STATCOUNTER


lunes, 13 de mayo de 2013

UN DOMINGO HORROROSO

 UN DOMINGO HORROROSO

MI RESPUESTA A AMADO

Aunque hoy lunes lo veo todo mucho más iluminado, ayer domingo nada me parecía claro o nítido…

Ayer pasé un domingo francamente triste. Una tristeza pegajosa subía y bajaba por todos por los recovecos de mi organismo, dejándome una sensación de desgana y de vacío. No tenía ganas de hacer nada, incluso ni de leer, que ya es decir, ni de hojear libros de viajes. Estaba como desorientado, mirando con inquietud e incerteza el futuro. ¿Qué me va a deparar el destino? Soledad o compañía. Ahora mismo es imposible de saber. No tengo ilusión por saberlo ni tampoco me interesa mucho  saberlo. Ahora mismo deseo que el tiempo pase lo más pronto posible, que se me pase esta sensación angustiosa que se ha apoderado de mi estómago para que pueda rehacer una vida normal, con la esperanza de encontrar de nuevo la felicidad. Sé que será muy difícil, pero lucharé por ella.

MI RESPUESTA A AMADO. (esta es, claro, una respuesta literaria; la de verdad se la diré en privado)

Amado siempre será mi Amado. Pasarán los días, los meses, incluso los años y siempre tendrá un lugar de honor en mi corazón. Incluso en unos momentos como los de ahora no tengo nada que reprocharle. Me ha dado tantas cosas bonitas que sería por mi parte una maldad imperdonable no ser agradecido con él.
Que no tenga nada que reprocharle no quiere decir que no tenga que hacerle alguna aclaración, pues ni yo ni él somos perfectos.

AMADO Y LA NO FRUCTIFICACIÓN

Dice Amado que nuestra relación no ha fructificado porque no he deseado vivir junto a él. Eso dicho así no es verdad. La última vez que lo hablamos, le dije que no me importaría que viniera a Lleida para quedarse. Por supuesto él desestimó la propuesta porque su trabajo lo tiene en Barcelona. Él opina así, pero otros opinarían de otra manera. Su hermana y su exmujer son un ejemplo de personas que no opinan como él. Por eso mismo yo le `podría decir que la relación no ha FRUCTIFICADO PORQUE ÉL NO HA TENIDO VALOR DE BUSCAR TRABAJO EN LLEIDA.
La verdad es que eso mismo no se lo hubiera dicho nunca, porque sé como es y me resulta muy fácil ponerme en su lugar, además  es tan buena persona,  conmigo especialmente, que soy incapaz de  decirle algo que pueda turbarle.

Aunque seguramente eso de no decirle las cosas por miedo a no turbarle no ha sido la mejor estrategia. Las cosas hay que decirlas. Yo no las he dicho, pero él tampoco las ha dicho como se tienen que decir. Así que uno por el otro, la casa sin barrer, como se suele decir.

Dicho lo cual, entiendo perfectamente su punto de vista, me parece razonable e incluso deseable, pero lo expuso con tan poca convicción y con tanta inseguridad que no me pareció que para él fuera algo de vital importancia. Porque da la sensación que si yo hubiera dicho que deseaba estar todos los días de la semana junto a él, el problema se hubiera esfumado. El problema es serio y tiene difícil solución. Si por solución se quiere el TODO o NADA, si se busca un camino intermedio, quizás resultara más asequible.

Hoy siento la ausencia de Amado, como la he sentido cada fin de semana que no ha venido a Lleida o yo no he podido ir a Barcelona, como lo ha sentido él cuando se sentía solo en Barcelona los días de entre semana. No es verdad por tanto que el haya sentido más mi ausencia de lo que yo he sentido la suya. Tan es así que las únicas veces en que me he enfadado con él ha sido porque no venía a Lleida alguno de  los fines de semana.

Ahora ha tomado una determinación demasiado tajante, como si quisiera así compensar,  de un plumazo, todas sus anteriores inseguridades. Es una decisión tomada un poco a lo desesperado, basada en unas presunciones que son falsas o injustas, y también en un cansancio que revela una falta de voluntad un poco descorazonadora.

Se equivoca de cabo a rabo si considera que ha habido indiferencia de mí hacia él. Creo que la frustración de tener que pasar muchos días solo le ha hecho ver fantasmas donde no los hay.  Seguramente es muy humana la reacción que ha tenido y no se la critico, pero le recuerdo que no es justo que me juzgue a mí y a mis sentimientos a partir de esa frustración.

En la medida en que he podido, he intentado darle un sentido a nuestra convivencia. Lo habré hecho peor o mejor, pero lo he hecho, y si lo he hecho es porque siempre he creído en ella y sigo creyendo, por supuesto que sí.