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lunes, 14 de mayo de 2012

UN ARGENTINO Y 7 PECADOS CAPITALES

Según la psicóloga Sandy Hotchkirst, he aquí los SIETE PECADOS CAPITALES DE LOS HIJOS DE NARCISO:



Descaro - vergüenza es el sentimiento que se esconde debajo de todo narcisismo insalubre, así como  la incapacidad de procesar la vergüenza de forma saludable.

Pensamiento mágico – los narcisistas se ven a sí mismos como perfectos gracias a la  distorsión y la ilusión, esta forma de alteración de la realidad se conoce como pensamiento mágico. También utilizan la proyección para volcar  la vergüenza sobre los demás.

Arrogancia - un narcisista que se sienta desanimado se  podrá reanimar, disminuyendo, devaluando o degradando a su prójimo.  

Envidia - un narcisista puede proteger el sentimiento de superioridad respecto a la amenaza que supondría otra persona de mayor entidad moral o profesional que él,  mediante el desprecio hacia esa  persona.

Derecho – El narcisista, puesto que se considera un tipo muy especial,  alberga expectativas poco razonables de ser tratado muy favorablemente o de ser obedecido  automáticamente.  Cualquier  desobediencia o desconsideración se considerará un ataque contra su superioridad y el responsable de ese ataque será juzgada como una persona "difícil" o "torpe". El desafío a su voluntad es una injuria para el narcisista que puede desencadenar su furia.

Explotación - puede adoptar muchas formas, pero siempre implica la explotación de los demás sin tener en cuenta sus sentimientos o sus intereses. A menudo, la otra persona  está en una posición servil donde la resistencia sería difícil o incluso imposible. A veces, la sumisión no es tan real como asumida.

Límites confusos  Los - narcisistas no reconocen que tienen límites y que los otros están separados y que, por lo tanto, no son una extensión de sí mismos. Los demás sólo existen para satisfacer sus necesidades, de lo contario no existen,  son NADA para ellos. Quienes aportan algo al narcisista, ya sea ayuda, amor, o amistad, son tratados  como si formaran parte del narcisista, quien  espera de ellos que sepan estar a la altura de sus expectativas. En la mente de todo narcisista, no hay ningún límite entre el  yo y los otros.