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domingo, 5 de julio de 2015

PROPERES VACANCES


























NORBERTO Y EL TERCER ACUERDO TOLTECA



NORBERTO Y EL TERCER ACUERDO DE LA SABIDURÍA TOLTECA.

Ese acuerdo, el tercero, afirma que no debes hacer suposiciones sobre nada. Si por ejemplo un amigo no te devuelve el saludo mientras te lo encuentras por la calle, no debes deducir que está enfadado contigo. Antes de precipitarte a sacar conclusiones imprecisas, debes asegurarte de que tu suposición descansa sobre bases sólidas, lo cual, sin duda, es de lo más razonable, pero casi imposible de llevar a la práctica.

MIS SUPOSICIONES SOBRE NORBERTO

Cuando ofrecí a Norberto un  piso, apenas lo conocía, por lo cual tuve que hacer unas cuantas suposiciones sobre él.

1 SUPOSICIÓN

Norberto me cuenta que está muy deprimido, que tiene los ánimos destruidos, Norberto ha estudiado psicología, luego, él precisamente  no podía confundir un estado pasajero de tristeza con un cuadro de depresión, hubiera sido un diagnóstico impropio de alguien que supuestamente había sido instruido en una universidad para diferenciar una cosa de otra.

La suposición que yo hice fue la siguiente, mi padre tiene depresión, diagnosticada por los médicos, sus síntomas son incuestionables, luego como Norberto  afirma que también está deprimido, su estado de ánimo será similar al que presenta mi padre.  Ahora que el tiempo ha pasado puede afirmar con la mayor elocuencia que Norberto estaba triste pero no tenía para nada depresión. Ya en su momento me di cuenta de ello, porque alguien que baila, que ríe, que hace tonterías no puede estar deprimido y menos tener los ánimos destruidos. Mi padre por supuesto no hacía ninguna de esas cosas. Entonces por qué Norberto escribió que estaba muy deprimido y que tenía los ánimos destruidos. Muy sencillo: porque es un tramposo empedernido. De la misma manera que no tiene el menor rubor a afirmar que existen unos marcianos de luz que desde las Pleyades velan por nosotros, afirma que está muy deprimido sin estarlo.   

2 SUPOSICIÓN

En mi ingenuidad supuse que Norberto no venía con ningún prejuicio hacia mí. Incluso supuse que mi gesto de caridad despertaría en él un cierto aprecio hacia mi persona. Ni lo uno ni lo otro. No despertó nada. Una cosa es que no tenga aprecio a mi persona, pero otra muy distinta es que tampoco lo tenga hacia ese gesto de caridad, pues dicho gesto es bueno o malo independientemente de la persona que lo ejecute. Ese gesto existió y no prescribirá nunca mientras su memoria y la mía lo recuerden. Hoy no tengo la menor duda al respecto, había en Norberto algo, da igual si era consciente o inconsciente, que lo indisponía hacia mí. Y eso es así, porque así lo percibí en múltiples ocasiones. Pero aun esa indisposición hacia mí podría entenderla, pero hacia mi gesto, no, me resulta incomprensible. Porque tenía esa indisposición inicial, incluso antes de iniciar la convivencia: POR SOBERBIA.

Es hoy, tras esa iluminación mística desencadenada en su consciencia por las técnicas orientales, menos mentiroso y menos soberbio? En mi opinión : NOOOOO¡¡

Es más soberbio, cómo si no se entiende que a día de hoy no reconozca que el mío fue un gesto de caridad. Según él mismo vino a mi piso POR RAZONES LABORALES, chúpate esa¡¡¡En el pasado reconoció por escrito que vino por caridad, y hoy, tras someterse a machaconas sesiones de terapias orientales, dice que no hubo caridad. Un cambio de actitud tal ya bastaría para descalificar todos esos timos del Reiki, de los pleyadianos, etc.

Y es más estafador; ya en su día Ferran lo definió como una ESTAFA, y no creo que sea mejor la opinión de Diego, de lo contrario no me explico porque en el pasado mostró tanto interés hacia este blog. Es más estafador, porque nunca antes se había atrevido a ganarse la vida a costa del efecto placebo, es decir, a costa de la credulidad de los incautos o de los esnobs. No hay ni una verdad en lo que dice a cambio de cobrar un dinero por ello. No existen las energías que no se pueden medir. Por definición las energías se miden, de lo contrario no serían energías. No existen los marcianos que no emiten señales, si existieran, sus ondas llegarían a la tierra, no llegan, luego no existen. No existe la sabiduría tolteca, en el sentido en que la define el señor Miguel.
Anda que los toltecas no hicieron suposiciones. Por ejemplo supusieron que los dioses necesitaban la sangre humana para sobrevivir. Y como estas otras miles de suposiciones.

En fin, que si yo no hubiera supuesto lo que supuse acerca de Norberto, nunca hubiera existido ni este blog ni mi convivencia con el argentino.