¿EL ARGENTINO, UN
BRUJO DEL SIGLO XXI?
Los brujos, también denominados
los hechiceros de la tribu, creían en el pensamiento mágico, según el cual cada cosa
poseía una alma que podía ser controlada por dicho hechicero. En opinión del antropólogo Frazer, los brujos fueron
los precursores de los científicos. A través de extraños rituales imponían
su voluntad sobre el alma de las cosas o
de las personas. Sus conocimientos botánicos los usaban en el mismo sentido. Como
no tenían competidores, la tribu creía, con una fe ciega, en sus hechizos y conjuros. A los desvalidos enfermos no les quedaba otra alternativa que la de
someterse a sus aparatosos ritos. Sin embargo, toda su aura de respetabilidad se derrumbó
tan pronto como apareció el método científico, según el cual a cada causa le
sigue un efecto perfectamente detectable a través de los oportunos
experimentos. Las asociaciones de dichos brujos no respondían a leyes
naturales, sino a caprichosas combinaciones psicológicas, razón por la cual no
podían ser verificadas por ningún método mínimamente empírico. La mayor parte
de sus creencias obedecían a la actividad de su desbordante imaginación. Hoy, a
las distintas brujerías que aún
practican semejantes individuos, se las denomina pseudociencias.
¿QUE ES UNA
PSEUDOCIENCIA?
“La pseudociencia
o seudociencia (‘falsa ciencia’) es aquella afirmación, creencia o
práctica que, no obstante a presentarse como científica, no
cumple con un método científico válido, carece
de respaldo de evidencias científicas o plausibilidad, no puede
ser comprobada de forma fiable o carece de estatus científico.A
menudo se caracteriza por el uso de afirmaciones vagas, contradictorias,
exageradas o infalsables, una dependencia excesiva a la confirmación en lugar de pruebas rigurosas de
refutación, poca o nula disposición a evaluaciones externas por otros expertos
y en general una ausencia de procedimientos sistemáticos para el desarrollo
racional de teorías.” (WIKIPEDIA)
ALGUNAS
PSEUDOCIENCIAS APRECIADAS POR EL ARGENTINO
FEING SHUING
Es una forma de geomancia que
supone la existencia de supuestas energías como el chi. Esta puesta en duda,
ya que desde el punto de vista científico una energía propiamente dicha no
puede ser positiva o negativa (no existe ese concepto en la física), por lo que
no podría influir ni alterar el comportamiento humano y su relación con el
medio. Por ello se sostiene entonces que no podría tener valor terapéutico
FLORES DE BACH
Los ensayos no demuestran ningún valor
terapéutico más allá del efecto placebo.89
90
La preparación de los remedios, dejando algunas flores en agua al sol y
diluyendo el filtrado después, no es compatible con ningún mecanismo
físico-químico específico. Los pronentes dicen que se basa en «vibraciones»,
sin que se justifique que son o como se pueden observar. La selección de los
remedios se basa en criterios ajenos a la experiencia, como la teoría de las signaturas,91
una doctrina precientífica propia de la medicina medieval, según la cual la
virtud curativa ha sido marcada sobre las cosas o sobre sus nombres. Por
ejemplo, la planta que Lineo llamó Impatiens porque dispara sus
semillas, es propuesta para curar la impaciencia
EL PSICOANÁLISIS
En su modelo de demarcación de la ciencia, Karl
Popper tomó al psicoanálisis como ejemplo de pseudociencia, en contraste con la
teoría de la relatividad de Albert
Einstein. Popper observó que mientras las condiciones de refutación de las hipótesis de Einstein estaban
determinadas con precisión y Einstein estaba dispuesto a empezar de nuevo si la
evidencia no las sustentaba, las teorías de Sigmund
Freud eran infalsables y le permitían reinterpretar la evidencia
para mantener las hipótesis.
Aunque Popper calificaba al psicoanálisis como
pseudociencia no sugiere que no sea racional o que no sea valioso. Popper mismo
declara que el psicoanálisis: "Constituye una interesante metafísica
psicológica (y no cabe duda de que hay alguna verdad en él, como sucede tan a
menudo en las ideas metafísicas)".105
Adolf
Grünbaum considerado el heredero de Karl Popper en la crítica
epistemológica al psicoanálisis, considera por otro lado que el psicoanálisis
sí es falsable, pero con el resultado de ser una teoría falsa.
Alan Sokal y Jean
Bricmont explican en su controvertido libro Imposturas Intelectuales cómo Jacques
Lacan usa el lenguaje matemático en su teoría del psicoanálisis de forma
incorrecta y totalmente fuera de contexto para aparentar carácter científico.106
Otros autores, sin embargo, explican que el uso por parte de Jacques Lacan de
un lenguaje matemático significó no el intento de demostrar matemáticamente las
afirmaciones del psicoanálisis, sino una representación explícitamente
metafórica de algunas de tales afirmaciones. La respuesta de Sokal es que tal
uso simbólico de conceptos matemáticos, muy probablemente desconocidos por la
gran mayoría de los lectores de Lacan, es de dudosa utilidad. El matemático Arkady Plotnitsky manifestó
que dicho libro contiene aseveraciones matemáticamente erróneas, en particular
cuando se trata con números complejos, lo cual desacreditaría el argumento
expuesto.107
El epistemólogo Mario Bunge
también usa al psicoanálisis como ejemplo en su modelo de demarcación de la
ciencia. Sostiene que el psicoanálisis es una forma de pseudociencia porque
carece de consistencia externa: las diferentes disciplinas científicas interactúan
apoyándose las unas a las otras tanto en sus aspectos teóricos como empíricos.
El grave problema del psicoanálisis, sostiene Bunge, es que se trata de una
disciplina aislada del resto del conocimiento (no interactúa con disciplinas
obviamente pertinentes, tales como la psicología experimental, la neurociencia
cognitiva y las ciencias biológicas). Más aún, el psicoanálisis es incongruente
con los descubrimientos de estas disciplinas.108 109 110
Por otra parte algunos filósofos de la ciencia111 e
investigadores112
sostienen que el psicoanálisis sí puede investigarse científicamente. Aunque
otros filósofos113 y
psicoanalistas114
sostienen que el psicoanálisis no puede investigarse científicamente. En todo
caso hay gran variedad de corrientes psicoanalíticas y sólo cabría plantear la
posibilidad de acusar de pseudocientíficas a aquellas que se consideran a sí
mismas científicas.
Autores como Van Rillaer recopilaron ejemplos
sobre la forma en que Freud y otros psicoanalistas descalifican a sus críticos
empleando argumentos de autoridad y falacias ad hominem.
UFOLOGÍA
La Ufología
es el estudio de los objetos
voladores no identificados (ovnis) y frecuentemente incluye la creencia de
que los ovnis son la evidencia de visitantes extraterrestres.126
Cabe destacar que en sus orígenes la ufología fue impulsada con base científica
por profesionales certificados como el doctor en astronomía
Josef Allen Hynek y el astrofísico
Jacques Fabrice Vallée, quienes intentaron
hacer de la ufología una ciencia seria y reconocida por la comunidad científica
internacional, incluso llegando a llevar tales argumentaciones ante la Asamblea
General de Naciones Unidas. Tras la negativa de la ONU la ufología no fue
acreditada ni apoyada por las naciones predominantes ni por sus universidades y
esto dio lugar a la proliferación de múltiples "investigadores" que
afirmaban ser ufólogos sin tener base científica para sus
"investigaciones" e inclusive sin tener fines científicos en el tema
sino más bien volcando argumentos sobrenaturales, ficticios o incluso
religiosos, supuestamente versados en la ufología pero con fines comerciales y
no científicos.
Es por esa razón que existe una gran cantidad de
personas que se vuelcan por el lado de la pseudociencia al referirse a la
ufología y no investigan ni tratan sus temas de manera científica pese a que
aún persisten algunos pocos ufólogos que proceden de manera científica con este
asunto.
No debe confundirse a la ufología con la búsqueda
de inteligencia extraterrestre de proyectos científicos académicamente
aceptados como el SETI.
Por este motivo se ha sugerido utilizar el término exobiología
para diferenciarlo de la ufología en tanto que la primera es una disciplina que
se dedica a buscar vida extraterrestre (inteligente o no) con técnicas
científicas como la exploración espacial, el análisis de suelos de diferentes
planetas o satélites o la emisión y recepción de señales de radio. Hasta la
fecha la exobiología no ha arrojado datos certeros sobre la existencia de vida
fuera de la Tierra por lo que se la considera aún una mera hipótesis.
IMPOSICIÓN DE MANOS
ORIENTAL
una artimaña mágica milenaria
(inventada en el siglo XX)
que afirma ser capaz de curar numerosas enfermedades gracias a la imposición de
manos. Sólo que en vez de llamarlo “imposición de manos”, que suena demodé,
viejuno y casposo, le ponen un nombre japonés que significa algo así como energía
vital universal1 (energía y oriental, ¿qué sería de los magufos
sin estas palabras?). El sanador afirma que la enfermedad se debe a un
desequilibrio de ese campo de energía y que, aquí viene lo gracioso, el
organismo puede alcanzar la autocuración si un chamán “equilibra” esa energía y
“reorienta” los campos energéticos.
¿Pero cómo se comete semejante
despropósito?1 El curandero primero se concentra en la sanación que
quiere conseguir (la intención es crucial: si no, el tratamiento no funciona).
Después pasa las manos extendidas por encima del enfermo, de la cabeza a los
pies, para notar el flujo de energía (incluso a través de la ropa) en forma de
cambios de temperatura. Por último, el curandero “reorienta” el campo de
energía, quitándola de donde sobra, poniéndola donde falta y mejorando la
armonía con el Universo en general. Todo este tratamiento, sin necesidad de
diagnosticar y ausente de efectos secundarios, porque el curandero sabe dónde y
cómo es más útil. Vamos, el mejor descubrimiento después de la penicilina. Y
por si fuera poco, tras un breve aprendizaje de dos días también puedes
administrártelo a ti mismo o a tu perro: con más tiempo serás capaz de hacerlo
a distancia concentrándote con una foto del paciente.