NORBERTO Y UNA ACALORADA
DISCUSIÓN SOBRE PSICOLOGÍA
Lo recuerdo
perfectamente. Estaba sentado junto a Norberto en un tren, camino de Bilbao. No
sabría decir muy bien cómo, pero en un determinado momento de la conversación
dije: para mí la psicología no es una ciencia. El argentino, como no creyendo
lo que estaba oyendo, dilató los ojos, agitó nerviosamente las manos y se puso
a lanzar berridos. Todo el vagón se enteró de las ruidosas palabras de
Norberto. Madre mía, qué forma de gritar¡¡¡ Como si los gritos pudieran suplir
a los argumentos. No, no los suplen.
El argentino se lo tomó
tan mal, porque en su desconfiada mente, se pensó que lo dije para fastidiarle,
pero la verdad es que siempre lo he creído, aunque ciertamente todo es
matizable.
Vayamos por partes.
Norberto se especializó
en psicoanálisis, que es un método para tratar los desórdenes de la psique. Nunca
he creído que eso sea ciencia, pero que lo crea yo vale de bien poca cosa. Mucho
más relevante es que lo crea Karl Popper, el mayor filósofo de la ciencia del
siglo XX, quien rotundamente afirmó que el psicoanálisis no es una ciencia, por
la sencilla razón de que sus hipótesis no se pueden falsear. Cómo vas a poder
demostrar que las pulsiones inconscientes son el motor de la conducta humana? A
ver cómo demuestras eso?
Sin lugar a dudas, hay
aspectos de la psicología basados en la experiencia y por lo cual merecen un
respeto, pero aún en esos casos, la psicología no puede competir con otras
ciencias de mayor rigor como la química o la física, porque no está sometida a
medida.
Algún día, toda la
psicología será esencialmente psiquiatría, es decir, neurociencia. Mientras la
psicología no muestre la relación directa que hay entre una depresión y la
cantidad de dopoamina que segrega el cerebro, no podrá ser considerada una
ciencia de pleno derecho. En el fondo de todo comportamiento humano hay unas
reacciones químicas que ocurren en las neuronas y que justifican dicha
conducta. Ciertamente los métodos de la psicología pueden ser útiles para
ayudar a salir de una depresión, pero lo podrían ser mucho más si vinieran
acompañados por un conocimiento riguroso de cómo esos métodos afectan a las
reacciones neuronales. En ese sentido, decía yo que no consideraba a la
psicología una ciencia verdadera, en la medida en que no es capaz de establecer
relaciones numéricas entre los efectos y las causas. Las causas de todo
comportamiento humano no son las pulsiones subconscientes sino las reacciones
electroquímicas que vinculan unas neuronas con otras.
TANTO DEFENDER QUE LA
PSICOLOGÍA ES UNA CIENCIA, Y AL FINAL EL ARGENTINO SE HA TIRADO DE CABEZA A LAS
PSEUDOCIENCIAS.
Los marcianos de luz,
Los cursos de milagros,
La imposición de manos,
La energía de los
cristales,
Las flores de bach
Todo lo anterior está basado en
supersticiones que no se pueden demostrar experimentalmente, por lo tanto, no
son ciencia, a lo sumo son, CHORRADAS de las cuales se valen algunos
charlatanes para poder vivir descansadamente, sin dar un palo al agua, a costa
de la credulidad del prójimo.
Que lamentable que aquél
que defendía la psicología como ciencia
haya acabado siendo un contumaz propagador de la pseudociencia. Sorpresas que
da la vida¡¡¡¡¡
Pero la verdad sea dicha,
Y ES MI HUMILDE OPINION, resulta mucho más descansado manosear, con espasmos ridículos, a unos pobres
ignorantes que servir copas en un bar
hasta las tantas de la noche. LA AVERSIÓN AL TRABAJO ES, A MI MODO DE VER, LO
QUE CONVIERTE A MUCHOS A LA PSEUDOCIENCIA