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sábado, 6 de diciembre de 2014

EL ARGENTINO Y FERRAN



EL ARGENTINO Y FERRAN



En su último escrito, el argentino afirma que yo escribí mails a Ferran. Eso, como casi todo lo que dice el argentino, es una verdad a medias, muy a medias.



LO QUE SUCEDIÓ EN REALIDAD



Ferran leyó este blog. Como se identificó mucho con lo que contaba acerca del argentino, se decidió a enviarme un mail para darme ánimos y para despacharse a gusto acerca del argentino. Entonces, yo le envié otro mail para aclararle algunos puntos.

Por lo tanto, yo envié un mail a Ferran, porqué él previamente me había enviado otro. Si no me lo hubiera enviado, yo tampoco se lo hubiera enviado. ¡¡cómo cambian las cosas si se explican de una manera u otra¡¡



EL ARGENTINO NO FUE UNA VÍCTIMA DE FERRAN



El argentino me escribió un mail en que me confesaba que su convivencia con Ferran nabía sido un “experimento cultural”. Imagínense como se quedó el pobre Ferran al enterarse de que el argentino definía su convivencia con él de esa manera tan estrambótica.

No solo eso, sino que el argentino prolongó artificialmente dicha convivencia por problemas laborales, así me lo certificó en otro mail. De tal manera que si no hubieran surgido tales problemas laborales, a causa de la galopante crisis, al cabo de solo un mes de convivir con Ferran, ya hubiera roto dicha convivencia, porque el argentino definió dicha convivencia como una M…



LA FALTA DE GRATITUD DEL ARGENTINO HACIA FERRAN



El argentino fingió lo más imperdonable de fingir: el amor. Y lo hizo por cuestiones económicas. Aunque tal fingimiento puede resultar humanamente comprensible, porque cuando las personas viven al filo de situaciones extremas, (y  la posibilidad de quedarse en la calle sin recursos  es, desde luego, una de ellas), pueden reaccionar de forma desesperada. Pero lo que no es humanamente comprensible es que el argentino hablara con tanta acritud de Ferran, la persona que lo sostuvo en momentos tan difíciles para él. En lugar de profesar una gratitud ilimitada hacia el arquitecto catalán, el argentino, haciendo gala de su total falta de escrúpulos, regaló a Ferran una bella corona de CUERNOS¡¡¡¡¡ ( así me lo contó, sintiéndose orgulloso de ello).



No es de extrañar que en el mail que Ferran me envió, éste definiera al argentino como un : FRAUDE ABSOLUTO.