I SI FUERA DIEGO
QUIEN LEYERA EL BLOG
Estas últimas semanas me ha
rondado por la cabeza la peregrina idea de que quizás sea Diego, y no tanto el
argentino, quien lea este blog.
Es muy posible que esté
completamente equivocado, pero al menos como hipótesis no me parece del todo
descabellada.
Otra hipótesis para nada ilógica
podría ser que de nuevo Diego conviviera junto al argentino, en este caso me
inclinaría por creer que es el argentino quien lee el blog, sin embargo tengo
mis serias razones para descartar esta última suposición
QUÈ ESPERARIA DIEGO DEL BLOG?
Quizás conocer de primera mano
información relevante sobre la situación presente del argentino: dónde está,
con quién vive, etc. Pero esta clase de información nunca la va a leer en este
blog, por la sencilla razón de que no es ésta, ni mucho menos, la función del
blog. Además me parece de lo más absurdo seguir el rastro del argentino. Que
haga lo que le dé la gana. Aunque bien debe saber Diego más que otros lo que
ahora debe estar haciendo. En general su forma de actuar es muy previsible,
siempre guiada por el egoísmo.
LO DEL ARGENTINO Y MADRID.
Si hace tiempo comenté que el
argentino estaba en Madrid, no lo hice tanto por difundir su paradero, sino
para dejar constancia de que justo cuando descubrí su estancia en la capital
española, llegué a presentir con bastante fundamento que el argentino había
averiguado algo muy íntimo de mi persona y que no lo había interpretado
rectamente.
Entonces me incomodó que pudiera llegarlo a
saber, pero ahora ya me da igual. Además las conclusiones que sacara, en el
caso que sacara alguna, serían falsas. Porque bien debería saber el argentino
que no es lo mismo pecar de pensamiento que PECAR de obra. Y hasta aquí, de momento, puedo aclarar el enigma.
LA CONVIVENCIA DE DIEGO CON EL ARGENTINO
Quizás le interesara a Diego, en
el peregrino caso de que fuera un lector de este blog, obtener alguna
información que yo pudiera poseer sobre dicha convivencia. En tal caso debería
saber que mis conocimientos son escasísimos, aunque no inexistentes.
Le podría decir, por ejemplo, que
la opinión del argentino sobre dicha convivencia era de lo más positiva. El argentino
sentía que encajaba muy bien en la ciudad de Diego. Más aún, sentía que esa
convivencia colmaba todas sus expectativas, lo cual, y tratándose de una persona
tan poco afín a elogiar al prójimo como el argentino, resulta de los más sintomático.
Por todo ello sorprende mucho que a los pocos meses de que el argentino
expresara públicamente su plena felicidad por dicha convivencia, ésta se
quebrara, originando una casi irreversible separación entre los dos.
DOS CONVIVENCIAS INFINITAMENTE
OPUESTAS
Creo que la convivencia de Diego
con el argentino se desarrolló dentro de unos parámetros previsibles y normales,
que hasta donde yo sé contentaron mucho a éste último.
Mi convivencia con el argentino,
en cambio, resulta tan insólita que sólo por ello merece ser analizada mediante
un blog o un libro. Es difícil que dos personas en sus plenas capacidades
mentales decidan emprender una convivencia tan antinatural, triste y absurda como la que nosotros dos
emprendimos.
EL FINAL DE LA CONVIVENCIA DEL
DIEGO
Aunque no puedo demostrarlo ni
tengo una certeza absoluta intuyo con bastante fundamento de causa que la siguiente frase que publicó el argentino en Facebook:
"EL HOMBRE QUE AMÉ NO MERECÍA MI
AMOR… NO MERECÍA NI SIQUIERA UNA SEGUNDA MIRADA”.
Pudieran referirse ni más ni
menos que a Diego. Si ello fuera así, el argentino estaría dando a entender la
absoluta falta de correspondencia de Diego hacia él. Es decir, todo
el mérito de la convivencia se debía al argentino. Diego había sido una especie
de espejismo, o peor aún, una especie de parásito que se había limitado a
absorber todo el amor del argentino, sin aportar nada.