Afortunadamente, el sentido del humor es el mayor antídoto contra las
supersticiones sin fundamento, torticeramente atribuidas al potencial místico
de la consciencia humana.
Desgraciadamente, los toltecas practicaron el sacrificio humano por motivos
religiosos. Desgraciadamente, los toltecas crearon un cruel imperio militar que
no enseñaba el amor a los vencidos, sino más bien todo lo contrario. Fueron
sabios en levantar templos maravillosos, y también fueron sabios en aplicar
castigos terroríficos a los pueblos conquistados que se atrevían a cuestionar
su poder dominador (curiosamente, las víctimas de los sacrificios humanos correspondían casi exclusivamente a prisioneros de guerra, por lo tanto, tenían mucho más que ver con el poder terrenal que no con razones de tipo religioso)
Vamos, pues, a contar una historia con el máximo de buen humor que sepamos.