LAS ETERNAS INCOHERENCIAS DE NORBERTO
Norberto escribió recientemente sobre mí que: “ siguió comunicándose aunque
la cosa “no iba”.
Dicho así, parece que me comportara como una mosca cojonera, pero si los
hechos se relatan de forma más objetiva, todo cambia y se vuelve más
comprensible.
Expongamos los hechos:
1.- Yo me comunico con Norberto porque él me lo pide. Así empiezan las
cosas. Tan es así la cosa que cuando me comunico con él la primera vez me dice:
¡¡sí que has tardado a comunicarte¡¡
2.- La comunicación no es del gusto, porque, para decirlo de alguna manera,
Norberto esperaba que yo fuera como “otro Diego” para él, y esas, precisamente,
no eran mis intenciones. Entonces critica algunos aspectos de la comunicación.
3.- Aquí habría que comentar unos detalles demasiado íntimos, que no me
apetece contar. Sea como sea, como la comunicación no era del gusto de los dos,
y para no volver a caer en errores anteriores, quiero ser claro, y le mando un
mensaje donde le pregunto si QUIERE o NO QUIERE que la comunicación continúe,
no se lo digo tan a las claras, pero la pregunta está clara. Sólo podía
contestar sí o no. ¡
4.- Pues para mi total sorpresa, Norberto no es capaz de responder una
pregunta tan simple. Su respuesta es totalmente confusa y evasiva. En fin, que
se sale por la tangente.
5.- Imagínense que hubiera respondido NO, que es lo que yo me esperaba (
por eso la pregunta se la mandé via mail, cuántos malos rollos nos hubiéramos
evitado.
6.- No le dio la gana de responder con claridad.
7.- A mi me pareció que lo más honesto era que no me deshiciera de él unilateralmente. Así
de bobo soy¡¡¡¡