el pas dels anys

EL PAS DELS ANYS

Quatre anys separen, més o menys, aquestes fotos. És especialment evocador tornar als llocs on una vegada vas ser feliç¡¡ 

NORBERTO Y SIMONE ...

NORBERTO   Y MI ARQUITECTO

NORBERTO, EL FALSO MÍSTICO; SIMONE, EL VERDADERO MISTICO

Hace unas semanas, coincidiendo con mi santo, he retomado la correspondencia con Simone, un arquitecto italiano, afincado en Barcelona. No sabría decir por qué, de eso hará un año y medio, dicha correspondencia se interrumpió, o a lo mejor sí, y por razones que no vienen al caso, prefiero no airearlo. Da igual eso, lo relevante es que ahora que la vida del italiano va a dar un cambio radical, éste se ha vuelto a acordar de mí. Digo bien un cambio radical, porque este arquitecto que ha trabajado en proyectos bastante importantes en Barcelona y bajo las órdenes de arquitectos de fama mundial, ha decidido echar al traste todo su pasado y hacerse pastor de vacas en el pirineo catalán. Increíble pero cierto. Yo me he quedado patidifuso, porque no creo que tuviera el valor de tomar una decisión tan  drástica, tan tajante, en fin, tan excesiva.

LA FELICITACIÓN DE NAVIDAD

Hará unos cinco días le envié, junto a unas fotos de Lleida, una felicitación de navidad. Al día siguiente, Simone, quien se ha integrado muy bien en Catalunya, me envió una maravillosa felicitación de Navidad, escrita en su catalán lleno de faltas, he aquí un fragmento:

“Pel cami tambe hi ha una placa commemorativa del teu sant, que feia servir aquest canal per anar de Mila a la seva casa d'estiueig, en una illa toda seva al mig del llac; per cert avui hem anat a la misa a una esglesia molt xula, el Sant Sebastia, que ell va manar construir com ex voto al acabar-se la gran peste de la seva epoca... Mai San Carlo va ser tan present a la meva vida com ara .

per acabar l'album, una simpatica vaquita, a qui li acabaven de dir que estic al punt de convertir-me en pastor jejeje (poz em van agafar a l'escola!)

Doncs molt Bon Nadal i Bon any, Carles, 

espero mes paraules teves!”

LA BELLEZA PRODIGIOSA DE LA FELICITACIÓN.

Muchas cosas bellísimas hay en esta felicitación, que la hacen memorable.

Digamos algunas de esas cosas maravillosas.

1.- El mail ha sido escrito el 24 de diciembre, justo el día en que Simone, acompañado de su familia, ha acudido a la Misa del Gallo en una iglesia de Milán. En principio tal cosa no tendría nada de sorprendente, sino fuera porque el arquitecto se esfuerza por relacionar tal acontecimiento con mi persona. En efecto, como aquel que no DA IMPORTANCIA a lo que hace, Simone me informa que la iglesia donde ha presenciado la misa fue mandada construir por san Carlo Borromeo, en honor del cual, todos los Carlos celebramos el 4 de noviembre nuestra onomástica. Pero no se  detiene ahí la cosa, sino que haciéndome un guiño obvio, añade que nunca como ahora san Carlo ha estado tan presente en su vida. Aquí se debe explicar  que San Carlo Borromeo es el patrón de Milán, es decir, el patrón de su ciudad, la cual, en señal de gratitud, no ha escatimado en gastos, y así le ha dedicado calles, monumentos, museos, fiestas, etc. Sin lugar a dudas, Milán es la ciudad de San Carlo Borromeo. Por lo tanto, cuando dice que San Carlo nunca ha estado tan presente como ahora en su vida, lo que está dejando entrever, así lo creo yo, es que para él hay como una especie de vínculo entre San Carlo y mi persona. De alguna forma, me está identificando con el santo italiano, lo cual me hace feliz, muy feliz. La verdad es que nunca me habían comparado con un santo. Pero siendo más objetivo, lo que en realidad  está sugiriendo Simone es que considera mi aparición en su vida como muy benéfica, tanto como si esa aparición fuera, de alguna manera, querida por el mismo San Carlo. Es decir, me considera como un regalo de San Carlo hacia él, como uno de esos actos caritativos que, según algunos, suelen tener los santos hacia  quienes les suplican cosas. Sea como sea, lo verdaderamente cierto es que esa frase me ha emocionado.

2.- Simone me comunica que ha sido aceptado en la escuela de pastores, por lo cual, ya en 2014 podrá emprender su nuevo oficio de pastor de vacas. No sólo eso, sino que me envía una foto donde aparecen las vacas que dentro de poco va a tener a su cuidado. Esta información también me llena de gozo y de melancolía, porque toda mi infancia y adolescencia giran entorno de las vacas, ya que mi padre fue ganadero, más en concreto,  vaquero, teniendo a su cargo más de 30 vacas, a las cuales ordeñaba cada día. No hay que decir que tal animal refuerza los vínculos entre el italiano y mi persona, ya bastante estrechados por la coincidencia de San Carlo.

LA VERDAD DE LA FELICITACIÓN

Toda la felicitación parece tan mágica que uno sugeriría que es falsa, pero es cierta, absolutamente cierta. Existen los correos, existe el arquitecto, existe la escuela de pastores, y bastaría acudir a esa escuela para cerciorarse que recientemente se ha apuntado en ella un arquitecto italiano. A veces, la misma realidad puede ser también mágica, y este es el caso.

NORBERTO, SIMONE Y EL PODER DE LAS COINCIDENCIAS.

En mí, no sabría decir por qué, las coincidencias siempre han tenido un efecto subyugador. En el caso del italiano hay unas cuantas, tan relevantes como la de San Carlo, la de las vacas, la de tener que ejercer su futuro oficio en el pirineo de Lleida, lo de ser arquitecto, etc.

En el caso del argentino también las hubo, y quizás más espectaculares todavía. Si no las hubiera habido, jamás él y yo nos hubiéramos conocido. En el caso del Norberto, tales coincidencias empezaron el mismo día en que nos conocimos. Esa coincidencia la desconoce el argentino, pues nunca se la he contado, a pesar de ser el origen y fundamento de todas las otras. Pero la verdad sea dicha no creo que ni ahora ni entonces le hubiera interesado lo más mínimo conocerla. Tenía “otras cosas” más importantes en que pensar, ese gran “apologista” del amor y de la espiritualidad.

LA GLACIAL FELICITACIÓN DEL ARGENTINO

Como ya he explicado en otras ocasiones, un día por casualidad encontré en Internet unas palabras del Norberto que me emocionaron mucho y movido por dicha emoción, me decidí a enviarle una felicitación de Navidad. No creo que haya en su vida recibido muchas felicitaciones como esa. En todo caso, su respuesta fue enviarme otra felicitación de Navidad de una frialdad e indiferencia realmente escalofriantes. Cierto es que mi felicitación era anónima, pero eso era, en el conjunto, un detalle baladí, lo importante era el contenido. Para Norberto eso, en cambio, fue lo importante, por lo cual su mayor interés residió en descubrir quién le había escrito. Una vez lo descubrió, como mi persona no le interesaba en lo más mínimo, me despachó con esa desangelada, rutinaria y desganada felicitación. Sin lugar a dudas, una felicitación muy franciscana.

LA GRAN FRUSTRACIÓN POR ESA FELICITACION DEL ARGENTINO.

No fue tanto la frialdad de la felicitación lo que me disgustó, cuanto el sentimiento de desengaño que se apoderó de mí. Para escribir mi felicitación hube de librar una gran batalla interior, porque una parte de mi persona se negaba a escribirla por considerar que eso seria absurdo, ridículo, innecesario, idiota y que no me traería nada de positivo, sino más bien lo contrario, y es que ya entonces para una parte de mi Yo, Norberto era alguien que no era de fiar, más bien falso, que no practicaba con el ejemplo, que se dejaba arrastrar por las pasiones más sensuales, incapaz de gestos fraternales, muy ensimismado en sí mismo, atenazado por los malos rollos, etc. Es verdad que había otra parte en mí que creía en la espiritualidad del argentino, en su capacidad para dar amor y acoger al desfallecido, etc. El combate entre las dos partes de mi yo fue muy encarnizado. Sin embargo, esa sosa felicitación demostraba bien a las claras que Norberto no era el Ser de Luz que yo me había imaginado, por lo cual, mientras oía las carcajadas y los reproches de esa otra parte de mí que me había desaconsejado escribirle, sentía una enorme frustración por haber realizado un fatigoso esfuerzo que no había servido para nada.

LA GRAN DIFERENCIA ENTRE NORBERTO Y SIMONE

La gran diferencia entre los dos queda perfectamente clara y diáfana analizando sus dos felicitaciones. La gran diferencia entre las dos es que mientras la del Norberto es excluyente, la de Simone es inclusiva. Simone me incluye en sus palabras, me acoge, quiere que esté presente en lo que él dice, redacta una felicitación dirigida solo a mí, mientras que el argentino me excluye. En su felicitación Norberto no muestra ningún afecto especial, ninguna citación hay en ella que demuestre que estaba pensando en mí al redactarla, que la escribió con sentimiento, de hecho esa felicitación la hubiera podido dirigir a cualquier otra persona, pues no está personalizada, más aún en el mundo se mandan millones de felicitaciones como esa, frías e impersonales. No hay ABSOLUTAMENTE NADA DE AMOR  en ella, solo el deseo de librarse de mí lo antes posible. Desgraciadamente esa determinación excluyente, arrinconadora, distanciadora,  fue la que reinó en toda la convivencia entre los dos.

MI GRAN ERROR

Mi gran error fue dar una importancia exagerada a unas casualidades y no dársela a lo que en verdad tenía importancia, a saber, a esa falta de voluntad de inclusión, de comunión, que tan a las claras delata la felicitación del argentino. En mi ceguera, creí a pies juntillas que esas casualidades eran los designios de una fuerza superior, llámese Destino, Azar, Providencia, que deseaba que nuestras vidas se cruzaran, aunque solo fuera momentáneamente.

Me equivoqué y mucho, porque esa frialdad, esa determinación de excluirme, de verme como algo extraño e indeseable, se impuso en todos los mails que el argentino me fue enviando a lo largo de toda la convivencia. Entonces, qué sentido tiene querer convivir con alguien que no desea incluirte en su vida, y, que por el contrario busca cualquier pretexto para apartarte, para hacerte el vacio, para discriminarte, para rechazarte o desairarte? Pues obviamente ninguno.

El argentino se llenaba la boca de AMOR y de LUZ, pero era solo un espejismo. Al menos por mi parte, solo alcancé a ver las tinieblas y la soledad, mientras conviví con él.

NORBERTO Y SIMONE: DOS CAMINOS OPUESTOS.

Simone es un peregrino. Norberto es un errante. Esa es la principal diferencia.

Simone se dirige hacia su destino como esas aves que vuelan en círculos acercándose cada vez más a su presa. Hay una coherencia y nobleza en todas sus acciones admirable. No necesita llenarse la boca de AMOR y de LUZ para resultar, para los demás, un ser amoroso y luminoso. Sus acciones bastan para proclamar a los cuatro vientos ese amor y esa luz. Su maravillosa felicitación rebosa amor y luz por los cuatro costados. No le hace falta estafar a los demás con marcianos de Luz, con ángeles extraterrestres, con energías espirituales que son un timo, ni con otras fantochadas pseudoreligiosas tan difundidas por la tramposa moda NEW AGE que con tanta insistencia machacona invade nuestro mundo. No me extraña que cada vez haya más ateos, quién, sino alguien trastornado por alguna desgracia del pasado o del presente, se va a creer semejantes patrañas  por más que  charlatanes con pocas ganas de dar el callo se desgañiten?

Norberto continúa siendo un errante, que va de aquí para allá, a cada paso cree que ha encontrado el sentido de su vida, y a cada paso lo pierde. Baste decir que aquél que dice que ha encontrado la Luz, intentó hace unos meses boicotear mi blog. No fue capaz de dirigirse a mí, prefirió interponer una solicitud que sabía perfectamente que no llevaría a nada. Esa solicitud la hizo en nombre del Amor y de la Luz? Obviamente NO¡¡

Mucho más importante que encontrar la LUZ y el AMOR, es que el AMOR y la LUZ le encuentren a uno, y eso solo ocurre cuando son los demás los que afirman que uno ha encontrado el Amor y la Luz. Así, Simone ha encontrado la LUZ y el Amor, no porque él lo diga, sino porque yo, y espero que otros muchos, así lo afirmen.

Además, y por si hiciera falta, esas vacas perdidas en las montañas de los Pirineos atestiguan que una LUZ poderosa preside las acciones de SIMONE, mientras que los MARCIANOS DE LUZ del Norberto de lo único que dan testimonio es de la NADA, pues esos “engendros sacadineros”  no han existido, no existen y no existirán NUNCA.