VASO VACÍO
A Norberto
Un sabor a vacío: ese es el tuyo,
Cuajado en agua ausente, sin burbujas
Ni ondas. Sólo vacío; sólo sed
Jamás colmada: no hay ni poso en tu alma.
Con mi aliento te acuno; con mi boca
Sorbo toda la nada que rebosa en ti.
Siento que muero cuando te bebo a solas.
Mojas mis labios de muerte y aún con todo, te engullo.
Te vacío en mis fauces: hago, contigo, gárgaras.
Tu no ser lo trasiego a bocanadas. Siento
Tu vaso como un pecho y me amamanto en él.
Perezco, madre, derramándote en mi lengua.
Tu leche, seca y hueca, alimenta a los muertos.
COPA DE MOJITO
A David
Mi lengua se encarama al borde del cristal.
La encorva el peso de la sed, desciende,
Como si alguna mano la estirara,
Rumbo a lo más hondo de ti mismo.
Te alcanzo y bebo: sorbo a sorbo te rastreo
El recuerdo que guardas de mí en tus entrañas.
Tu piel desnuda sabe a hierbabuena.
Hasta mi voz me la empapo de lima.
Soy la pajita por la cual asciende
Tu corazón inundado de ron.
Te lamo cada sorbo; te ordeño
Toda la sangre y me pongo a reír
Como un recién nacido a quien tus manos alzan.