“Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo” Lc 17, 1-6 (TODO PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA)
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sábado, 30 de diciembre de 2017
¿DICE LA VERDAD NORBERTO CICIARO SOBRE SU TÍTULO DE PSICOLOGIA?
¿DICE LA VERDAD
NORBERTO CICIARO SOBRE SU TÍTULO DE PSICOLOGIA?
Justo
antes de que se acabe el año me viene a visitar el recuerdo de ese
humano tan pobre de espíritu llamado Norberto Ciciaro. Es un
recuerdo feo, incluso deleznable, que representa en mí el polo de la
negatividad y de la deshonestidad. Por comparación a él, sé si las
cosas o las personas que se cruzan por mi vida son más o menos
honestas, porque sé perfectamente que nunca jamás volveré a darme
de bruces con un tipo tan deshonesto y sin escrúpulos como él. Al
menos para algo me ha servido tener la desgracia de haberlo conocido.
Quien no se consuela es porque no quiere.
Hoy,
no sé por qué, resuenan en mi memoria las palabras de aquel chico
de Pamplona que me dijo que el argentino mentía cuando afirmaba ser
psicólogo. La verdad es que no sé si se sacó o no el título. Y en
realidad me da igual que estudiara o no en la universidad. Pero me
llama la atención que alguien lo cuestione. A la vez me consuela,
porque no solo a mi me dejó un recuerdo nauseabundo. A muchos otros
también. La sensación que yo tengo es que fue a la universidad pero
no se sacó dicho título, sino alguna especie de sucedáneo. Debió
hacer algún curso o algo parecido sobre psicoanálisis y va que
chuta. No creo que se sacara el bachillerato cuando tocaba, y
seguramente lo obtuvo de mayor, lo cual no es ninguna deshonra.
Cuando estaba en Barcelona también acudía a la universidad para
asistir a alguna conferencia o cursillo.
Siempre
me llamó la atención que no utilizara los acentos, y que cometiera
otras faltas de ortografía imperdonables. Lo cual significa o que no
sabía o que era descuidado o incluso vago. Lo que sí que me consta
es que quería saber, quería tener un título, más por vanidad que
por interés. Leía de vez en cuando libros y se sabía algunas cosas
de memoria. Pero no era un hombre culto. Eso, su incultura, me quedó
meridianamente clara. Algunos rudimentos sí que tenía. Pero de
cultura general, siempre algo muy superficial. Cuando se trataba de
profundizar en algo, el pobre se dispersaba, cayendo con frecuencia
en el disparate. Alguna cosita sabía, pero de poca enjundia.
Inolvidables sus errores garrafales. Yo tampoco es que sepa gran
cosa, pero sí lo suficiente como para saber cuando alguien me está
tomando el pelo. Nunca olvidaré las atrocidades que dijo sobre
Nietszche, Heidegger, San Agustín, los Toltecas, ay, los toltecas,
los instauradores de los sacrificios de guerra, que necesitaban
arrancar los corazones de sus prisioneros, y para tener un buen botín
de corazones hacían la guerra. Pues bien, según el argentino, los
toltecas predicaban la Paz¡¡¡¡ Madre mía, que atrevida es la
ignorancia.
Allá
él con su consciencia sobre si tiene su título o no, pero la verdad
es que aquél que se me presentó como: “ De mí vas a obtener la
máxima sinceridad”, ha acabado convirtiéndose en el ejemplo
máximo, al menos para mí, de la INSINCERIDAD.
jueves, 7 de diciembre de 2017
UN ANGEL EN EL VALLÉS
Quedé con él en
una plaza del Vallés, justo cuando el crepúsculo se cernía sobre
la ciudad. Con el corazón henchido de júbilo, me adentré con ese
ángel en un parque oscuro. Era muy joven y muy bello, y también muy
decidido. Yo cojeaba, y él me dejaba que me sostuviera en su hombro.
Así, entre vacilantes pasos nos adentramos hacia lo más oscuro de
la noche, para consumar el deseo que brillaba en el interior de
nuestros emocionados ojos. Tan sobrecogedor fue todo lo vivido, que
tuve la sensación de estar atrapado en el más maravilloso de los
sueños.
NORBERTO CICIARO, EL DEMONIO REVIVIDO
NORBERTO CICIARO, EL
DEMONIO REVIVIDO
Probablemente el
diablo no exista, y sea simplemente una manera con la que los humanos nos referimos a los
sucesos más terribles que han amargado nuestras vidas. De vez en cuando,
y de la forma más inesperada, nos salen al encuentro personas que dejarán una huella de lo más desagradable en nuestras memorias.
Eso mismo me ocurrió
con el argentino. Sin lugar a dudas, mi vivencia con él está entre
las peores que guardo. Su persona la comparo a una bestia que
se ha infiltrado en los abismos de mi inconsciente, y que desde allí muerde, con toda la rabia de que es capaz, mi corazón. Una bestia mala, sin
sentido de lo humano ni de lo cívico; así se me representa la atormentada figura del Norberto. Ese fantasma orgulloso y hostil que
recorre mis recuerdos, como una estrella fugaz que nunca encuentra un
hogar donde reposar.
Es obvio, al menos
para mí, que Norberto se comportó como una mala persona conmigo.
Incapaz de pensar en otra cosa que no fuera él mismo, no tuvo el
menor miramiento hacia mí, creyendo que yo no era nada más que un
auxilio económico, sin sentimientos ni dignidad. Algo de lo que uno
puede prescindir, después de haberlo exprimido bien; una especie de
cacahuete, del cual se arroja la cáscara tras haber ingerido el
fruto.
Prefirió dejar el
peor recuerdo en mí sin entender que ese recuerdo también acabaría
alcanzándole a él. Ciertamente ha usado toda clase de estrategias
pseudomísticas para exterminar cualquier sentimiento de culpa que
pudiera albergar su alma. Pero ha fracasado, nunca podrá absolverse
de su atroz falta de gratitud y de su mezquina forma de obrar.
Su huida hacia
adelante, solo sirve para que la sombra que dejó tras de él, en esa
tan patética abdicación de sus deberes humanos, vaya atrofiándose más y más, adquiriendo una forma diabólica, muy parecida a la que dejaría
cualquier ángel caído. Eso es lo que Norberto es para mí, un ángel que ha
sido arrojado del mundo del bien para convertirse en un diablo obsesionado consigo mismo. Eso
sí, el insignificante argentino se debe conformar con ser un
pobre diablo¡¡¡
sábado, 21 de octubre de 2017
ESPAÑA, UN CONCEPTO MILITAR
La ridícula unidad de España, que algunos supersticiosos consideran algo
sagrado, no tiene nada de sagrado. En la actualidad, solo se mantiene
por la fuerza de las armas, de lo contrario, haría mucho tiempo que los
diferentes territorios se hubieran desgajado. A la neofranquista
oligarquía madrileña, que es la que en realidad gobierna el estado, no
le interesa la gente, sino solo la tierra, para sentirse así más
importante y para poder ampliar el margen de beneficio económico. No es
extraño que la gente honrada no quiera formar parte de un estado
neofranquista que no respeta la democracia, sino que impone la fuerza a
las minorias. ¿ Acaso los gays tendrían que esperar a que fueran mayoría
para ejercer sus derechos?
NORBERTO CICIARO, EJEMPLO DE LA INGRATITUD SEGÚN DOSTOIEVSKI
A continuación cito las palabras de Dostoievsky en relación a la INGRATITUD, escritas en sus Memorias del Subsuelo, que me hacen recordar mi vivencia con ese ingrato llamado Norberto.
"Ese hombre es monstruosamente desagradecido. Es fenomenalmente desagradecido. Incluso creo que la mejor definición del ser humano es esta: un bípedo desagradecido. Pero eso no es todo, éste no es su peor defecto. Su principal defecto es una inmoralidad crónica... Inmoralidad, y consiguientemente, imprudencia. "
ESPAÑA: UN CONCEPTO MILITAR
La ridícula unidad de España, que algunos supersticiosos consideran algo sagrado, no tiene nada de sagrado. En la actualidad, solo se mantiene por la fuerza de las armas, de lo contrario, haría mucho tiempo que los diferentes territorios se hubieran desgajado. A la neofranquista oligarquía madrileña, que es la que en realidad gobierna el estado, no le interesa la gente, sino solo la tierra, para sentirse así más importante y para poder ampliar el margen de beneficio económico. No es extraño que la gente honrada no quiera formar parte de un estado neofranquista que no respeta la democracia, sino que impone la fuerza a las minorias. ¿ Acaso los gays tendrían que esperar a que fueran mayoría para ejercer sus derechos?
martes, 8 de agosto de 2017
EL VICIO DE NORBERTO CICIARO
Hace
pocos días leí el Tratado de las Pasiones, escrito por Rene
Descartes, uno de los hombres más importantes de toda la historia.
No solo fue un filósofo excepcional, que inauguró la filosofía
moderna, sino que como matemático descubrió la geometría
analítica, que revolucionó la historia de la ciencia.
Con
atención leí su hermoso Tratado, que con tanta maestría examina
las pasiones humanas. Como no podía ser de otra manera me llamó la
atención su punto de vista sobre la ingratitud. La verdad sea dicha,
me bastó leerlo para considerar que cada palabra suya se puede
aplicar al Norberto. Sobretodo cuando afirma que la ingratitud no es
un defecto sino un vicio. Una falta de virtud. Una falta de ética
imperdonable. Aplaudo a Descartes cuando afirma que los ingratos son
“arrogantes que piensan que todo les es debido”. No solo eso,
sino que odian la ayuda percibida. Yo lo puedo decir, porque Norberto
fue un desagradecido. Ni un adiós fue capaz de dar en señal de
agradecimiento.
Art.
193. Del agradecimiento.
El
agradecimiento es también una especie de amor provocado en nosotros
por alguna acción de la persona por quien lo sentimos, y con la cual
creemos que nos ha hecho algún bien, o al menos que ha tenido la
intención de hacérnoslo. Contiene, pues, los mismos ingredientes
que el favor, y además se funda en una acción que nos conmueve y a
la que deseamos corresponder: por eso tiene mucha más fuerza,
principalmente en las almas un poco nobles y generosas.
Art.
194. De la ingratitud.
En
cuanto a la ingratitud, no es una pasión, pues la naturaleza no ha
puesto en nosotros ningún movimiento que la suscite; es solamente un
vicio directamente opuesto al agradecimiento, en tanto que este es
siempre virtuoso y uno de los principales vínculos de la sociedad
humana; por eso este vicio es propio únicamente de los hombres
brutales y sumamente arrogantes que piensan que todo les es debido, o
de los estúpidos que no reflexionan en los beneficios que reciben o
de los débiles y abyectos que, sintiendo su imperfección y su
miseria, buscan bajamente la ayuda de los demás y, una vez obtenida,
los odian, porque, no queriendo o no pudiendo pagársela, y
figurándose que todo el mundo es mercenario como ellos y que no se
hace ningún bien sino esperando la recompensa, piensan que les han
engañado.
lunes, 24 de julio de 2017
NORBERTO CICIARO, EL MAYOR CHASCO DE MI VIDA
El
otro día, leyendo Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós, me
topé con la siguiente frase:
“ Yo
me he llevado chascos en mi vida… pero un chasco como éste no me
lo he llevado nunca.”
Sin
lugar a dudas conocer a Norberto Ciciaro ha sido el mayor chasco de
mi vida. No porque tuviera ninguna gran expectativa sobre él. Porque en su momento ya se lo dije: no espero nada de ti. Y él me lo confirmó con toda
su crudeza, “ Yo no te voy a dar nada”.
Eso
nunca fue un problema. Por la sencilla razón de que no obré motivado
ni por el amor, ni por el sexo, ni por la amistad… Sino por algo,
que aún siendo muy común entre los humanos, no quiero decir. En
todo caso era algo que no dependía de Norberto en tanto que
Norberto. Por supuesto, sí que me movió también la caridad, pero
aparte de eso otra cosa que no voy a decir.
El
chasco mayor de mi vida, porque la intuición que tuve al conocer a
Norberto, y por cosas que él mismo me dijo, fue: éste es como yo.
Creo
que somos muy iguales, lo que pasa es que a pesar de tener una
naturaleza parecida, hemos seguido rumbos diametralmente opuestos, de
manera que ahora mismo, o cuando le conocí, éramos como el día y
la noche.
Supongo
que la causa principal de tal evolución es que yo me crié en una
casa aislada en medio del campo, mientras que el argentino creció en
una ciudad de más de 15 millones de personas.
Sin
embargo, yo creo que el argentino ha pagado un precio por contrariar
a su naturaleza original y convertirse en lo contrario de lo que era,
para amoldarse a la gente. Durante nuestra convivencia, él se
comportó como una mala persona, porque yo lo sentí así y porque
él mismo lo decía, cuando cuento a mis conocidos de Argentina lo
que hago aquí, me dicen que soy un hijo de p…
Por
supuesto que él ha intentado desarrollar una bondad exagerada, pero
es una bondad que la practica para obtener la admiración o el cariño
de los demás, por interés, no porque nazca del fondo de su corazón.
En
fin, que esa violencia contra su propia naturaleza explica que se haya
dedicado a algo tan turbio como hacer de curandero por el poder de
las manos.
Vendedor
de humo profesional, no porque diga que cura tal cosa, sino porque
dice que la cura por energías o por chacras, lo cual es
palmariamente falso, porque no existen la energías que no se pueden
medir y porque nadie puede comprobar la veracidad de sus métodos.
Todo se reduce al efecto placebo y a la sugestión de las personas.
Pero
él a lo suyo. Una espiritualidad impostada, que fue la causa
principal que se convertiera en el mayor chasco de mi vida, porque nunca
me hubiese esperado que él, que se ufanaba de seguir el ejemplo de
San Francisco, se fuera de mi piso sin dar las gracias, sin decir
adiós y negando la palabra. Nunca me hubiera imaginado que se
atreviera a obrar así. Pero lo hizo, y aún así a día de hoy defiende
un comportamiento tan mezquino. Es el orgullo que lo anula como persona santa.
sábado, 24 de junio de 2017
NORBERTO CICIARO, UN ESPERPENTO MÁS EN EL MADRID DE LUCES DE BOHEMIA
NORBERTO
CICIARO, UN ESPERPENTO ENTRE MIS RECUERDOS
Hace
pocos días leí Luces de Bohemia de Ramón del Valle Inclán,
considerada por muchos la mejor obra de teatro en español del siglo
XX. Compré la versión de Cátedra, de unas 450 páginas, 300 de las
cuales corresponden a un muy proteico análisis de la obra. Pues
bien, entre las muchas observaciones que se vierten en relación a la
maravillosa obra de Valle Inclán, se encuentra la inclusión de un
fragmento correspondiente a un libro de Pio Baroja, que, por el poder
misterioso de las asociaciones, me hizo pensar inmediatamente en mi
convivencia con el inefable Norberto Ciciaro, he aquí el texto:
“Me
llevaron a una taberna de la plaza de Herradores. Bebieron ellos unas
copas, las pagué yo, y Sawa me pidió tres pesetas. Yo no las tenía,
y se lo dije.
--¿Vive
usted lejos? – me preguntó Alejandro, con su aire orgulloso.
_-No,
bastante cerca.
--Bueno,
pues vaya usted a su casa y tráigame ese dinero.
Me
lo indicó con tal convicción que yo fui a mi casa y se lo llevé.
Él salió a la puerta de la taberna, tomó el dinero, y dijo:
--Puede
usted marcharse.
Ese
“puede usted marcharse” me ha recordado poderosamente el gesto de
desprecio de Norberto hacia mi generosidad para con él. Al igual que
Sawa, Norberto era un ser malignamente orgulloso, capaz de las
mayores ofensas, como la de irse de un piso en el que había vivido a
cambio de nada sin decir adiós ni dar las gracias. Exactamente igual
que el mezquino protagonista del texto anterior. , quien no solo no
da las gracias, sino que se atreve a soltar las siguientes palabras
tan humillantes: “ puede usted marcharse”. Como si el otro en
lugar de ser un individuo con sentimientos e ilusiones, fuera una
especie de autómata sin corazón. Con ese mismo desprecio miserable
me trató a mí Norberto, a mí, que he sido la persona que más le
ha ayudado en la vida a cambio de nada. Como los personajes que
pueblan el mundo de Luces de Bohemia, el argentino también es una
especie de esperpento a la deriva, sin ningún sentido de la lealtad
ni de la gratitud, carente de toda grandeza moral, henchido de
soberbia. En fin, una deformación grotesca del propio San Francisco
de Asís. De la misma manera que Valle Inclán consideraba a España
como una caricatura de la civilización europea, y por eso mismo solo
se la podía representar a través del esperpento. Yo considero a
Norberto como una patética parodia del poverello, y su
recuerdo siempre se me aparece con los rasgos de un fantoche
esperpéntico digno de figurar en alguna de las inmortales obras del
genial Valle Inclán.
lunes, 1 de mayo de 2017
EL TESTIGO DE JEHOVA EN LAS GARRAS DEL MONSTRUO
EL
TESTIGO DE JEHOVA EN LAS GARRAS DE LA BESTIA
Al
estudiante de inglés, no le cabe la menor duda de que el testigo de
Jehová ha caído en la garras del monstruo, quien, tras devorarle
toda lucidez, procede a aniquilarle todo rastro de humanidad, para
dejarlo completamente aislado del mundo civilizado. Seguramente, y
gracias al monstruo, no se siente solo, pero nunca como ahora ha
estado más solo. Cómo diablos se puede disfrutar de la compañía
de un monstruo cuya única finalidad es convertirte en una nada sin
corazón ni alegría.
NORBERTO
CICIARO, EL HOMBRE DEL DESPRECIO
Esta
semana he contactado con 2 chicos uruguayos. En toda mi vida no he
conocido a ninguno, y de repente, en una sola semana, y de forma
independiente, a dos. Son casualidades, y el valor que uno les
otorgue depende más de uno mismo que de ellas. Cuando conocí al
argentino, se produjeron muchas casualidades que me enturbiaron el
cerebro, y por culpa de las cuales acabé abriendo las puertas de mi
piso a un casi desconocido. Hoy, en cambio, curado de semejantes
supersticiones, apenas he dado ninguna importancia a los dos
uruguayos.
Aunque
dichas casualidades me trastornaron más de lo que sería deseable mi
capacidad de discernimiento, no lo hicieron hasta el punto de
anularme toda capacidad de percibir la realidad entorno de mí. Así
me fue sencillo percatarme que a pesar del gesto caritativo que
dispensaba al argentino, éste me despreciaba sin el menor disimulo.
Igual que yo, también Ferran se debió dar cuenta del desprecio con
que correspondía Norberto a su generosidad. Al fin y al cabo, si el
argentino no soportaba al arquitecto, no tenía más que irse de su
casa, pero prefirió quedarse con el pretexto de que no quería irse
bajo un puente. No me vale la excusa, estoy convencido de que su
familia le hubiera ayudado a salir del mal trance, pero su orgullo
desmedido no aceptó ninguna interferencia externa. No tiene, por lo
tanto, nada de extraordinario que el catalán desarrollase la mayor
repulsión hacia un ser que pagaba su caridad con el desprecio más
vil, incluido la humillación de los cuernos, porque en el caso del
argentino el desprecio solía conllevar la necesidad de humillar a
quien no lo adoraba.
Ese
mismo desprecio que yo percibí en mis entrañas y al que intenté
poner fin de la manera más diplomática, ofreciendo al argentino un
final acordado de la convivencia, que fue recibido de la forma más
destemplada posible por éste. Semejante desprecio permanece todavía
en mi recuerdo, por lo cual ya no espero liberarme nunca de él. Como siempre he
sido consciente de ese desprecio, por eso mismo nunca he querido
volver a ver al argentino y no habrá sido por falta de
oportunidades. ¿Qué sentido tiene intentar acercarse a quien te ha
despreciado con toda la fuerza de su corazón? Ninguno, a no ser que uno sea un masoca perdido. Lo cual no ha
impedido que una vez me enteré de que el argentino, quien se había
ido de mi piso sin decir adiós, estaba la mar de feliz, le enviase
tres mails el mismo día recriminándole su proceder. El gran enfado
que tenía dentro para con su incívica forma de obrar bien tenía
que salir a la luz, de otra forma me hubiera acabado enloqueciendo.
Creo que tenía que decirle que había obrado mal. De ahí los 3
mensajes de teléfono en un día y los tres mails en tres meses.
Y
aparte de eso, este blog, donde a través de la escritura intentaba
una especie de catarsis para purgar de mi alma todo lo sucio y
mórbido con lo que el argentino la había embadurnado. No tenía
constancia de que lo que yo escribía podía ser leído por cualquier
persona, pero cuando el argentino en lugar de dirigirse a mí, se
dirigió a la empresa donde tenía el blog para que lo cerraran,
entonces despertó mi ira y me dije: voy a seguir con mi blog hasta
las últimas consecuencias.
El
blog tiene que ver con mi recuerdo, no con el argentino, que como
persona no existe para mí. Es como bucear por las profundidades más
turbias de mi memoria, con la esperanza de encontrar un rayo de luz
que me guie hasta un lugar mágico donde olvidar para siempre al
HOMBRE DEL DESPRECIO. Y a esto, el desgraciado vendedor de humo lo
llama acoso. Pobre hombre¡¡¡¡
lunes, 10 de abril de 2017
NORBERTO CICIARO O COMO HACER EL RIDÍCULO SIN MORIR EN EL INTENTO
El
otro día, se me ocurrió qué pensamientos pasarían por la cabeza
del argentino, si éste volviera a venir a Lleida de visita, invitado
por algún organismo de dudosos fines, para dar una de sus
“inefables” charlas o conferencias. En Lleida, como en todo el
mundo, hay muchos ingenuos e ilusos, así que no tendría nada de
raro que algunos pobres de espíritu se tragaran las patrañas del
argentino.
Imagino
a Norberto tras la conferencia, dando un paseo por el centro de
Lleida, por esas mismas calles que tantas veces recorrió en busca de
más vale no decir qué. Cuando, por aquellas ironías del destino,
estuviera cerca de mi piso: ¿ qué diablos se le cruzaría por la
cabeza? Es difícil decir. Quién sabe lo que barruntaría una mente
tan soberbia como la suya. Si bien no puedo asegurar lo que en
realidad pensaría el argentino, sí que puedo decir lo que yo creo
que pensaría. Por supuesto, no se arrepentiría de nada, porque
según su forma de pensar tan esperpénticamente narcisista, toda la
culpa fue mía y sólo mía. Ël fue una víctima de un acosador sin
escrúpulos, que ha creado un blog donde explica que el argentino se
fue de su piso sin dar las gracias, sin decir adiós, tras estar en
él unos cuantos meses a cambio de nada. Realmente, a mi lado, Jack
el Destripador es un corderito angelical.
Morrocotuda
fue la sorpresa cuando no hace ni un año, el argentino afirmó que
vino a mi piso por razones laborales. NO, vino por CARIDAD, así lo
quiso él y así lo acepté yo. Por lo tanto, si entonces ya faltó a
la verdad de forma tan vergonzosa, qué no haría si volviera a
recorrer las calles de mi ciudad. Echaría, no lo duden, pestes
sobre mí. Aquél que no se dignó a decir adiós a quien más le
ayudó, cómo va a ser capaz de reconocer el mínimo defecto en
su forma de obrar.
Carece
de grandeza moral para hacer la mínima reflexión constructiva sobre
lo ocurrido. Que si el libre albedrío, que si no podía hacer otra
cosa, etc. Cualquier excusa es buena para quien no tiene un poco de
decencia humana. Así que el argentino recorrería las calles de
Lleida haciendo gala de su congénito autismo moral, sin la menor
pesadumbre por su comportamiento pasado. Seguro de sí mismo, con la
consciencia tranquila, incapaz de reconocer el daño causado,
mirando, como de costumbre, con desdén cualquier intento de
rectificar, ahogándose en su propio EGO, feliz de haberse conocido.
El
tiempo pasa, pero la mente del argentino se petrifica, convirtiéndose
en un juego de espejos que refleja, hasta el infinito, a su vanidoso
Yo, ante el cual se postra como si fuera un ídolo de masas. Un ídolo
no, pero un fantasma que anda a la deriva, sí.
Seguramente,
andaría por las calles de Lleida como si conociera el sentido de la
vida, qué vas a conocer tú, embaucador de almas desesperadas. Por
no conocer, no conoces ni el mínimo sentido de la gratitud, ese
mismo sentido que lleva a los gatos a mirar con ojos agradecidos a
quien les ofrece una cola de sardina. Tu alma no conoce ni siquiera
ese instinto que pervive incluso en las bestias más salvajes. Eres
lo peor que he conocido, y por eso de ti no espero más que
pensamientos pésimos y llenos de desprecio, exactamente el mismo
desprecio que me mostraste cuando convivíamos juntos. El mismo
desprecio que me mostrarías aunque volvieras a nacer mil veces más.
Un desprecio que si mi alma fuera inmortal, viviría eternamente en
mí, como un recuerdo que mordiera sin compasión mis entrañas.
EL TESTIGO DE JEHOVA Y EL PAPEL
El
otro día, cuando el estudiante de inglés abrió la puerta de su
piso, encontró un papel que alguien había deslizado por debajo de
la puerta. Era un folleto publicitario sobre los testigos de Jehová.
Al instante, el estudiante de inglés pensó en el testigo de Jehová.
No era nada probable que éste le hubiera dejado dicho papel, pero a
pesar de todo, un escalofrío le cruzó el corazón al imaginarse que
hubiera podido ser así.
Es
difícil encontrar a un pájaro que desee vivir en una jaula, pero,
en cambio, hay muchos humanos que lo anhelan, por desesperación o
por falta de lucidez, qué más da, las rejas aprisionan de igual
forma.
sábado, 4 de marzo de 2017
DE VIAJE HACIA DONDE FUI ENGENDRADO: ALMERÍA
HACIA EL LUGAR DONDE FUI ENGENDRADO: almería
En efecto, mis padres eligieron Almería como destino de su viaje de bodas, y no hay que ser especialmente sagaz para darse cuenta que allí, en alguna habitación de hotel, yo fui engendrado en una tórrida noche de amor.
Hacia allí iremos dentro de poco. Por primera vez visitaré Almería, la tierra donde la semilla fue sembrada para que naciera yo.
EL EFECTO MARIPOSA Y NORBERTO CICIARO
EL
EFECTO MARIPOSA Y EL ARGENTINO
Otra vez he ido a Barcelona de visita, y he ido buscando lo mismo que pensaba que podría encontrar gracias al argentino. Buscando algo que nada tiene que ver ni con el sexo ni con el amor. He ido al sitio correspondiente, y allí he depositado lo mismo de siempre, con la esperanza de que algo maravilloso ocurra en el futuro. Seguramente nada ocurrirá, pero yo no pierdo la esperanza.
Sin lugar a dudas, cegado por ese impulso que me empuja hacia ese sitio donde acabo de ir, abrí las puertas de mi piso a Norberto. Fue un error trágico en mi vida, porque movido por esa ilusión arrolladora, no tuve la suficiente lucidez de percatarme de la verdadera naturaleza del argentino: un tipo egoísta que solo miraba por su propio interés sin importarle en lo más mínimo las consecuencias de sus actos. Él mismo es la prueba de que el más aparentemente insustancial acto puede dar lugar a efectos inmensos. Pocas veces lo ridículo y lo supuestamente espiritual se dan la mano de una forma tan absurda como en el caso del argentino. Pocas veces el poder de la soberbia ha alcanzado un cenit tan elevado como en el caso del Norberto, el Iluminado con la luz de una linterna.
EL TESTIGO DE JEHOVA Y LA SALA IMPERATOR
EL
TESTIGO DE JEHOVA Y LA SALA IMPERATOR
El
otro día, por coincidencias del destino, el estudiante de inglés
pasó por delante de la sala Imperator. Al instante, recordó la
desgraciada experiencia que el Testigo de Jehova vivió en esa
misma
sala. Movido por un sentimiento de compasión, sintió
algo turbio en
lo más profundo de su ser. Sin lugar a dudas,
experimentó una
sensación de empatía, que le hizo recordar
con afecto a aquel que
ahora mismo a lo mejor vaga sin rumbo
fijo, inspirado por
extravagantes voces interiores.
domingo, 15 de enero de 2017
REIKI: EL TIMO DE LOS CHARLATANES
REIKI: EL TIMO DE LOS CHARLATANES
NO ES UNA TÉCNICA MILENARIA
Tal como se dice en el siguiente enlace: http://esceptica.org/2014/02/11/introduccion-a-la-pseudociencia-reiki/:
“Aunque continuamente nos venden que el reiki es un arte milenario (intentando, inexplicablemente, que sea sinónimo de “de eficacia probada”), lo cierto es que no hay constancia de su uso hasta los primeros años de la década de 1920, cuando un monje budista japonés llamado Usui Mikao se subió a un monte a meditar y tuvo la revelación de poder sanar usando la energía vital del universo. Por suerte para nosotros, ya no es necesario pasar hambre y frío meditando en la cima de un monte japonés para aprender a hacerlo. Basta con pagar el coste del cursillo, que consta de cuatro niveles (I, II, III y Maestría) con un precio de 150€ por el de nivel I, hasta 450€ por el de maestría. “
DEMOSTRACIÓN CIENTÍFICA DE POR QUÉ EL REIKI ES UNA ESTAFA:
Tal como se puede leer en el siguiente artículo: https://lacienciaysusdemonios.com/2011/01/18/%C2%BFes-realmente-efectivo-el-reiki/
“¿se puede considerar al Reiki como una terapia?
Una revisión de Lee y autores publicada en la revista “International
Journal of Clinical Practice” pretende aportar algunas respuestas a
esa pregunta mediante la evaluación sistemática de todas las
evidencias aportadas. Para ello se emplearon 23 bases de datos
diferentes sin ninguna restricción de idioma y recogiendo muestras
hasta principios del año 2008. El estudio analizó 205 publicaciones
que mostraban ensayos clínicos, pero sólo 9 de ellos cumplían los
mínimos criterios para extraer conclusiones.
Dos de los
ensayos mostraron algunos beneficios del Reiki sobre el placebo para
casos de depresión, mientras que uno de ellos no mostró ninguna
mejora. Para los casos de dolor y ansiedad, un ensayo no mostró
diferencias con el control. Para el estrés uno de los estudios
mostró una ligera eficacia respecto al control, mientras que para la
recuperación funcional tras un infarto isquémico no se encontró
ningún beneficio respecto al control, como tampoco se encontraron
efectos terapéuticos en los casos de ansiedad de mujeres embarazadas
que han sufrido una amniocentesis. Tampoco se encontraron efectos
terapéuticos en casos de diabetes o de ansiedad y depresión en
mujeres que han sufrido una biopsia mamaria.
Además, muchos de los ensayos adolecen de duplicados o triplicados, trabajan con muestras de un número muy bajo de pacientes o poseen un diseño experimental inadecuado. Por tanto, las conclusiones muestran que no hay ninguna evidencia experimental para afirmar que el Reiki suponga un tratamiento beneficioso, y su valor terapéutico todavía ha de ser probado.
Debido a su falta de base científica, existe aún una amplia oposición a su incorporación a los sistemas públicos de salud y no existe ninguna titulación oficial reconocida por las autoridades sanitarias ni educativas de ningún país. A pesar de ello, en algunos hospitales españoles se usa como terapia complementaria. Así por ejemplo entra dentro de las opciones de apoyo comunitario a enfermos de SIDA, aunque ninguna de las dos organizaciones hace valoraciones sobre su eficacia. Algunos servicios públicos de sanidad, como el “National Health Service” (NHS) del Reino Unido, o el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM) de los EE.UU. informan a sus pacientes sobre Reiki y lo ofrecen como terapia complementaria. El uso de fondos públicos para financiar tratamientos no probados ha causado en estos países una gran polémica.”
NORBERTO CICIARO Y LAS BROMAS DE YOUTUBE
Norberto ciciaro, el tipo con menos etica con el que he topado…
Estos días, viendo las bromas de YOUTUBE, he recordado mi convivencia con Norberto.
En una de estas bromas, aparece una bicicleta dejada en un rincón de la calle. Un transeúnte se fija en ella, y dominado por la codicia, decide apropiarse de ella. Una vez montado en la bicicleta, sale corriendo, pero antes de que recorra unos pocos metros, un hombre que surge de la parte trasera de un árbol, le estampa una tarta de nata en toda la cara.
Cada presunto ladrón reacciona de una manera distinta: los hay que intentan disculparse, otros huyen a la desbandada, y otros se enfrentan al bromista.
Es evidente la relación entre la broma y el caso Norberto. El argentino, quien se aprovechó de mi hospitalidad, fue capaz de negarme la palabra y de irse sin decir adiós ni dar las gracias, comportándose como el ser más desagradecido que uno se pueda imaginar, no se fue de rositas, pues al igual que en las bromas de youtube, recibió una tarta en plena cara, o mejor dicho, UN BLOG en plena consciencia. Este blog es como una tarta de nata arrojada contra la ingratitud desmedida e injustificada de un argentino sin principios morales.
La reacción del argentino fue tan absurda como la de esos presuntos ladrones que, tras ser alcanzados por la tarta de nata, se enfrentan al bromista. Puede que sea una broma pesada, pero robar algo no es precisamente un acto ligero, sino que implica una clara voluntad de saltarse las mínimas normas éticas. Luego: donde las dan las toman.
En fin, hoy no me cabe la menor duda de que el argentino no tenía ninguna intención de mostrarse agradecido. Para él, mi ayuda, que me supuso un esfuerzo titánico, por razones que no vienen al caso, no revestía ningún valor, por lo tanto, le pareció del todo innecesario exteriorizar su gratitud. Bastaba con que me hubiera dado las gracias y se hubiera despedido como cualquier persona civilizada. No solo no hizo eso, sino que se atrevió, el muy miserable, a negarme la alabra. Durante mucho tiempo, no entendí semejante actitud tan mezquina. Hoy la entiendo aceptablemente bien, Norberto es un tipo que no tiene, o al menos no tenía, el sentido de la solidaridad y no lo tiene por razones psicológicas o patológicas, dígase como se quiera.
Actuó, pues, según instintos, dejando de lado la razón. Ninguna ley positiva le obligaba a ser agradecido, pero al obrar tan unilateral mente, provocó que yo también, por reflejo, obrara unilateralmente, explicando lo absolutamente inmoral de su comportamiento.
Pero, vamos, se fue de mi piso de la misma manera que se fue de la Argentina o ue se fue de la casa de Diego: a saber, por creer que en alguna parte existiría un mundo hecho a su imagen y semejanza. Tal elucubración no existe en ninguna parte, pero el iluminado del argentino sigue buscando fantasmas entre la niebla de su mente a la deriva.
LA VIDA DEL TESTIGO DE JEHOVA
EL TESTIGO DE JEVOHA Y SU DESTINO
EL TESTIGO DE JEVOHA Y SU DESTINO
El otro día, Álvaro preguntó al estudiante de inglés qué sabía acerca del testigo de Jehová, a lo cual éste respondió que absolutamente NADA. Nada sabe el uno del otro. A pesar de semejante desconocimiento, el estudiante de inglés dijo a Álvaro, que probablemente el Testigo de Jehova siga dominado por la locura religiosa, aunque la verdad sea dicha no tiene ninguna prueba o indicio para sostener tal afirmación. Si sigue bajo la obediencia de una secta religiosa, no hay nada que hacer, está absolutamente perdido y nada de lo que se le diga tendrá el menor efecto en él. No se puede razonar con quien abomina de la razón. A lo mejor no ha caído bajo las garras de la locura religiosa, y lleva una vida más o menos normal, centrada en su trabajo. Quien sabe si ha rehecho su vida sentimental, y vive feliz junto a otra persona. Sea como sea, todo son meras suposiciones porque en realidad el estudiante de inglés no tiene ni repajolera idea de cómo es actualmente la vida del Testigo de Jehová.
El otro día, sin ir más lejos, a causa de un error involuntario el estudiante de inglés marcó su número de teléfono. Al darse cuenta del error, éste inmediatamente cortó la llamada. Era un momento de tensión, porque tenía que hacer 4 cosas a la vez, y casi no hizo ninguna bien. Sin embargo, el estudiante de inglés no hizo ninguna aclaración al Testigo de Jehová, porque pensó que semejante acto podría ser interpretado por el Testigo como algo enojoso, y lo último que quiere hacer el estudiante de inglés es molestar al testigo d Jehová. Que siga libremente con la vida que él ha elegido.Sobretodo porque, así almenos lo cree el estudiante de inglés, el Testigo de Jehova pasa por una etapa de su vida en la que no quiere ser molestado por el mundanal ruido.
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