“Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo” Lc 17, 1-6 (TODO PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA)
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jueves, 28 de agosto de 2014
LA NIÑA PRODIGIO QUE DESMONTÓ LA TERAPIA DEL REIKI CON UN TRABAJO ESCOLAR
LA NIÑA QUE DEMOSTRÓ LAS TRAMPAS DEL REIKI
A continuación reproduzco el artículo aparecido en el diario ABC.
Con once años logró un reto que a muchos investigadores les cuesta años de esfuerzo: publicar en una revista científica. Emily Rosa está en la Historia de la Ciencia por ser la persona más joven en llevar una de sus investigaciones a las páginas de una publicación. Y lo hizo con un trabajo que desmontó a la supuesta medicina alternativa del toque terapéutico, una técnica de sanación relacionada con el reiki.
El toque terapéutico y el reiki parten de una premisa: el ser humano tiene un «campo energético» que si se desequilibra causa enfermedades. El terapeuta, a modo de guía, puede imponer las manos para cambiar el flujo del chi (para los chinos la energía espiritual del universo) –o prana, en su versión india– que hace mejorar la salud del enfermo. Un tratamiento que la ciencia nunca ha aceptado.
Esta técnica asegura que puede llevar a la sanación con la imposición de manos
En pocos años hubo un crecimiento
exponencial de seguidores de esta técnica. Incluyendo a miles de médicos
que en Estados Unidos la aprendieron con todo el halo místico que le
trataron de insuflar pese a que estaba recién creada. Luis Alfonso Gámez, que lleva una vida desmontando «magufos» desde su tribuna de El Correo, cifra en más de 43.000 los sanitarios que practicaban el toque terapéutico en un artículo que también cuenta la historia de Emily Rosa.
Un trabajo de 4º curso
Con estos antecedentes, una de esas
niñas que no paran de cuestionárselo todo se lanzó a descubrir qué había
detrás del toque terapéutico. Emily Rosa, entonces una estudiante de cuarto grado en un colegio normal del estado de Colorado, diseñó un sencillo experimento
para determinar si los «terapeutas» pueden o no sentir el «campo
energético» de los seres humanos. El resultado no pudo ser más claro:
apenas sentían nada.
El proceso era simple: Emily Rosa se sentaba frente al terapeuta.
Entre ellos una mampara de cartón impedía poder verse cara a cara. Solo
había dos huecos en la pantalla por donde el experto en toque
terapéutico introducía sus manos. En ese momento Emily elegía acercar su
mano (y con ella su supuesta energía vital)
a una de las dos extremidades del terapeuta, que debía «sentir» sobre
cuál de ellas se situaba (sin aproximarse demasiado para que no
sintieran el calor corporal, algo realmente constatable sin ningún poder
místico).
Los sanadores sintieron la energía el mismo porcentaje de veces que dicta la probabilidad
Sin embargo Dolores Krieger, la fundadora de esta medicina, no se prestó al experimento. «La vi y estaba muy asustada», contaba la niña en una entrevista.
Una entrevista en la que también sorprende descubrir su «mente
científica», siempre buscando que otros refutaran su experimento,
esperando que otras personas repitieran su prueba para poder afirmar con
seguridad su verdad: la verdad de la ciencia contrastada.
El resultado de tanto esfuerzo llegó en 1998 con la publicación de su trabajo en la revista Journal of the American Medical Association. Un logro épico para el trabajo escolar de una niña de 11 años.
viernes, 15 de agosto de 2014
NORBERTO Y EL MILAGRO DE SAN FRANCISCO EN LLEIDA
NORBERTO Y EL MILAGRO DE SAN FRANCISCO EN LLEIDA
Recuerdo, con entrañable
nostalgia, los momentos vividos en Asís. Todo es tan sencillo y bueno allí.
Incluso algunas cosas son indeciblemente bellas. Entre las cuales las pinturas
de Giotto y de sus ayudantes, mediante las cuales, y en número de 28, se narra
la vida del Poverello. Son, sin lugar a dudas, una de las cimas del arte
universal.
28 escenas donde se representan
algunos de los momentos más cruciales de la biografía del santo de Asís, como el
Milagro del Crucifijo de San Damiano, la Renuncia de los Bienes Materiales, la
Confirmación de la Regla por el Papa, el Sermón a los Pájaros, San Francisco
recibe los Estigmas, Muerte y Ascensión
de San Francisco, etc.
SAN FRANCISCO CURA AL ENFERMO DE LLEIDA, fresco pintado por GIOTTO y discípulos en la Basílica de San Francisco de ASÏS |
Pues para mi sorpresa, entre esas
escenas había una titulada Curación de un Hombre de Ilerda, así, tal como
suena, de ILERDA, es decir, de LLeida. Pues así se dice en latín. Según el
genial pintor Giotto, entre las cosas más importantes que realizó el poverello
hay que incluir su milagro en Lleida, y para que así conste, lo pintó en la
Basílica de San Francisco de Asís para que todos los peregrinos que acuden allí
lo contemplen.
¿ CUAL ES LA ÚNICA COINCIDENCIA
ENTRE NORBERTO CICIARO Y SAN FRANCISCO DE ASÍS?
Pues solo se me ocurre una: que los
dos han estado en Lleida. El santo estuvo allí para hacer el bien mientras que
el argentino para hacer no sé muy bien qué.
¿POR QUÉ HIZO UN MILAGRO SAN
FRANCISCO EN LLEIDA CUANDO YA HABÍA FALLECIDO?
Por supuesto no lo hizo para ganarse el cielo,
pues ya estaba en él, ni tampoco para aumentar su felicidad, porque siendo un
bienaventurado, nada le podía reportar mayor felicidad que ver cara a cara a
Dios, que ese es el privilegio de todos los bienaventurados. Luego, por qué lo
hizo? La respuesta nos la da San Buenaventura en su Leyenda Mayor: “A medida que crece la fama del milagro, va
acudiendo presuroso el pueblo entero que, comprobando en un prodigio tan
evidente el poder de las llagas de San Francisco, se llena de admiración y gozo
a un tiempo y glorifica con grandes alabanzas al portador de las señales de
Cristo.” Es decir, lo hizo para ser glorificado en la tierra. Por el mismo
motivo creó Dios al hombre: para ser glorificado. Tal deseo de ser glorificado
no tiene que verse como una vanidad, sino como una voluntad de reciprocidad. Si
alguien hace algo por los demás sin que reciba nada a cambio, sin que esa acción
no produzca el menor efecto en los demás, mejor no haberla hecha.
EL PORQUÉ DE MI OBRA DE CARIDAD CON NORBERTO.
Tenía previsto recibir una importante cantidad de
dinero por un motivo indirectamente relacionado con el argentino, por eso me
pareció justo compartir con él un poco
de esa cantidad. Mi previsión de recibir ese dinero no era ningún delirio, pues
en otras ocasiones lo había recibido, aunque en las anteriores veces por
motivos que no tenían ninguna relación con el argentino. Por eso mismo, le
ofrecí dos maneras para materializar esa caridad:
1.- Puedes venir a Lleida y estar en una de mis
casas.
2.- Puedo yo ir a Barcelona para entregarte
periódicamente pequeñas ayudas.
A pesar de todo, no lo tenía muy claro. Solamente
cuando alguien muy relevante me aseguró que recibiría dicho dinero decidí
ofrecer mi caridad.
Hay que aclarar que al principio yo nada sabía de
la difícil situación por la que pasaba el argentino, pero a pesar de eso, ya barruntaba
cómo podría agradecerle ese dinero que de alguna manera estaba relacionado con él.
No lo tenía muy claro, pero todo se fue aclarando cuando por casualidad descubrí
su fecha de nacimiento, que coincidía con la fecha de un curso muy importante
que tenía que hacer. Para no olvidar qué día empezaba el curso, había colgado en mi habitación
tres folios con dicha fecha. Cada vez que entraba, veía la fecha, e
indirectamente pensaba en el cumpleaños del argentino. Cuál no fue mi sorpresa al conocer su difícil
situación¡¡¡ Sentí el deber moral de hacer una obra de caridad…
MIS PREVISIONES NO SE CUMPLIERON
Finalmente, no recibí el dinero. El 22 de mayo me
enteré que no lo recibiría. Sin embargo, decidí continuar, no sin algunos
titubeos, mi obra de caridad. Pero ya no fue lo mismo, porque de alguna manera
a partir de entonces la convivencia con el argentino adquirió mucha más
importancia que no la caridad. No sabía encontrarle ningún sentido a esa
convivencia, lo cual cada vez me inquietaba más. Él simpre iba a la suya, y a mí me prestaba muy poca atención. Lo más importante para él era que se cumplieran sus objetivos.
EL GRAN ERROR DEL ARGENTINO
Fue sin duda confundir la convivencia con la
caridad. Debía de haberlas sabido diferenciar. Que la convivencia no funcionara
bien no implica que la obra de caridad no funcionara, porque bien sabe él que
siguió funcionando igual que el primer día. La convivencia funcionó mal porque
el argentino me discriminó respecto a los demás desde el primer día y eso es
algo difícil de asumir. Además, y eso es lo más importante, nunca constaté que
el argentino tuviera los ánimos destruidos, sino más bien lo contrario. No tenía la depresión de mi padre. Estaba normal
de ánimos.
SE IMAGINAN SI EL HOMBRE DE LLEIDA A QUIEN CURÓ
SAN FRANCISCO LE HUBIERA NEGADO LA PALABRA A ÉSTE.
Eso hizo Norberto conmigo, y eso es lo que más me
dolió de todo. Por soberbia y por no querer perder su tiempo negó la palabra a
quien le ayudó.
Que hizo el enfermo de Lleida, cuando fue curado
por San Francisco: “Sintiéndose sano y prorrumpiendo alegremente en alabanzas
de Dios y de San Francisco, llamó a su mujer.” “«No temáis y no creáis que es
falso lo que veis, porque San Francisco acaba de salir de este lugar y con el
contacto de sus sagradas manos me ha curado totalmente de mis heridas».”
Que hizo Norberto: pues negarme la palabra y
apartarme para siempre de su vida.
MI DECEPCIÓN, SEMEJANZA CON EL MILAGRO DE LLEIDA
Yo también pensaba que Norberto estaba enfermo, la
depresión es una enfermedad terrible, lo sé porque mi padre la ha padecido, a
intervalos, durante diez años. Pero en verdad Norberto no padecía depresión, a
pesar de que me dijo que estaba “muy deprimido”. Creí que mi caridad tendría el
poder de la curación, pero no había nada que curar.
LA SANTA VOLUNTAD DEL ARGENTINO
El argentino está acostumbrado desde muy joven a
hacer su voluntad, desque se fue a una temprana edad de casa de sus padres. Pero
hacer la santa voluntad no siempre es acertado ni tampoco te hace ser mejor
persona.
CÓMO SERÍA LA VIDA DE NORBERTO SI HUBIERA SIDO
AGRADECIDO.
Aunque sea especular por especular, creo que su
vida sería más auténtica. No hay la menor duda de que San Francisco, de
conocerlo, le hubiera censurado su forma de entender el sexo, su ilegítima
manera de confundir el amor sexual con el amor fraternal, es decir, el agape
con el eros, pero se lo hubiera censurado bondadosamente. ¿Hubiera sido esa crítica
justa una razón para despreciar a San Francisco, para darle la espalda?
Quizás el corazón del argentino no hubiera
necesitado terapias orientales para sentirse en paz. Sus propios actos le
hubieran bastado para sentirse en paz consigo mismo y con los demás.
DESCRIPCION DEL MILAGRO DE SAN
FRANCISCO EN LLEIDA
La narración de dicho milagro se
puede encontrar en La Leyenda Mayor, la biografía más fiable del poverello,
redactada, ni más ni menos que, por San Buenaventura, él mismo santo y uno de
los mayores filósofos de la Edad Media, franciscano ejemplar que llegó a ser
Ministro General de la orden francisca, nacido en 1221, antes de que muriese
San Francisco. La Leyenda Mayor es, por otra parte, como todos los estudiosos
del arte saben, la obra en que se basó Giotto para pintar los inmortales
frescos de la Basílica de San Francisco de Asís.
A continuación, el milagro de
Lleida tal como lo cuenta San Buenaventura:
“En la ciudad de Lérida (cf. 3 Cel 11-13), en
Cataluña, tuvo lugar también el siguiente hecho. Un hombre llamado
Juan, devoto de San Francisco, atravesaba de noche un camino donde acechaban
para dar muerte a un hombre que ciertamente no era él, que no tenía enemigos.
Pero el hombre a quien querían matar le era muy parecido y en aquella sazón
formaba parte de su acompañamiento.
Saliendo un hombre de la emboscada preparada y
pensando que el dicho Juan era su enemigo, le hirió tan de muerte con repetidos
golpes de espada, que no había esperanza alguna de que recobrase la salud. En
el primer golpe le cercenó casi por completo el hombro con el brazo; en un
segundo golpe le hizo debajo de la tetilla una herida tan profunda y grande,
que el aire que de ella salía podría ser bastante para apagar unas seis velas
que ardieran juntas. A juicio de los médicos, la curación era imposible porque,
habiéndose gangrenado las heridas, despedían un hedor tan intolerable, que
hasta a su propia mujer le repugnaba fuertemente; en lo humano no les quedaba
remedio alguno.
En este trance se volvió con toda la devoción que
pudo al bienaventurado padre Francisco para impetrar su patrocinio; ya antes,
en el momento de ser golpeado, le había invocado con inmensa confianza, como
había invocado también a la Santísima Virgen.
Y he aquí que, mientras aquel desgraciado estaba
postrado en el lecho solitario de la calamidad y, velando y gimiendo, invocaba
frecuentemente el nombre de Francisco, de pronto se le hace presente uno,
vestido con el hábito de hermano menor, que, al parecer, había entrado por la
ventana. Llamándole éste por su nombre, le dijo: «Mira, Dios te librará, porque
has tenido confianza en mí». Preguntóle el enfermo quién era, y el visitante le
contestó que él era Francisco. Al punto se le acercó, le quitó las vendas de
las heridas y, según parecía, ungió con un ungüento todas las llagas.
Tan pronto como sintió el suave contacto de
aquellas manos sagradas, que en virtud de las llagas del Salvador tenían poder
para sanar, desaparecida la gangrena, restablecida la carne y cicatrizadas las
heridas, recobró íntegramente su primitiva salud. Tras esto desapareció el
bienaventurado Padre.
Sintiéndose sano y prorrumpiendo alegremente en
alabanzas de Dios y de San Francisco, llamó a su mujer. Ella acude velozmente a
la llamada, y al ver de pie a quien creía iba a ser sepultado al día siguiente,
impresionada enormemente por el estupor, llena de clamores todo el vecindario.
Presentándose los suyos, se esforzaban en encamarlo como si se tratase de un
frenético. Pero, él, resistiéndose, aseguraba que estaba curado, y así se
mostraba.
El estupor los dejó tan atónitos, que, como si
hubieran sido privados de la mente, creían que lo que estaban viendo era algo
fantástico. Porque aquel a quien poco antes habían visto desgarrado por atrocísimas
heridas y ya todo putrefacto, lo veían alegre y totalmente incólume.
Dirigiéndose a ellos el que había recuperado la salud, les dijo: «No temáis y
no creáis que es falso lo que veis, porque San Francisco acaba de salir de este
lugar y con el contacto de sus sagradas manos me ha curado totalmente de mis
heridas».
A medida que crece la fama del milagro, va
acudiendo presuroso el pueblo entero que, comprobando en un prodigio tan
evidente el poder de las llagas de San Francisco, se llena de admiración y gozo
a un tiempo y glorifica con grandes alabanzas al portador de las señales de
Cristo.
Justo era, en verdad, que el bienaventurado
Padre, muerto ya a la carne y viviendo con Cristo, diera la salud a aquel
hombre mortalmente herido con la admirable manifestación de su presencia y con
el suave contacto de sus manos sagradas, ya que llevaba en su cuerpo las llagas
de Aquel que, muriendo por misericordia y resucitando maravillosamente, sanó,
por el poder de sus llagas, al género humano, que estaba herido, y medio muerto
yacía abandonado.”
sábado, 2 de agosto de 2014
NORBERTO, LOS OPORTUNISTAS Y EL CRITERIO DE VERDAD
NORBERTO, LOS OPORTUNISTAS Y EL CRITERIO DE VERDAD
Los oportunistas se definen como los que practican el oportunismo, entendido éste
como, y según la Real Academia Española de la Lengua, Actitud
o conducta sociopolítica, económica, etc., que prescinde en cierta medida de
los principios fundamentales, tomando en cuenta las circunstancias de tiempo y
lugar.
La anterior definición me viene como anillo al
dedo para lo que quiero expresar.
Siempre sentí, mientras conviví con el argentino
que éste despreciaba, o minusvaloraba, la razón, a los principios eternos basados en
ella, anteponiendo caprichosamente sus propios arrebatos pasajeros. O mejor
dicho anteponía sus creencias a la razón. Para él la verdad no se fundamentaba en la razón sino
que se basaba exclusivamente en su yo, en lo que éste dictaminara, por pura
intuición, sin contrastarlo ni demostrarlo, como verdadero o falso. Es decir,
el argentino erigía a su YO como a su único criterio de verdad.
Es obvio que lo juicios de valor dependen del Yo
de cada uno, pero no así los hechos puramente empíricos. El sol existe
independientemente de que lo creamos o no, lo mismo se puede decir de las
estrellas. Hoy es domingo independientemente de que a mí me guste o no.
EJEMPLO DE CÓMO EL ARGENTINO NO SE AVINO A LO
RAZONABLE.
Acogí al argentino en mi casa por caridad. Él se
estuvo durante unos meses viviendo de mi generosidad. Sin embargo, cuando llegó
el momento de poner fin a esa obra de caridad, el argentino fue incapaz de
agradecerla. Se fue sin dar las gracias ni decir adiós. Si obró de esta manera
tan egoista fue porque en lugar de atenerse a lo razonable en casos similares,
optó por seguir las inclinaciones de su EGO. Dominado por la soberbia, se negó
a mostrar la menor gratitud. En circunstancias similares, la razón dictamina
que lo que uno debe hacer es ser agradecido, dando las gracias a la persona que
te ha ayudado en momentos difíciles, es de una lógica aplastante, y es lo que
la inmensa mayoría de la humanidad hace. Pero otros, como el argentino, no
obran según razón, sino según razones egoístas que solo ellos entienden. Sienten
un sentimiento irracional de desprecio o de odio, ya sea porque en el fondo no
soportan ser ayudados, o por cualquier otro motivo mezquino, que les induce a
obrar contra la razón, pero de acuerdo con ese sentimiento que no tiene
justificación alguna y que sería fácilmente dominable por cualquier mente altruista.
LO MÁS RECHAZABLE DE LA ACTUACIÓN DEL ARGENTINO
Apesar de todo, no fue que el argentino se fuera
sin decir adiós o sin dar las gracias lo más criticable, sino que una vez se
enteró de que esa actitud suya me había herido, continuase, por soberbia, sin
rectificar. Aquí es donde realmente se equivocó de verdad. Si sientes que la
persona que de buena fe te ha ayudado se siente molesta por tu forma de obrar,
debes mover cielo y tierra, en señal de gratitud, para que esta persona no se
sienta mal. Es un deber moral obrar así. Eso lo haría cualquier persona dotada
de sentido común. El argentino no, porque en él, su soberbia es la que tiene el
control absoluto, y por lo tanto, la que tiene la última palabra sobre lo que
se debe hacer o no. Esta forma de obrar insolidaria le crea pocos
remordimientos, porque él erige como único criterio de verdad a su yo, si él
establece, según su libre albedrío, que una acción es buena, es buena por la
sencilla razón de que su yo la establece como buena. No hay duda de que el
tiempo ha demostrado que esa actitud le ha causado más inconvenientes que
beneficios, pero eso le da igual, porque para un egoísta el mayor mal sería no
hacer caso a su yo. Sin embargo, lo más delirante de todo es que el argentino
cree que el mismo Dios bendice las acciones de su YO, ( y por qué no el diablo?
( pues evidentemente porque su yo cree, egoístamente, que es Dios y no el
diablo, de la misma forma que muchas madres creen que sus hijos son los más
guapos e inteligentes).
Y sobre todo fue de lo más censurable e inmoral que el que se llena la boca de AMOR, AMOR, AMOR, AMOR..., no practicara con el ejemplo.
Y sobre todo fue de lo más censurable e inmoral que el que se llena la boca de AMOR, AMOR, AMOR, AMOR..., no practicara con el ejemplo.
EL PRINCIPIO DE RAZÓN, UN PRINCIPIO DEMOCRÀTICO
La razón, a diferencia de la creencia, une a los
hombres, porque usándola todos podemos llegar a las mismas conclusiones. Es pues
solidaria, fraternal, igualitaria, en suma, democrática.
El criterio de verdad basado en el YO es, por
contra, una manifestación de egoísmo y de soberbia. Como solo mi yo puede
determinar la verdad de las cosas, mi verdad será distinta a la de otra
persona, creando así una discriminación, una visión sectaria del mundo. Solamente
personas dominadas por la soberbia pueden erigir a su YO como el criterio de
verdad definitivo.
La razón es, por decirlo de alguna manera, la
parte de mi yo común a otro yo, por eso es la forma más válida de comunicación
entre los humanos. Solo hay una forma de razonar correctamente, que cualquiera
puede aprender.
LA RAZÓN NO NIEGA A LA IMAGINACIÓN
Sobre los hechos empíricos solo vale usar a la razón,
porque siguen leyes fijas, determinadas por la ciencia. En cambio, sobre los
hechos artísticos, la imaginación desempeña un papel predominante, ya que
seguramente la belleza debe más a la imaginación que no a la razón.
LOS ESTAFADORES EN NOMBRE DE LA IMAGINACION
Se caracterizan porque quieren hacer pasar hechos
artísticos o ficticios como hechos empíricos. Se puede afirmar que Dios existe
sin faltar a la verdad, porque dicha existencia no es un hecho empírico sino de
fe, pero no se puede decir que la curación de manos cura el cáncer, por la sencilla razón
de que no lo cura, pues en caso de curarlo sería posible recopilar pruebas de
dicha curación, pero hasta el momento no ha sido posible.
La energía espiritual de la curación de manos solo existe en la imaginación de los curanderos. Si la sanación por imposición de manos apacigua las depresiones es por la sencilla razón de que en muchos casos las depresiones se apaciguan por sí mismas, desaparecen de la misma manera que aparecen, inesperadamente. En todo caso es evidente que si alguien te acaricia y te dice palabras cariñosas, eso ayudará a sentirte mejor, es de sentido común, peros son las palabras y las caricias, y no la energía espiritual que no existe, lo que ayuda. Acaso si hubiera un muro entre el curandero y el paciente éste lograría los mismos efectos, es evidente que no, luego no existe tal energía espiritual, como demostró una niña de neueve años, llamada Emily Rosa.
La energía espiritual de la curación de manos solo existe en la imaginación de los curanderos. Si la sanación por imposición de manos apacigua las depresiones es por la sencilla razón de que en muchos casos las depresiones se apaciguan por sí mismas, desaparecen de la misma manera que aparecen, inesperadamente. En todo caso es evidente que si alguien te acaricia y te dice palabras cariñosas, eso ayudará a sentirte mejor, es de sentido común, peros son las palabras y las caricias, y no la energía espiritual que no existe, lo que ayuda. Acaso si hubiera un muro entre el curandero y el paciente éste lograría los mismos efectos, es evidente que no, luego no existe tal energía espiritual, como demostró una niña de neueve años, llamada Emily Rosa.
LA ESTAFA DE LOS MARCIANOS DE LUZ DE LAS PLEYADES
La razón dictamina que tales marcianos no existen,
por la sencilla razón de que nadie en el mundo puede presentar ni una sola
prueba demostrando su existencia.
Responden solo a una moda, la moda new age, que
tantos beneficios da a sus fundadores.
Se sabe perfectamente como los fundadores de
semejante engaño trucaron las fotos donde aparecían ovnis, como crearon con
cubos de basura aparatos voladores, etc. Todos sus engaños están perfectamente
documentados.
Cómo es posible que haya gente que afirme que
existan y que a través de ellos se puede lograr un gran bienestar mental. Porque
tales personas anteponen al principio de razón, el principio de su yo. Si ellos
creen que tales entidades existen, luego existen, y punto.
Les da igual que la mayoría de las personas nunca
los hayan visto, con que su yo los presienta, basta.
El principio de razón nunca puede amparar a los
seres mesiánicos, por eso éstos lo rechazan, erigiendo en su lugar al yo propio
como único criterio de verdad.
Se consideran dotados de un sexto sentido, del
cual no pueden demostrar la existencia, que les permite entender o ver lo que
la mayoría no ve. Son unos sectarios, y peor, unos estafadores, porque en el
fondo saben que no es verdad ninguna de sus extravagancias. Pero ellos se
consideran unos elegidos, lo cual les hace sentir muy halagados.
Se sienten superiores por creer que es verdad lo
que solo es fruto de su imaginación.
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