Según la psicóloga Sandy Hotchkirst, he aquí los SIETE PECADOS CAPITALES DE LOS HIJOS DE NARCISO:
Descaro - vergüenza es el
sentimiento que se esconde debajo de todo narcisismo insalubre, así como la incapacidad de procesar la vergüenza de
forma saludable.
Pensamiento mágico – los
narcisistas se ven a sí mismos como perfectos gracias a la distorsión y la ilusión, esta forma de
alteración de la realidad se conoce como pensamiento mágico. También utilizan
la proyección para volcar la vergüenza
sobre los demás.
Arrogancia - un narcisista
que se sienta desanimado se podrá reanimar,
disminuyendo, devaluando o degradando a su prójimo.
Envidia - un narcisista
puede proteger el sentimiento de superioridad respecto a la amenaza que
supondría otra persona de mayor entidad moral o profesional que él, mediante el desprecio hacia esa persona.
Derecho – El narcisista,
puesto que se considera un tipo muy especial, alberga expectativas poco razonables de ser
tratado muy favorablemente o de ser obedecido
automáticamente. Cualquier desobediencia o desconsideración se
considerará un ataque contra su superioridad y el responsable de ese ataque
será juzgada como una persona "difícil" o "torpe". El desafío
a su voluntad es una injuria para el narcisista que puede desencadenar su furia.
Explotación - puede
adoptar muchas formas, pero siempre implica la explotación de los demás sin
tener en cuenta sus sentimientos o sus intereses. A menudo, la otra persona está en una posición servil donde la resistencia
sería difícil o incluso imposible. A veces, la sumisión no es tan real como
asumida.
Límites confusos Los - narcisistas no reconocen que tienen
límites y que los otros están separados y que, por lo tanto, no son una
extensión de sí mismos. Los demás sólo existen para satisfacer sus necesidades,
de lo contario no existen, son NADA para
ellos. Quienes aportan algo al narcisista, ya sea ayuda, amor, o amistad, son
tratados como si formaran parte del
narcisista, quien espera de ellos que
sepan estar a la altura de sus expectativas. En la mente de todo narcisista, no
hay ningún límite entre el yo y los otros.