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domingo, 16 de agosto de 2015

DAVID DESCONEXIÓN TOTAL



DAVID, DESCONEXIÓN TOTAL








No puede haber ni amistad ni un poco de relación sino no hay interacción, es decir, retroalimentación. Incluso los ordenadores son capaces de interactuar los unos con los otros.



La pereza por actuar puede ser comprensible, y respetable, cada uno se lo monta como quiere, pero en ningún caso puede servir para establecer vínculos con otras personas. Si no hay intercambio, no hay negocio. De la misma  manera, si no hay interacción interpersonal, no hay convivencia, sea ésta del tipo que sea, entre seres humanos.






Si alguien te envía una señal, sea ésta del tipo que sea, debes responder de alguna manera, porque ignorar dicho señal solo se puede entender como un  acto de desprecio o de indiferencia, sobretodo cuando el otro te lo hace saber…



 






La cuestión no es si tiene sentido comunicarse con alguien que no interactúa y que incluso no replica, que obviamente no lo tiene,  sino si vale la pena hacerlo.



NORBERTO Y UNA ACALORADA DISCUSIÓN SOBRE PSICOLOGÍA



NORBERTO Y UNA ACALORADA DISCUSIÓN SOBRE PSICOLOGÍA

Lo recuerdo perfectamente. Estaba sentado junto a Norberto en un tren, camino de Bilbao. No sabría decir muy bien cómo, pero en un determinado momento de la conversación dije: para mí la psicología no es una ciencia. El argentino, como no creyendo lo que estaba oyendo, dilató los ojos, agitó nerviosamente las manos y se puso a lanzar berridos. Todo el vagón se enteró de las ruidosas palabras de Norberto. Madre mía, qué forma de gritar¡¡¡ Como si los gritos pudieran suplir a los argumentos. No, no los suplen.
El argentino se lo tomó tan mal, porque en su desconfiada mente, se pensó que lo dije para fastidiarle, pero la verdad es que siempre lo he creído, aunque ciertamente todo es matizable.

Vayamos por partes.

Norberto se especializó en psicoanálisis, que es un método para tratar los desórdenes de la psique. Nunca he creído que eso sea ciencia, pero que lo crea yo vale de bien poca cosa. Mucho más relevante es que lo crea Karl Popper, el mayor filósofo de la ciencia del siglo XX, quien rotundamente afirmó que el psicoanálisis no es una ciencia, por la sencilla razón de que sus hipótesis no se pueden falsear. Cómo vas a poder demostrar que las pulsiones inconscientes son el motor de la conducta humana? A ver cómo demuestras eso?

Sin lugar a dudas, hay aspectos de la psicología basados en la experiencia y por lo cual merecen un respeto, pero aún en esos casos, la psicología no puede competir con otras ciencias de mayor rigor como la química o la física, porque no está sometida a medida.

Algún día, toda la psicología será esencialmente psiquiatría, es decir, neurociencia. Mientras la psicología no muestre la relación directa que hay entre una depresión y la cantidad de dopoamina que segrega el cerebro, no podrá ser considerada una ciencia de pleno derecho. En el fondo de todo comportamiento humano hay unas reacciones químicas que ocurren en las neuronas y que justifican dicha conducta. Ciertamente los métodos de la psicología pueden ser útiles para ayudar a salir de una depresión, pero lo podrían ser mucho más si vinieran acompañados por un conocimiento riguroso de cómo esos métodos afectan a las reacciones neuronales. En ese sentido, decía yo que no consideraba a la psicología una ciencia verdadera, en la medida en que no es capaz de establecer relaciones numéricas entre los efectos y las causas. Las causas de todo comportamiento humano no son las pulsiones subconscientes sino las reacciones electroquímicas que vinculan unas neuronas con otras.

TANTO DEFENDER QUE LA PSICOLOGÍA ES UNA CIENCIA, Y AL FINAL EL ARGENTINO SE HA TIRADO DE CABEZA A LAS PSEUDOCIENCIAS.

Los marcianos de luz,
Los cursos de milagros,
La imposición de manos,
La energía de los cristales,
Las flores de bach

Todo lo anterior está basado en supersticiones que no se pueden demostrar experimentalmente, por lo tanto, no son ciencia, a lo sumo son, CHORRADAS de las cuales se valen algunos charlatanes para poder vivir descansadamente, sin dar un palo al agua, a costa de la credulidad del prójimo.

Que lamentable que aquél que defendía  la psicología como ciencia haya acabado siendo un contumaz propagador de la pseudociencia. Sorpresas que da la vida¡¡¡¡¡

Pero la verdad sea dicha, Y ES MI HUMILDE OPINION, resulta mucho más descansado manosear, con espasmos ridículos, a unos pobres ignorantes que servir copas en un  bar hasta las tantas de la noche. LA AVERSIÓN AL TRABAJO ES, A MI MODO DE VER, LO QUE  CONVIERTE A MUCHOS A LA PSEUDOCIENCIA