NORBERTO : LA
OSTENTACIÖN DE LA FELICIDAD
ESTADO CIVIL: COMPLETAMENTE FELIZ:
ESTADO CIVIL: COMPLETAMENTE FELIZ:
Hay personas que disfrutan exhibiendo impúdicamente ya sean sus riquezas, pongamos por caso un porsche rojo último modelo, un vestido de Versace, un collar de rubíes, un rolex de oro, ya sean su envidiable posición social, su plenitud anímica, etc. Con tan poco ejemplar comportamiento buscan, sin lugar a dudas, sentirse superiores a los demás, alabarse a sí mismos, difundir a los cuatro vientos la plenitud de sus vidas. Son unos egocéntricos incurables, y en el fondo, unos pobres hombres. Necesitan de alguna forma que su prójimo los envidie, y a la vez, hacerlo sentir un desgraciado. El sentido de sus vidas se reduce a esta inmoral ostentación de lo que creen que los hace superiores respecto a los demás, que los hace sentirse unos elegidos, unos seres privilegiados por la Fortuna o por el mismísimo Dios.
Norberto es uno de esos hombres
que necesita restregar su felicidad, sea cierta ésta o no, por la cara de los demás. Por lo que se deduce
a partir de sus palabras, su felicidad es, AHORA mismo, plena, sin sombra alguna que la
enturbie.
Bien cierto es que no se sabe de
entrada si esa felicidad se refiere exclusivamente a su vida sentimental, o por
el contrario, abarca a toda su esfera existencial.
Si es lo primero (y todos los
indicios así lo corroboran), habría que decirle que no es muy elegante no mencionar,
ni de forma colateral, a la persona que, por derecho propio, contribuye explícitamente a esa felicidad. Porque parece que la única cualidad de esa
persona sea la de hacerle feliz, como si resultara sólo admirable o buena por
lo que produce en el otro y no por su ser mismo. Es decir, se la trata como
medio y no como fin. En general, tal efusión temperamental me trae a la memoria
aquello de “ FElIZ a más NO PODER con mi CUCHI CUCHI”, reveladoramente al poco
de pronunciar tales palabras la relación con el CUCHI CUCHI se fue al CARAJO. Pero
hombre de Dios, no sería más correcto decir:
razonablemente feliz con mi CUCHI CUCHI, humildemente feliz, buenamente
feliz, estoy bien con mi pareja, me va bien… Así, incluso Norberto, que ya es decir, `parecería
humano ante los ojos de los demás. Pero no, como siempre, intenta camuflar la
frustración sentimental de su pasado valiéndose de una afirmación que además de
ser una cursilería es una inexactitud petulante. Lamentablemente, el pasado no
se puede borrar, por eso mismo debería servir para que todos fuéramos más prudentes y menos vanidosos de cara al
futuro. Si llevara 25 años conviviendo con la misma persona, quizás estuviera
algo justificada semejante elocuencia efusiva. Bien pudiera ser que aquel que
ha tenido tantas parejas, y semiparejas, a lo largo de la vida, haya acabado
por mitificar el momento presente, consciente de que cuando menos se lo espere
ese presente se disolverá irremediablemente, dejando tras de sí una estela
dolorosa.
Si es lo segundo, habría que
decirle al argentino que no tiene vergüenza torera. Cómo diablos alguien que ha
dejado un recuerdo áspero en tantas
personas puede ignorar dicho malestar? No tiene acaso memoria para saber lo que
hizo en su pasado más reciente? Le importa un bledo sus muchas
desconsideraciones a su prójimo? Pues probablemente así sea.
Si en estos momentos vive muy
feliz, bien lo podría expresar con mayor discreción y humildad. No olvidando
nunca de dónde viene, quién ha sido, cómo ha tratado a muchos que le abrieron
sus puertas de buena fe… todo esto no ha prescrito: continua existiendo en su
memoria y en la memoria de los que padecieron “sus malos rollos”. Aunque él afirme,
manipulando a Santa Teresa, que TODO SE PASA, la verdad es que nuestros actos,
buenos o malos, se graban de forma indeleble en nuestros corazones, y allí se
quedan para siempre.
La verdad es que esta obsesión
del argentino por alardear de su felicidad es bastante morbosa. Siempre que
puede resalta, hasta extremos un poco patéticos, que es uno de los hombres más
felices. Parece que siga las instrucciones de algún libro de autoayuda. Sin lugar
a dudas es evidente que con esta forma de obrar se quiere dar ánimos a sí mismo
para que así le suba la autoestima. En fin, un modo de autoengañarse como
cualquier otro. Quizás se ensalce a sí mismo, porque no tiene a nadie más que lo
ensalce. En el fondo, esa obsesión por sentirse el ser más feliz del mundo
revela una alma muy acomplejada, que tiene miedo de aparecer desgraciada ante
los demás, porque tal vulnerabilidad sería intolerable para su ilimitada
SOBERBIA. Por orgullo, y no por convicción, creo que afirma que es
completamente feliz.
Se mire como se mire, siempre
resulta muy poco elegante que uno se diga de sí mismo que es el más guapo, el
más listo, el más bueno, etc… Hace falta ser un creído, un prepotente para ir
por la vida magnificándose sin mesura a sí mismo…
Pero cómo diablos puede ser
completamente feliz quien dice de sí mismo que
A VECES LO HACE FATAL. Si uno es
consciente de sus propias limitaciones por lógica y por decencia no
puede sentirse completamente feliz.
Yo mismo no podría decir de mí
mismo que soy completamente feliz. Sin ir más lejos el recordar mi convivencia
con el argentino es siempre una fuente de tristeza que me impide lograr una
felicidad plena. Por supuesto hay otros muchos recuerdos y vivencias, a parte
de esa desgraciada convivencia, que tampoco me permiten conseguir dicha
plenitud.
Además, si yo fuera completamente
feliz, ello significaría que soy absolutamente insensible ante las penalidades
de los demás, que me importan un comino que mis seres amados lo pasen mal. En
el mundo hay demasiada injusticia como para que una pueda ignorarla y sentirse
completamente feliz.
Quizás el argentino que sólo se
preocupa de su yo, sea absolutamente indiferente al sufrimiento de los demás.
Dios mío, qué forma más insolidaria y lamentable de ser¡¡¡ Le da igual que
existan personas que estén tristes, que no tengan qué comer, que sufran malos tratos, que duerman en
plena calle, etc. Todo eso le da igual porque él es completamente feliz, nada
le turba, vive encerrado en sí mismo, es, pues, UN COMPLETO AUTISTA, UN
EGOCÉNTRICO IMPENITENTE…
En rigor, solo Dios es
completamente feliz, porque nada le falta. Cualquier humano, por su misma
esencia limitada, no puede ser plenamente feliz.
"Solo en Dios se calmará su sed de infinito, logrando, entonces sí, la plena felicidad, la BEATITUD. Quien no antepone nada al amor de Dios será la persona más dichosa, ya que en Dios está nuestra felicidad."
"Solo en Dios se calmará su sed de infinito, logrando, entonces sí, la plena felicidad, la BEATITUD. Quien no antepone nada al amor de Dios será la persona más dichosa, ya que en Dios está nuestra felicidad."
SE COMPARA ACASO CON DIOS O CON CRISTO?
Cristo fue el hombre más feliz porque no le negó nada a Dios olvidándose de sí
mismo, preocupándose por los demás.
Alguien se puede imaginar que Norberto se olvide de sí mismo, aunque sea
para agradar a Dios. Es poco creíble que el argentino deje a un lado
su YO para preocuparse por los demás. Antes preferiría morir, pasar hambre,
pasar miseria que olvidarse de su YO.
Todas sus connivencias místicas
suenan falsas. Cómo es posible que aquél que lo dio todo para y por su carne
ahora renuncie a ella para relacionarse con asociaciones místicas.
En fin, para él la felicidad es
como un reloj de oro, algo que se tiene para exhibir ante los más desgraciados y su pareja, en lógica correspondencia con lo anterior, la tienda donde se compra dicho reloj.