Y también desearle un feliz año nuevo a Diego,
que por voluntad del Norberto ha quedado vinculado para siempre a este blog.
Resulta muy curioso que él, que conoció la mejor parte del argentino, y yo, que
conocí la peor, hayamos llegado probalmente a la misma conclusión sobre ese
vendedor de humo, dedicado en cuerpo y alma a la ESTAFA espiritual.