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sábado, 6 de diciembre de 2014

DAVID Y LA PERDIDA DE TIEMPO



DAVID Y LA PERDIDA DE TIEMPO

No sé muy bien por qué David se empeña en decir que fue una pérdida de tiempo. Quizás porque lo compare con una planta de la cual se espera un sabroso fruto. Como la planta no dio fruto, entonces el nacimiento de dicha planta fue un acto absurdo, es decir, una pérdida de tiempo. Sin embargo, yo no opino lo mismo, porque aunque en parte se puede admitir que no hubo fruto, sí que hubo floración, sí que hubo bellas flores, y solo para contemplar en uno mismo las bellas plantas en flor valió la pena, y todo aquello que vale la pena nunca es ni absurdo ni mucho menos resulta una pérdida de tiempo. Tanto es así, que si volviera a vivir, me gustaría volver a hacer eso que David considera, sin mucho tino, una pérdida de tiempo. Porque eso dejó muchos bellos recuerdos, cada uno de los cuales se puede comparar a una flor.
 Una vez dicho lo anterior, también creo que cada planta tiene su propio desarrollo: así las hay que dan fruto muy pronto, otras que tardan más y otras que no lo dan nunca. La impaciencia en estos casos no suele ser muy buena consejera, y muchas veces solo sirve para malograr lo que prometía ser una perfecta culminación. Pero sea como sea, es de lo más injusto afirmar que donde hubo hermosas flores, también hubo una pérdida de tiempo.
En fin, más pérdida de tiempo resulta cortar las flores para que no den fruto. Sobre todo, cuando se sabe que muchas plantas no dan fruto, y a pesar de ello se las admira por sus bellísimas flores, este es el caso de las rosas.

EL ARGENTINO Y FERRAN



EL ARGENTINO Y FERRAN



En su último escrito, el argentino afirma que yo escribí mails a Ferran. Eso, como casi todo lo que dice el argentino, es una verdad a medias, muy a medias.



LO QUE SUCEDIÓ EN REALIDAD



Ferran leyó este blog. Como se identificó mucho con lo que contaba acerca del argentino, se decidió a enviarme un mail para darme ánimos y para despacharse a gusto acerca del argentino. Entonces, yo le envié otro mail para aclararle algunos puntos.

Por lo tanto, yo envié un mail a Ferran, porqué él previamente me había enviado otro. Si no me lo hubiera enviado, yo tampoco se lo hubiera enviado. ¡¡cómo cambian las cosas si se explican de una manera u otra¡¡



EL ARGENTINO NO FUE UNA VÍCTIMA DE FERRAN



El argentino me escribió un mail en que me confesaba que su convivencia con Ferran nabía sido un “experimento cultural”. Imagínense como se quedó el pobre Ferran al enterarse de que el argentino definía su convivencia con él de esa manera tan estrambótica.

No solo eso, sino que el argentino prolongó artificialmente dicha convivencia por problemas laborales, así me lo certificó en otro mail. De tal manera que si no hubieran surgido tales problemas laborales, a causa de la galopante crisis, al cabo de solo un mes de convivir con Ferran, ya hubiera roto dicha convivencia, porque el argentino definió dicha convivencia como una M…



LA FALTA DE GRATITUD DEL ARGENTINO HACIA FERRAN



El argentino fingió lo más imperdonable de fingir: el amor. Y lo hizo por cuestiones económicas. Aunque tal fingimiento puede resultar humanamente comprensible, porque cuando las personas viven al filo de situaciones extremas, (y  la posibilidad de quedarse en la calle sin recursos  es, desde luego, una de ellas), pueden reaccionar de forma desesperada. Pero lo que no es humanamente comprensible es que el argentino hablara con tanta acritud de Ferran, la persona que lo sostuvo en momentos tan difíciles para él. En lugar de profesar una gratitud ilimitada hacia el arquitecto catalán, el argentino, haciendo gala de su total falta de escrúpulos, regaló a Ferran una bella corona de CUERNOS¡¡¡¡¡ ( así me lo contó, sintiéndose orgulloso de ello).



No es de extrañar que en el mail que Ferran me envió, éste definiera al argentino como un : FRAUDE ABSOLUTO.