que Diego siempre se quedó fuera del YO del argentino, porque no olvidemos que para el argentino reunirse con Dios es reunirse consigo mismo.  DIEGO siempre  estuvo desterrado, por eso todo acabó de la manera como acabó. 
Por cierto, si el argentino escribiera ahora su biografía, cuántas líneas le dedicaría a Diego? Probablemente ninguna, y si le dedicaba alguna,  quizás ni lo mencionaría por el nombre. sería simplemente otro ser que ha pasado por su vida. ¿Otro cuerpo más donde meter el cipote?