“Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo” Lc 17, 1-6 (TODO PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA)
STATCOUNTER
miércoles, 29 de octubre de 2014
CANVI DE RUMB PER TERRES CASTELLANES
Espero que el viatge sigui fructífer i em doni la força necessària per emprendre un nou rumb.
DIEGO Y UN ESPEJISMO LLAMADO NORBERTO
DIEGO Y UN ESPEJISMO LLAMADO NORBERTO
Parece ser que el bueno de Diego aún se deja deslumbrar por el recuerdo de
Norberto. Nadie es perfecto.
Seguro que en su momento debió pensar que Norberto era alguien que vivía
para los demás. Hoy, quizás, y como me sucede a mí, haya llegado a la
conclusión de que el argentino vive sobre todo para él mismo. Pero ¿por qué da
esa sensación de entregarse a los demás?
1.- Porque su propia filosofía de vida incita a ello. Siempre apela al
amor, a valores cristianos, al respeto al prójimo, a filosofías que promueven
la unión de las religiones y el diálogo entre los hombres, a la paz y a la igualdad social. Pero
que nadie cuestione su forma de ser, porque entonces ya no valen ni igualdad ni
fraternidad ni amor, entonces emerge el ego herido del argentino que impone el
desprecio y el egoísmo hacia quien no lo adora.
2.- Siempre que llega a un sitio, busca una asociación a la que integrarse.
Pero no para ser mero espectador, sino para escalar posiciones y poder organizar
o dirigir, lo cual siempre acaba creando graves tensiones.
3.- Porque siempre se dirige a una divinidad ante la cual su YO se somete,
como si ésta fuera su padre o su amante, aunque en realidad lo que busca es una
forma de absolución que le permita no tener que afrontar los propios errores.
4.- Él mismo afirma, sin el menor empacho, que está aquí para dar AMOR y
para servir a los demás. ¡Chúpate esa¡
Estoy seguro de que Diego acabó descubriendo al verdadero Norberto, alguien
que lo sacrifica todo para lograr sus objetivos. Y¿ cuáles son esos objetivos?
Poder vivir, sin pegar muchos palos al agua, de la incredulidad de los demás,
sobre todo de aquellos que se abren a lo “espiritual” por esnobismo. Ya se me
entiende, que si los marcianos de luz, que si las energías fantasmas que
curan todo…
Norberto por su forma de entender la vida da la sensación de ser como el
protagonista de la novela TEOREMA de Pasolini, que por su entrega hace más
felices a los que le conocen. Pero es un espejismo, en general, sucede al
revés.
Curiosamente Diego y Norberto vivían en feliz compañía hasta que los dos se
trasladaron a la ciudad de Diego.
Los primeros meses fueron muy felices, al menos el argentino dijo que se
sentía “feliz a más no poder”. Pero, al poco de decir esa frase, todo saltó por
los aires, y el argentino se precipitó a buscar por los bares y por las calles,
nuevas compañías. No sé quién dio el primer paso para romper esa compañía. Creo
que Diego se convirtió en un nuevo FERRAN, ese catalán de quien Norberto llegó
a decir falsedades paranoicas sin el menor sonrojo. Usó, en un brote, el
concepto de violencia doméstica. Que Dios perdone a los que merezcan su perdón,
es lo único que puedo decir sobre este tema tan espinoso.
¿Por qué saltó todo por los aires?
No lo sé. Sólo sé que el argentino llegó a poner como fundamento de su
vínculo con Diego al mismo Dios. Más aún llegó
a decir, públicamente, que era el mismo Dios el principal interesado en
mantener dicha convivencia entre los dos. De donde se deduce que si todo se
acabó, fue porque así lo quiso Dios. ¡Qué cómodo quitarse de encima toda
responsabilidad, y pasarle el muerto a Dios¡ Tras la ruptura, Norberto buscó la
diversión con verdadero ahínco. Dios, según la teología, es el fundamento de
las cosas, pero no el responsable de los actos humanos. Si la convivencia entre
los dos se rompió, fue por ellos y no por Dios ni por el universo ni por
energías o marcianos.
¿Le presentó Diego a sus padres? Aunque parezca mentira, podría ser este un
motivo suficiente, para alguien tan ególatra como el argentino, como para
romper todo vínculo.
En los anuncios que Norberto puso en la ciudad de Diego para buscar “diversión”
señaló bien claramente que no quería encontrar AUTISTAS EMOCIONALES…
¿A quién se refería? Acaso no son también criaturas de Dios.
domingo, 19 de octubre de 2014
MI VIAJE SIN DAVID
UN VIAJE SIN DAVID POR
TIERRAS CASTELLANAS
Estoy tan acostumbrado a
viajar con él, que seguro que esta vez que voy sin David lo voy a echar mucho
de menos. Su compañía siempre es cálida y actúa como de freno a mi impulsiva
forma de ver las cosas. No voy a tener a nadie que me diga que no corra tanto,
por lo cual seguro que voy a recorrer de cabo a rabo toda las ciudades y todas
las iglesias. Seguro que me va a costar hacerme la idea que viajo sin él, por
lo cual pensaré mucho en él, así que, y aunque no sea lo mismo, de alguna
manera también me acompañará, al menos de pensamiento.
PALENCIA |
VALLADOLID |
VALLADOLID |
VALLADOLID |
VALLADOLID |
VALLADOLID |
ZAMORA |
ZAMORA |
NORBERTO Y SU SOMBRA EN LA CIUDAD DE DIEGO
NORBERTO Y SU
SOMBRA EN LA CIUDAD DE DIEGO
Norberto, sin lugar a
dudas, habita en una de las capitales más fea de Europa. Cualquiera que haya
visitado San Petersburgo, Roma, Budapest, Viena o Praga, sabe que lo que digo
es cierto. ¿ Cómo puede ser que la que fuera capital de un imperio renombrado
por ser la reserva espiritual del mundo tenga una de las catedrales más
insignificantes del mundo? A su alrededor, hay ciudades que poseen fabulosas
catedrales, maravillosas murallas, espléndidos monasterios, justamente todo lo
que ella carece.
Pero Norberto puede ir,
de vez en cuando, a la ciudad de Diego. No lo sé. Pero si no fuera, entonces,
allí vive su sombra. Alguien que está muy pendiente de él, ya sea por que lo
ama mucho, ya sea porque le guarda mucho resentimiento. Sea por lo que sea, lo
cierto es que ese alguien no lo ha olvidado.
Si, en cambio, es el
propio Norberto quien vive a tiempo parcial en la ciudad de Diego, entonces
todo se entiende mucho mejor.
lunes, 6 de octubre de 2014
LA GRAN SORPRESA DE DAVID
LA GRAN SORPRESA DE DAVID
El domingo David reveló que el problema que había tenido en los últimos
meses, no tenía nada que ver conmigo, lo cual, la verdad sea dicha me dejó
bastante desconcertado. Yo, por supuesto, no estoy de acuerdo, porque en
nosotros hay una parte inconsciente que no controlamos, y que, de alguna
manera, habla por nosotros. Lo queramos o no.
Un problema como el de David siempre está relacionado con las vivencias más
personales, más que con motivos más neutros que el adelgazarse o el dejar de
fumar. Por eso la doctora le hizo las preguntas que le hizo.
A mí me pasó algo similar y rápidamente supe ver las causas del por qué.
Bien entendido que la mayoría de las cosas no tienen una sola causa, sino
muchas. Pero también resulta muy revelador que David niegue alguna de esas
causas. Debe creer que así le será más fácil emprender un nuevo rumbo en la
vida.
Engañarse uno mismo no es la mejor manera de emprender ningún rumbo nuevo,
aunque en este caso el engaño no sea consciente.
Sin lugar a dudas, lo que le pasa a David es lo que Freud definió como un
mecanismo de defensa para no asumir determinadas frustraciones.
En concreto, y en el caso de David, se trata de un mecanismo de defensa
llamado de racionalización, aunque el nombre parece muy complicado, es muy
fácil de entender.
MECANISMO DE DEFENSA DE RACIONALIZACIÓN
El mecanismo de
defensa de la racionalización consiste en la construcción de una narrativa que
oculta la verdadera motivación que llevó a la persona a realizar un acto, o
sirve como tapadera para no conectar con sentimientos o deseos que la persona
no se quiere confesar a sí misma. En muchos casos el racionalizador se carga de
razón para no reconocer algo que para los demás es obvio. El problema es que
esta explicación que la persona se cuenta a sí misma o a los demás es solo un
argumento periférico que sirve de justificación tranquilizante, pero que no
explica los motivos profundos de la conducta. Un ejemplo de este mecanismo de
defensa puede ser el de aquel hombre que aseguraba con extensos argumentos no
necesitar relaciones de pareja, cuando en realidad se ponía a temblar cada vez
que alguna mujer se le acercaba.
Otro ejemplo es el
caso de una persona que emplea humor cáustico en una relación interpersonal, y
lo justifica interpretándolo como "juego" o "diversión", y
no como una crítica o actitud agresiva. Es
importante hacer notar que, para ser considerada racionalización, el sujeto
debe creer en la solidez de su argumento, no empleándolo como simple excusa
o engaño consciente.
En algunas
ocasiones lidiar con la vida cotidiana puede ser tensionante e incluso algunas
realidades pueden desbordar nuestros recursos psicológicos a nivel consciente.
Ante estas situaciones (que nos resultan particularmente amenazantes para
nuestro yo) ponemos en juego los mecanismos de defensa en aras de mantener
nuestro equilibrio psicológico y evitar cualquier tipo de perturbación.
Los mecanismos
de defensa son muy variados, entre ellos me atrevería a asegurar
que uno de los más extendidos es la racionalización.
La racionalización
no es sino una forma de negación que nos permite evitar el conflicto y la
frustración que éste genera. ¿Cómo hacemos esto? Sencillamente nos brindamos
razones (aparentemente lógicas) que justifican o encubren los errores o las
contrariedades.
Mediante la
racionalización la persona intenta defenderse del efecto frustrante y trata de
autoconvencerse de que, en el fondo, no deseaba aquello que no ha conseguido.
Un ejemplo clásico en la literatura de racionalización es el de la zorra que
después de varios saltos no logra alcanzar las uvas y exclama: "¡Ah, están
verdes!". O quizás el del joven que va a una fiesta y aduce que no baila
porque se suda pero realmente no sabe bailar y teme hacer el ridículo.
Vale puntualizar
que en muchas ocasiones los argumentos que las personas se muestran a sí mismas
son reales. Por ejemplo, en los casos anteriores en verdad las uvas estaban
verdes y al bailar las personas se sudan pero en esencia, estos no son los
motivos reales por los cuales no logramos la meta o no exhibimos un
comportamiento determinado. Como los argumentos que nos brindamos son
perfectamente racionales, estos logran convencernos y así no debemos reconocer
nuestra incapacidad para lograr algún objetivo en específico.
La racionalización
es un mecanismo que transcurre por vericuetos que se alejan de nuestra conciencia;
es decir, la persona no se autoengaña conscientemente. Cuando el terapeuta u
otra persona les pone frente a la realidad, en muchas ocasiones ésta suele
negarse. Una negación que será más o menos intensa y duradera en el tiempo
según se perciba la realidad como más o menos amenazante para el yo.
La racionalización
funciona sobre un mecanismo de disociación donde la persona determina una
distancia ideal entre lo “bueno” y lo “malo” en aras de eliminar una fuente de
inseguridad, peligro o tensión emocional. De esta manera, la persona se adapta
al medio pero no logra resolver realmente sus conflictos ya que no enfrenta la
realidad y sus causas verdaderas.
NORBERTO Y EL TIEMPO DE LA CONVIVENCIA
NORBERTO Y
EL TIEMPO DE LA CONVIVENCIA
Hace más de 8
meses, el argentino interpuso una denuncia para que me quitaran el BLOG. Por
supuesto no lo logró, cosa lógica teniendo en cuenta la absoluta inconsistencia
jurídica de dicha denuncia.
En esa denuncia, se
podía leer lo siguiente: Es creado por el señor carles que conoci hace 4 años y con el que comparti 2 meses.
Parece
que su principal argumento fuera el escaso tiempo. De manera que si se hubiera compartido más tiempo, entonces no
hubiera presentado dicha denuncia.
El
tiempo, bien debería saberlo el argentino, porque así lo expuso con la mayor
elocuencia San Agustín, es subjetivo. Cada uno lo mide a su manera. De todas
maneras, también hay un tiempo objetivo. Un día dura 24 horas. En cuanto al
tiempo de compartición que nos afectó a él y a mí, se alargó desde su
cumpleaños al mío. Una cosa es el tiempo objetivo y otra el tiempo efectivo,
porque si compartimos un piso y a lo largo del día casi no nos vemos, es como
si no compartiéramos el tiempo. Bien sabe el argentino que en ese piso estaba
la mayor parte del tiempo solo, y más que lo hubiera estado, si él no se
hubiera quejado.
En
mi opinión, no tiene mucha importancia si el tiempo fue de dos meses, de tres o
de cinco años. Porque lo realmente relevante fue el PRINCIPIO y el FINAL, y no
el tiempo intermedio.
El
tiempo intermedio de la convivencia está compuesto de vivencias muy
irrelevantes, que no merecerían ser recordadas. Todas ellas son muy triviales.
Por lo tanto, si se recuerdan no es por ellas mismas, sino en función del
principio que les dio origen, y del final que les dio fin.
El
principio, la causa por la que empezó la convivencia es realmente, para mí,
algo muy impactante, que aún hoy, después de tanto tiempo, aun me asombra. Para
el argentino también lo fue, al menos por causa de ello le brotaron las
lágrimas.
Si
el principio fue muy bello, el FINAL, fue realmente desagradable, y por lo feo
que fue deja un recuerdo imborrable y muy lamentable. Un final así no se puede
olvidar nunca. Ni el principio tampoco.
En
cambio, el tiempo que va del principio al final resulta de lo más
insubstancial. En él descubrí a un Norberto egoista, que solo se preocupaba de
sus propios objetivos. Solo vivía para él mismo, despreciando todo cuanto no le
parecía que se ajustaba a esos objetivos.
En
el final, reveló su verdadera naturaleza. Y desde entonces, usa a Dios para
justificar, mejor aún, se inventa a un Dios, para absolverse a sí mismo de toda
culpa. Su DIOS es lo más parecido a una marioneta. Con dioses así, no me
extraña que cada vez haya más ateos, muchos de los cuales jamás se hubieran
atrevido a cometer un acto tan deplorable como el que Norberto cometío conmigo.
Su consciencia( la de los ateos) vale mucho más que ese falso DIOS del argentino, creado a su
imagen y semejanza.
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