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viernes, 21 de junio de 2013

LA SEU D'URGELL: DIUMENGE 16 DE JUNY DE 2013












NORBERTO : DIOS POR PRESCRIPCIÓN MÉDICA

NORBERTO:  DIOS POR PRESCRIPCIÓN MÉDICA


Sin lugar a dudas, la principal razón por la que me decidí a publicar este blog fue para poder entender mi convivencia con el argentino. Como ya he expresado en otras ocasiones anteriores, cuando el argentino abandonó el piso de la forma menos cristiana imaginable, se apoderó de mí un vacío, una sensación de absurdo, incluso un sentido del ridículo que lentamente desembocó en una profunda y duradera tristeza. Por más vueltas que le daba, no entendía nada. Pero cómo diablos me pude equivocar tanto, me dije a mí mismo  infinidad de veces. Aunque en casos similares lo más normal es olvidar una experiencia tan estéril como la vivida por mí, en mi caso, dicha esterilidad creó la necesidad de entender los motivos por los cuales abrí las puertas de mi piso a un tipo al cual casi no conocía de nada. Hoy, no tengo la menor duda sobre ello, sé que malinterpreté la información que tenía sobre él. Por  culpa de errores muy ingenuos, creí que el argentino era de una manera muy distinta a cómo es en realidad. Nunca sospeché que alguien que se dice seguidor de Cristo, defensor del amor, pudiera ser alguien completamente dominado por la soberbia, capaz del más frío desprecio hacia su prójimo cuando no se siente adorado por él. Un ser eminentemente contradictorio que se afana por difundir de sí mismo una imagen de loco simpático, cuando en el fondo es muy calculador y frío, capaz de sacrificar a quien le ha tendido la mano para conseguir sus objetivos, su “irrenunciable felicidad”. Humildemente creo que es más importante ser noble que feliz.

PRÓXIMA PUBLICACIÓN DE MIS PESQUISAS.

Mi tenacidad ha dado sus frutos, y hoy puedo afirmar con cierta satisfacción que ya he entendido porque todo ocurrió de la manera como ocurrió. Hoy, con la prudencia pertinente, puedo afirmar que ya sé cómo es el argentino, y sobre todo  por qué obró cómo obró, cuáles fueron sus móviles, qué sentimientos reales abrigaba hacia mí, cuáles eran sus fines. Por supuesto que mis conclusiones no son la verdad misma, y que a buen seguro no estarán exentas de error, pero al menos he conseguido una interpretación de los hechos que es consistente con todo lo vivido junto al argentino. En todo caso, me sirve, lo que no es poco,  para entender dicha convivencia y eso me basta. Ahora todo tiene un sentido ante mis ojos, y, de alguna manera, todo me resulta más soportable, incluso más disculpable.
Muy pronto publicaré en este mismo blog los resultados de mis indagaciones.

UN AVANCE DE MIS PESQUISAS


Creo que David acertó plenamente cuando se refirió al argentino como “ un pobre infeliz”. Al menos mientras convivió conmigo, lo fue, por lo cual creo que   hay que ser magnánimo con él.
¿Quién, sino un pobre desgraciado, se atrevería a decir de sí mismo que es un SER COMPLETAMENTE FELIZ sabiendo como sabe que ha llevado la tristeza a muchos corazones?
¿QUIÉN SINO UN POBRE DESGRACIADO SE ATREVERÍA A DECIR QUE ESTÁ AQUÍ PARA SERVIR Y PARA AMAR, sabiendo como sabe que ha negado  ayuda y  amor a muchos de sus congéneres?


EL DIOS de VIKTOR FRANKL

Hay quienes para curar un  dolor de cabeza se toman una aspirina, pues bien, los seguidores del psiquiatra  vienés se toman,  para curarse sus angustias existenciales, una “pastilla religiosa”. Creo que es un error acercarse a Dios como si fuera un modo de curación. Reducir a Dios a una terapia es algo muy irreverente. La naturaleza  y la vida misma deberían ser lo suficientemente poderosas cómo para engendrar el amor de Dios en lo más hondo de los corazones humanos. Creo, sinceramente, que aquél que tiene que acudir a un consultorio médico para creer en Dios es un pobre desgraciado. Sea como sea, ese Dios clínico es el Dios del argentino. Y precisamente el comportamiento poco cristiano que a veces se observa en el argentino, su escasa comprensión de las enseñanzas de Cristo, se debe a su manera tan poco heroica de llegar a Jesús. Si en lugar de a través de los libros de Frankl, hubiera llegado a Cristo a través de su corazón, a través del amor al prójimo, a través de la maravilla que es el Universo, muy probablemente sería una persona que dejaría mejor recuerdo del que deja.

LA FE UNA VIRTUD ESCASA

Decía San Tomás de Aquino que la fe más perfecta  es la que va unida a la caridad. Porque según él, la fe puede ser entendida y querida. Si sólo es entendida por el entendimiento es menos perfecta que si  además es querida por la voluntad.
La caridad, que es la amistad sobrenatural con Dios, debe ser profesada con el mismo vigor con el que uno se adhiere a las verdades reveladas, solo entonces la fe de uno es plena. En el caso del argentino creo que la fe está desprovista de toda caridad. Es, pues, usando el lenguaje de Santo Tomás, una fe informe.

LA SOLEDAD Y LA INSEGURIDAD

Si no hubiera sentido el peso angustioso de la soledad, el argentino tampoco hubiera aceptado mi caridad. Si no se hubiera sentido muy vulnerable ante el futuro, tampoco la hubiera aceptado. Por lo tanto, no sólo hay que atribuir a su fe ciega, y algo irracional, en la Providencia, la razón por la cual, venciendo el desprecio que sentía hacia mi forma de ser, consintió mi caridad.

LOS DELIRIOS

Entiéndase por delirio  una creencia que no está sustentada por la realidad, que es fruto de la imaginación del sujeto, pero que sin embargo aparece ante la consciencia de éste   con la misma fuerza con la que aparece cualquier otro hecho de la realidad más cotidiana, como si fuera una verdad absoluta.
Sin los delirios del argentino, y para ser justos, sin los míos, jamás de los jamases hubiera podido existir nuestra convivencia.

LOS DELIRIOS DEL ARGENTINO.

Aunque no es este el momento de desarrollarlos, baste decir que se centran sobre todo en la PROVIDENCIA y en la creencia de ser una criatura a quien Dios dispensa un trato especial. Más aún, en sentir  a Dios como padre, lo cual es verdaderamente importante para alguien que siempre se ha sentido, consciente o inconscientemente, huérfano de padres.

MIS DELIRIOS


A vuelo de pluma, podría decir ( lo descubrí hace muy poco) que tienen  ALGO que ver con la película Teorema de Pasolini que vi en mi adolescencia y que tanto me impresionó. Confundir al argentino con el Visitante, el protagonista masculino del film de Pasolini, quien está revestido de atributos místicos o angélicos ( porque éste sí que TIENE COMO MISIÓN AYUDAR Y AMAR), fue un delirio claramente patológico, que demuestra bien a las claras la inestabilidad emocional por la que pasaba cuando conocí al argentino.
Hoy, casi sin temor a equivocarme, puedo afirmar que Norberto es lo contrario del Visitante de Pasolini, un ser frívolo y narcisista capaz, cuando no se siente amado, del mayor DESAMOR Y DESAMPARO .