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viernes, 28 de junio de 2013

NORBERTO Y FERRAN: CORAZONES EN EL AVERNO

NORBERTO Y FERRAN: LA FALSEDAD SENTIMENTAL

 Aunque dispongo de muy poco tiempo, voy a intentar dilucidar algo sobre la convivencia entre el argentino y Ferran, porque sin ella no se puede entender la mía con el argentino. Todo lo que éste me contó sobre aquél, tuvo una repercusión enorme en mí, y de alguna manera marcó el rumbo de nuestra “desgraciada” convivencia. A veces pienso que si Norberto no hubiera convivido con Ferran en los términos en que lo hizo, su convivencia conmigo hubiese sido muy distinta a cómo fue, aunque, bien mirado, tampoco lo veo nada claro. Son especulaciones sin mucho fundamento. Lo cierto es que si no hubiera conocido a Ferran jamás hubiera convivido conmigo. Era, pues, necesario que le fuese mal con uno, para que se aviniera a estar con el otro. 

 MI PRIVILEGIADO PUNTO DE MIRA 

 Estoy casi seguro de que soy la única persona en el mundo que dispone de las dos versiones: la de Norberto y la de Ferran. Los dos me hablaron sobre la convivencia que mantuvieron, por lo tanto, tengo suficientes datos para poder hablar de ella con aceptable imparcialidad.

 LA OPINION DEL ARGENTINO SOBRE FERRAN


 El primer comentario sobre Ferran me lo hizo el argentino por escrito. Era sin lugar a dudas demoledor, por lo cual yo pensé que cuando nos reuniríamos me contaría cosas truculentas sobre aquél. 
Fue en un bar de Sants, cuando el argentino se explayó sobre Ferran. Yo esperaba que me contara cosas tremendas acerca de su relación con él, pero para mi sorpresa se limitó a relatarme episodios de lo más inofensivos, anécdotas banales y en algunos casos ridículas, en fin que me quedé muy decepcionado por lo que me contó, ya que no pude entender cómo a partir de unos hechos tan irrelevantes el argentino pudo llegar a sentir tanto resentimiento o inquina hacia Ferran. Lo que las vivencias narradas por Norberto mostraban era que entre ellos no había habido complicidad, que eran más bien incompatibles, en fin, que no surgió la “chispa”, pero nada más que eso. A Norberto hay que aclararle que el hecho que una persona sea metódica no significa nada más que eso, es decir, que es metódica, la valoración que se haga de ello no pasa de ser un juicio de valor, y los juicios de valor no son verdades, sino opiniones. Se ponga como se ponga no es malo ser metódico, por mucho que algunos libritos de psicología se empeñen en afirmar que eso puede ser el signo de algún “trastorno mental”. Incluso ser poco afectuoso tampoco tiene que ser un defecto, hay personas a las que no le gusta hacer muchos mimos, y otras a las que sí, por qué son mejores unas que las otras, porque lo digan esos “charlatanes místicos” con los que se relaciona el argentino. Pues no¡¡¡
 Ahora bien, Norberto tiene todo el derecho del mundo a relacionarse con quien quiera, a gustarle más unas personas que otras. No comete ningún delito por decir que él no se siente cómodo conviviendo con gente metódica, o introvertida, o lo que sea. Pero sí que obraría mal, si afirmara que aquellas personas que no le caen bien, son por este mismo motivo indeseables de forma absoluta para todo el mundo. Eso es inadmisible. Hay gente que prefiere convivir con gente metódica, con gente tímida, con gente casera, y esa gente no está enferma, tiene su propio carácter, y eso el argentino lo debería respetar. 
Si el argentino no se sentía cómodo con Ferran porque éste era poco fiestero, demasiado casero o metódico, o lo que fuere, lo normal hubiera sido que le hubiera planteado sus inquietudes y que de común acuerdo los dos hubieran pactado el final de su convivencia. Porque no tiene ningún sentido estar con una persona con la cual no eres feliz. Eso hubiera sido lo normal y lo correcto.


 LA BRUTAL E INTERESADA INCOHERENCIA 


 Por escrito, el argentino me reveló que al poco de convivir con Ferran, ya se dio cuenta de que no congeniaban y de que no era feliz, por lo cual deseaba finalizar su convivencia con él. Sin embargo, continuó junto a él. Por qué? El porque también me lo reveló por escrito. Ni más ni menos que por motivos económicos. Por una cuestión puramente de dinero, el que se presenta como un ser tan místico y tan franciscano, decidió permanecer junto a Ferran, representando una FARSA verdaderamente lamentable e inmoral. Si alguien no es feliz con otra persona, lo coherente, lo humanamente decente, es que se separe de esa persona para no crear situaciones dolorosas para ambos. Lo que nunca se debe hacer en estos casos es, por interés personal, por egoísmo, fingir, simular, engañar, sobre todo cuando uno se presenta como un ser completamente sincero, que siempre ha hecho de la sinceridad su más preciado tesoro. 

 EL DESENCADENAMIENTO DEL DRAMA 

 Ni que decir tiene que la convivencia estalló ante los ojos de ambos, cuando Ferran se dio cuenta del engaño. A lo mejor, fue el mismo argentino quien con su acostumbrada seguridad impostada, le debió espetar algo así como: YO NO SIENTO NADA POR TI, PORQUE NADIE NORMAL PUEDE SENTIR NADA POR TI”. A mi me dijo, también por escrito, que eso, la convivencia, había sido un “intercambio cultural”; me guardaré los comentarios, porque de lo contrario diría alguna bestialidad. En fin, no hagamos más leña del árbol caído. Pero me imagino la humillación de Ferran y lo compadezco. 

 UN REPROCHE AL ARGENTINO 

 Aunque humanamente se pueda entender al argentino en lo del engaño, nunca, absolutamente nunca se puede comprender que su comportamiento no engendrara un sentimiento de culpa en él. En ese bar de Sants yo no me encontré a un hombre que se sintiera nada culpable, sino que, negando lo evidente, culpaba de todo a FERRAN. Incluso más, afirmaba que cualquier otra persona hubiera obrado igual que él, porque Ferran es una persona que no merecía ser amado por nadie. Ferran era en aquel entonces, y bien lo debía saber el argentino, por eso estudió psicología, una bestia herida ( pues no creo que para él fuera "un intercambio cultural" la convivencia con el argentino), y con TODA LA RAZÓN DEL MUNDO.

 LA PREMONICIÓN DE MI CONVIVENCIA CON EL ARGENTINO

 Sin lugar a dudas, los últimos meses de la convivencia del argentino con Ferran fueron como una anticipación de la mía. Entonces el argentino se curtió, por decirlo de alguna manera, en convivir con otra persona a cambio de NADA, y sobre todo, a no sentirse culpable por ello, por la sencilla razón de que eso sucedía porque así lo quería la PROVIDENCIA. 

 LA COARTADA DE LA PROVIDENCIA 

 Según el argentino, mi caridad fue obra de la Providencia. Esa misma Providencia que maniobró para que el argentino pudiera quedarse en España, es la misma que no movió ni un dedo para evitar que José Bretón, el presunto asesino que estos días está en la boca de todos los periodistas, quemara a sus dos hijos, de dos y seis años, en una hoguera en Córdoba. Por qué diablos la Providencia asistió a Norberto y no a esos dos inocentes niños? No tiene el menor sentido. No será más bien que la Providencia no actuó directamente en ninguno de los dos casos, dejando a los humanos las manos libres para que obren según sus consciencias les dicten. No será más bien que decidí libremente, sin la intervención directa de Dios, ayudar a Norberto. Porque si no fuera así, entonces Dios sería el responsable último de la muerte de esos dos inocentes niños. Norberto no puede escudarse en la Providencia, porque ésta puede gobernar el universo, pero no a los corazones de los hombres, por la simple razón de que estos poseen libre albedrío porque así lo quiso el Creador. Dios no ofreció Nada material a Norberto, a lo sumo le ofreció fortaleza anímica para soportar los malos momentos. Dios fue testigo de nuestra convivencia, pero nunca intervino en ella para orientarla en un sentido  o en otro, porque no por casualidad ha creado al ser humano dotado de libertad. Dios ha grabado en el corazón de todos los hombres la Ley Moral, por la cual todo hombre sabe si obra bien o mal, siendo pues responsable ante Dios y ante su consciencia de sus propios actos.

viernes, 21 de junio de 2013

LA SEU D'URGELL: DIUMENGE 16 DE JUNY DE 2013












NORBERTO : DIOS POR PRESCRIPCIÓN MÉDICA

NORBERTO:  DIOS POR PRESCRIPCIÓN MÉDICA


Sin lugar a dudas, la principal razón por la que me decidí a publicar este blog fue para poder entender mi convivencia con el argentino. Como ya he expresado en otras ocasiones anteriores, cuando el argentino abandonó el piso de la forma menos cristiana imaginable, se apoderó de mí un vacío, una sensación de absurdo, incluso un sentido del ridículo que lentamente desembocó en una profunda y duradera tristeza. Por más vueltas que le daba, no entendía nada. Pero cómo diablos me pude equivocar tanto, me dije a mí mismo  infinidad de veces. Aunque en casos similares lo más normal es olvidar una experiencia tan estéril como la vivida por mí, en mi caso, dicha esterilidad creó la necesidad de entender los motivos por los cuales abrí las puertas de mi piso a un tipo al cual casi no conocía de nada. Hoy, no tengo la menor duda sobre ello, sé que malinterpreté la información que tenía sobre él. Por  culpa de errores muy ingenuos, creí que el argentino era de una manera muy distinta a cómo es en realidad. Nunca sospeché que alguien que se dice seguidor de Cristo, defensor del amor, pudiera ser alguien completamente dominado por la soberbia, capaz del más frío desprecio hacia su prójimo cuando no se siente adorado por él. Un ser eminentemente contradictorio que se afana por difundir de sí mismo una imagen de loco simpático, cuando en el fondo es muy calculador y frío, capaz de sacrificar a quien le ha tendido la mano para conseguir sus objetivos, su “irrenunciable felicidad”. Humildemente creo que es más importante ser noble que feliz.

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DE MIS PESQUISAS.

Mi tenacidad ha dado sus frutos, y hoy puedo afirmar con cierta satisfacción que ya he entendido porque todo ocurrió de la manera como ocurrió. Hoy, con la prudencia pertinente, puedo afirmar que ya sé cómo es el argentino, y sobre todo  por qué obró cómo obró, cuáles fueron sus móviles, qué sentimientos reales abrigaba hacia mí, cuáles eran sus fines. Por supuesto que mis conclusiones no son la verdad misma, y que a buen seguro no estarán exentas de error, pero al menos he conseguido una interpretación de los hechos que es consistente con todo lo vivido junto al argentino. En todo caso, me sirve, lo que no es poco,  para entender dicha convivencia y eso me basta. Ahora todo tiene un sentido ante mis ojos, y, de alguna manera, todo me resulta más soportable, incluso más disculpable.
Muy pronto publicaré en este mismo blog los resultados de mis indagaciones.

UN AVANCE DE MIS PESQUISAS


Creo que David acertó plenamente cuando se refirió al argentino como “ un pobre infeliz”. Al menos mientras convivió conmigo, lo fue, por lo cual creo que   hay que ser magnánimo con él.
¿Quién, sino un pobre desgraciado, se atrevería a decir de sí mismo que es un SER COMPLETAMENTE FELIZ sabiendo como sabe que ha llevado la tristeza a muchos corazones?
¿QUIÉN SINO UN POBRE DESGRACIADO SE ATREVERÍA A DECIR QUE ESTÁ AQUÍ PARA SERVIR Y PARA AMAR, sabiendo como sabe que ha negado  ayuda y  amor a muchos de sus congéneres?


EL DIOS de VIKTOR FRANKL

Hay quienes para curar un  dolor de cabeza se toman una aspirina, pues bien, los seguidores del psiquiatra  vienés se toman,  para curarse sus angustias existenciales, una “pastilla religiosa”. Creo que es un error acercarse a Dios como si fuera un modo de curación. Reducir a Dios a una terapia es algo muy irreverente. La naturaleza  y la vida misma deberían ser lo suficientemente poderosas cómo para engendrar el amor de Dios en lo más hondo de los corazones humanos. Creo, sinceramente, que aquél que tiene que acudir a un consultorio médico para creer en Dios es un pobre desgraciado. Sea como sea, ese Dios clínico es el Dios del argentino. Y precisamente el comportamiento poco cristiano que a veces se observa en el argentino, su escasa comprensión de las enseñanzas de Cristo, se debe a su manera tan poco heroica de llegar a Jesús. Si en lugar de a través de los libros de Frankl, hubiera llegado a Cristo a través de su corazón, a través del amor al prójimo, a través de la maravilla que es el Universo, muy probablemente sería una persona que dejaría mejor recuerdo del que deja.

LA FE UNA VIRTUD ESCASA

Decía San Tomás de Aquino que la fe más perfecta  es la que va unida a la caridad. Porque según él, la fe puede ser entendida y querida. Si sólo es entendida por el entendimiento es menos perfecta que si  además es querida por la voluntad.
La caridad, que es la amistad sobrenatural con Dios, debe ser profesada con el mismo vigor con el que uno se adhiere a las verdades reveladas, solo entonces la fe de uno es plena. En el caso del argentino creo que la fe está desprovista de toda caridad. Es, pues, usando el lenguaje de Santo Tomás, una fe informe.

LA SOLEDAD Y LA INSEGURIDAD

Si no hubiera sentido el peso angustioso de la soledad, el argentino tampoco hubiera aceptado mi caridad. Si no se hubiera sentido muy vulnerable ante el futuro, tampoco la hubiera aceptado. Por lo tanto, no sólo hay que atribuir a su fe ciega, y algo irracional, en la Providencia, la razón por la cual, venciendo el desprecio que sentía hacia mi forma de ser, consintió mi caridad.

LOS DELIRIOS

Entiéndase por delirio  una creencia que no está sustentada por la realidad, que es fruto de la imaginación del sujeto, pero que sin embargo aparece ante la consciencia de éste   con la misma fuerza con la que aparece cualquier otro hecho de la realidad más cotidiana, como si fuera una verdad absoluta.
Sin los delirios del argentino, y para ser justos, sin los míos, jamás de los jamases hubiera podido existir nuestra convivencia.

LOS DELIRIOS DEL ARGENTINO.

Aunque no es este el momento de desarrollarlos, baste decir que se centran sobre todo en la PROVIDENCIA y en la creencia de ser una criatura a quien Dios dispensa un trato especial. Más aún, en sentir  a Dios como padre, lo cual es verdaderamente importante para alguien que siempre se ha sentido, consciente o inconscientemente, huérfano de padres.

MIS DELIRIOS


A vuelo de pluma, podría decir ( lo descubrí hace muy poco) que tienen  ALGO que ver con la película Teorema de Pasolini que vi en mi adolescencia y que tanto me impresionó. Confundir al argentino con el Visitante, el protagonista masculino del film de Pasolini, quien está revestido de atributos místicos o angélicos ( porque éste sí que TIENE COMO MISIÓN AYUDAR Y AMAR), fue un delirio claramente patológico, que demuestra bien a las claras la inestabilidad emocional por la que pasaba cuando conocí al argentino.
Hoy, casi sin temor a equivocarme, puedo afirmar que Norberto es lo contrario del Visitante de Pasolini, un ser frívolo y narcisista capaz, cuando no se siente amado, del mayor DESAMOR Y DESAMPARO .

martes, 11 de junio de 2013

domingo, 9 de junio de 2013

LA MALDAT HUMANA



Aquests dos gossos van aparéixer al costat d'un contenidor de brossa, molt a prop d'on els meus pares tenen la seva casa. Algú sense cor va abandonar-los allí. De ben segur els deuria comprar com a regal per a un nen, i com que un cop van fer-se massa grans deurien resultar una nosa, va decidir deslliurar-se'n de la forma més incívica.



LA PROVIDÈNCIA I EL MEU PARE.

El meu pare en trobar-los va dir que havia estat cosa de la PROVIDÈNCIA, perquè els gossos que tenim ja són molt vells, estan sords i amb prou treballs es mouen. Curiosament, els dos gossos que tenim ara també els vam trobar de forma fortuïta.

NORBERTO Y DAVID: UN DEMONIO Y UN ANGEL EN MI PARAÍSO

NORBERTO  Y DAVID: UN DEMONIO Y UN ANGEL EN MI PARAÍSO

EL HERMOSO RECUERDO DE DAVID


El sábado pasado David me escribió las siguientes palabras:

“habia tranquilidad alli, paseé por entre los arboles, el aire era limpio, habia flores y plantas, y entonces me dije o tuve el sentimiento, de no hacer yo nada por arrancarte de allí… “

David se está refiriendo a su estancia, de unos cuantos días, en la casa de campo donde vivo junto a mis padres. Lo relevante de sus palabras no es tanto lo que expresan sobre esa casa, sobre los jardines o los árboles, ni tampoco las sensaciones que experimentó en ese lugar, sino la frase en que afirma: “de no hacer yo nada por arrancarte de allí”. Para pronunciar una frase semejante uno debe ponerse en el lugar del otro, en este caso, en mi lugar. Uno debe tener pues empatía. En esta frase David intuye los vínculos, casi secretos, que me ligan a ese paraje, y también intuye que sería una maldad imperdonable romperlos. Es como si hubiera presentido algo sagrado que hay que respetar por encima de todo, porque de lo contrario ocurriría una catástrofe.
Sin embargo, las palabras de David no están motivadas tanto por sus sensaciones ni por su empatía hacia mí sino por la posibilidad de que pueda presentarlo a mis padres. Una posibilidad que seguramente le causa algo de miedo y de timidez e incluso de inquietud. Pero que nunca le ha obsesionado ni nunca me la ha echado en cara, ya que nunca ha visto mala fe en mí porque no le presentara a mis padres.   



NORBERTO: Y SUS DEMONIOS PERSONALES

Todo lo contrario de lo que ocurrió con Norberto. El argentino también visitó la casa de campo de mis padres, aunque solo por unas horas. Estuvimos él y yo solos. No fue una vivencia especialmente bonita, porque Norberto estuvo muy distante, como apagado. Pero en principio esa indolencia del argentino no me sorprendió porque supuestamente, así me lo confesó por escrito,  tenía los ánimos destruidos y estaba muy deprimido por culpa de Ferran. Entonces creía que Norberto me dijo la verdad cuando me contó que estaba MUY MAL. Hoy sé que mentía, que exageraba torticeramente las cosas. Pero entonces, por mi inexperiencia y mi candidez, me lo creí. Por eso no di importancia a la desgana de que hizo gala mientras le enseñaba la casa de mis padres. No hubo ningún tipo de complicidad, y me sentí observado, casi  diseccionado. Entre los dos había una distancia infinita, por lo cual no se podía establecer ningún tipo de comunicación efectiva, que fuera más allá de  frases trilladas. Sin embargo, unos días después, el argentino me envió un correo en que me agradecía que lo hubiera llevado allí, porque el aire fresco lo había reconfortado mucho. Parecían palabras sinceras.


NORBERTO SE QUITA LA MÁSCARA  

 Mi convivencia con el argentino derivó, tal como era natural, en algo absurdo, triste y antinatural. Por lo cual consideré que se debía acabar. Pero en mi incurable estupidez, le propuse que debía acabar de forma bella. Le dije que sabía que él también quería acabar dicha convivencia, pues se notaba muchísimo que al igual que yo no estaba cómodo. Fue entonces cuando le propuse que podría presentarle a mis padres como una manera de solemnizar nuestra despedida (ahora mismo no sé muy bien porque concebí algo tan descabellado, gracias a Dios no lo llevé a cabo).

EL ENFADO DEL ARGENTINO.

Curiosamente mi propuesta disgustó mucho al argentino. No hay duda de que su disgusto obedecía al hecho de que siempre pensó que debía ser él quien diera por concluida dicha relación. No soportó que yo me avanzara, porque  él consideraba lógico no querer convivir conmigo, pero en cambio le parecía una incoherencia total que yo no quisiera convivir con un ser tan extraordinario como él (siempre el dichoso orgullo). Tanto le irritó que no tuvo el mejor reparo en afirmar, con su habitual tono de desprecio y de suficiencia, “ Pero si  me llevaste allí, porque no estaban tus padres. Pero claro, yo lo he pensado, y me he dicho a mí mismo, pero en calidad de qué me presentaría”… es decir que el argentino le dio bastantes vueltas al asunto, y si se las dio fue porque le sentó fatal que lo hubiera llevado un día en que no estaban mis padres. Es difícil ciertamente ser más retorcido. Sin ningún género de dudas afloraron los malos rollos del argentino¡¡¡ y de qué manera. Sus inseguridades son tremendas, hasta tal punto lo son que el pobre no se dio cuenta de que si no le presenté a mis padres no fue ni mucho menos porque quisiera hacerle aposta un desprecio, sino porque mis padres no lo hubieran entendido, en el caso, claro está, de que les hubiera dicho toda la verdad sobre mi convivencia con el argentino.


LA RADICAL DIFERENCIA ENTRE DAVID Y NORBERTO.

David nunca se ha sentido molesto porque no le presentara a mis padres, todo lo contrario, lo entiende y sabe lo que implica tal presentación. Nunca me ha criticado por ello. Y no me ha criticado por la sencilla razón que ha tenido la suficiente sensibilidad, incluso diría la suficiente humanidad, de colocarse en mi lugar. Y eso siempre es posible cuando entre dos personas hay una mínima complicidad, cuando se respeta y se quiere a la otra persona, cuando no se la mira por encima del hombro. Todo lo contrario que en el caso del argentino, con quien la verdad apenas había nada de complicidad. No me equivocaría si afirmara que entre los dos había una distancia infinita, que impedía cualquier conato de comunicación. Nunca me atreví a revelarle mi intimidad porque sabía que la rechazaría sin el menor escrúpulo, que se burlaría de mí. Éramos dos islotes incomunicados y sin voluntad de intercomunicarse.

DAVID Y NORBERTO

David es un ser MORAL, mientras que el argentino, al menos mientras convivió conmigo, fue un autista moral. Para él sólo existía su YO, nada más que su YO y necesitaba que los demás adorasen a ese yo tan envanecido de sí mismo, y yo solo le servía en tanto que un simple medio para que su YO lograra la plenitud. Es un yo que no se amolda a las normas morales más obvias, sino que pretende que los demás se amolden a las creadas por él. Pero esto tampoco tendría nada de especial, en el mundo hay infinidad de personas egoístas e interesadas, sino fuera porque luego se las da de filántropo universal.  ¿Cómo puede ser que el que se presenta ante el mundo como aquel QUE ESTÁ AQUÍ PARA AMAR, PARA SERVIR, se comportara de una forma tan poco afectuosa y servicial conmigo? Pues sencillamente porque está aquí para amarse y servirse.

LA FELICIDAD DE NORBERTO Y DE DAVID

Como no puede ser de otra manera, al fin y al cabo será siempre un Hijo de Narciso, Norberto alardea de su felicidad a los 4 vientos, sentenciando que es completamente feliz. Creo sinceramente que la felicidad no tiene que ser  indicio de nada encomiable. Los violadores, los ladrones, los tiranos pueden sentirse completamente felices. Más ético y bello y deseable hubiera sido que hubiera afirmado que es completamente bueno, pero eso no creo que se atreva a afirmarlo. La BONDAD siempre es infinitamente superior a la FELICIDAD.  En el caso de David, la bondad siempre supera a su felicidad, por eso lo quiero, por esa bondad que emana de sí mismo de una forma constante. Tras conocer a Norberto me impuse a mí mismo que la siguiente persona tendría que tener como principal característica su BONDAD, y esto, en el caso de David, lo he logrado plenamente.

NORBERTO    LOS SANTOS Y SUS INTERESES

De qué vale ponerse en la boca los nombres de San Francisco, de Jesús, de Santa Teresita, si luego en la vida uno se comporta siguiendo los impulsos más egoístas de su YO, sin tener la menor consideración hacia su prójimo? A eso se llama no tener decencia humana ni coherencia. Evidentemente si yo hubiera sabido la clase de persona que es Norberto no lo hubiera llevado a mi “paraíso” particular, porque ese paraíso es valioso por sí mismo, independientemente de que en él estuvieran o no mis padres, porque el gesto que tuve de llevarlo allí vale infinitamente más que cualquiera de los gestos que Norberto tuvo conmigo, por la sencilla razón de que no tuvo ninguno que merezca ser recordado.

DAVID Y MI VOLUNTAD

En el caso de David sí que me apetecería presentárselo a mis padres, porque es una persona que vale la pena, que actúa pensando en él y en mí, que me respeta y me quiere, que no está para aprovecharse ni para hacérmelo pasar mal, por todo lo cual me gustaría que volviera a pisar mi paraíso particular, no de forma fugaz, sino de una forma permanente, incluso que estableciera allí su morada. Por eso mismo si le presentara a mis padres no sería para solemnizar de forma bella una despedida, sino para resaltar de la forma más expresiva un nuevo ORIGEN. UNA NUEVA ALIANZA ENTRE LOS DOS¡¡¡




DAVID Y NORBERTO ANGEL Y DEMONIO

DF