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lunes, 30 de marzo de 2015

¿EL ARGENTINO, UN BRUJO DEL SIGLO XXI?



¿EL ARGENTINO, UN BRUJO DEL SIGLO XXI?



Los brujos, también denominados los hechiceros de la tribu, creían en el pensamiento mágico, según el cual cada cosa poseía una alma que podía ser controlada por dicho hechicero. En opinión del antropólogo Frazer, los brujos fueron los precursores de los científicos. A través de extraños rituales imponían su  voluntad sobre el alma de las cosas o de las personas. Sus conocimientos botánicos los usaban en el mismo sentido. Como no tenían  competidores, la tribu creía, con una fe ciega,  en sus hechizos y conjuros. A los  desvalidos enfermos no les quedaba otra alternativa que la de someterse a sus aparatosos ritos. Sin embargo, toda su aura de respetabilidad se derrumbó tan pronto como apareció el método científico, según el cual a cada causa le sigue un efecto perfectamente detectable a través de los oportunos experimentos. Las asociaciones de dichos brujos no respondían a leyes naturales, sino a caprichosas combinaciones psicológicas, razón por la cual no podían ser verificadas por ningún método mínimamente empírico. La mayor parte de sus creencias obedecían a la actividad de su desbordante imaginación. Hoy, a las distintas brujerías que  aún practican semejantes individuos, se las denomina pseudociencias.



¿QUE ES UNA PSEUDOCIENCIA?



“La pseudociencia o seudociencia (‘falsa ciencia’) es aquella afirmación, creencia o práctica que, no obstante a presentarse como científica, no cumple con un método científico válido, carece de respaldo de evidencias científicas o plausibilidad, no puede ser comprobada de forma fiable o carece de estatus científico.A menudo se caracteriza por el uso de afirmaciones vagas, contradictorias, exageradas o infalsables, una dependencia excesiva a la confirmación en lugar de pruebas rigurosas de refutación, poca o nula disposición a evaluaciones externas por otros expertos y en general una ausencia de procedimientos sistemáticos para el desarrollo racional de teorías.” (WIKIPEDIA)



ALGUNAS PSEUDOCIENCIAS APRECIADAS POR EL ARGENTINO



FEING SHUING



Es una forma de geomancia que supone la existencia de supuestas energías como el chi. Esta puesta en duda, ya que desde el punto de vista científico una energía propiamente dicha no puede ser positiva o negativa (no existe ese concepto en la física), por lo que no podría influir ni alterar el comportamiento humano y su relación con el medio. Por ello se sostiene entonces que no podría tener valor terapéutico



FLORES DE BACH



 Los ensayos no demuestran ningún valor terapéutico más allá del efecto placebo.89 90 La preparación de los remedios, dejando algunas flores en agua al sol y diluyendo el filtrado después, no es compatible con ningún mecanismo físico-químico específico. Los pronentes dicen que se basa en «vibraciones», sin que se justifique que son o como se pueden observar. La selección de los remedios se basa en criterios ajenos a la experiencia, como la teoría de las signaturas,91 una doctrina precientífica propia de la medicina medieval, según la cual la virtud curativa ha sido marcada sobre las cosas o sobre sus nombres. Por ejemplo, la planta que Lineo llamó Impatiens porque dispara sus semillas, es propuesta para curar la impaciencia



EL PSICOANÁLISIS



En su modelo de demarcación de la ciencia, Karl Popper tomó al psicoanálisis como ejemplo de pseudociencia, en contraste con la teoría de la relatividad de Albert Einstein. Popper observó que mientras las condiciones de refutación de las hipótesis de Einstein estaban determinadas con precisión y Einstein estaba dispuesto a empezar de nuevo si la evidencia no las sustentaba, las teorías de Sigmund Freud eran infalsables y le permitían reinterpretar la evidencia para mantener las hipótesis.

Aunque Popper calificaba al psicoanálisis como pseudociencia no sugiere que no sea racional o que no sea valioso. Popper mismo declara que el psicoanálisis: "Constituye una interesante metafísica psicológica (y no cabe duda de que hay alguna verdad en él, como sucede tan a menudo en las ideas metafísicas)".105

Adolf Grünbaum considerado el heredero de Karl Popper en la crítica epistemológica al psicoanálisis, considera por otro lado que el psicoanálisis sí es falsable, pero con el resultado de ser una teoría falsa.

Alan Sokal y Jean Bricmont explican en su controvertido libro Imposturas Intelectuales cómo Jacques Lacan usa el lenguaje matemático en su teoría del psicoanálisis de forma incorrecta y totalmente fuera de contexto para aparentar carácter científico.106 Otros autores, sin embargo, explican que el uso por parte de Jacques Lacan de un lenguaje matemático significó no el intento de demostrar matemáticamente las afirmaciones del psicoanálisis, sino una representación explícitamente metafórica de algunas de tales afirmaciones. La respuesta de Sokal es que tal uso simbólico de conceptos matemáticos, muy probablemente desconocidos por la gran mayoría de los lectores de Lacan, es de dudosa utilidad. El matemático Arkady Plotnitsky manifestó que dicho libro contiene aseveraciones matemáticamente erróneas, en particular cuando se trata con números complejos, lo cual desacreditaría el argumento expuesto.107

El epistemólogo Mario Bunge también usa al psicoanálisis como ejemplo en su modelo de demarcación de la ciencia. Sostiene que el psicoanálisis es una forma de pseudociencia porque carece de consistencia externa: las diferentes disciplinas científicas interactúan apoyándose las unas a las otras tanto en sus aspectos teóricos como empíricos. El grave problema del psicoanálisis, sostiene Bunge, es que se trata de una disciplina aislada del resto del conocimiento (no interactúa con disciplinas obviamente pertinentes, tales como la psicología experimental, la neurociencia cognitiva y las ciencias biológicas). Más aún, el psicoanálisis es incongruente con los descubrimientos de estas disciplinas.108 109 110

Por otra parte algunos filósofos de la ciencia111 e investigadores112 sostienen que el psicoanálisis sí puede investigarse científicamente. Aunque otros filósofos113 y psicoanalistas114 sostienen que el psicoanálisis no puede investigarse científicamente. En todo caso hay gran variedad de corrientes psicoanalíticas y sólo cabría plantear la posibilidad de acusar de pseudocientíficas a aquellas que se consideran a sí mismas científicas.

Autores como Van Rillaer recopilaron ejemplos sobre la forma en que Freud y otros psicoanalistas descalifican a sus críticos empleando argumentos de autoridad y falacias ad hominem.


UFOLOGÍA



La Ufología es el estudio de los objetos voladores no identificados (ovnis) y frecuentemente incluye la creencia de que los ovnis son la evidencia de visitantes extraterrestres.126 Cabe destacar que en sus orígenes la ufología fue impulsada con base científica por profesionales certificados como el doctor en astronomía Josef Allen Hynek y el astrofísico Jacques Fabrice Vallée, quienes intentaron hacer de la ufología una ciencia seria y reconocida por la comunidad científica internacional, incluso llegando a llevar tales argumentaciones ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Tras la negativa de la ONU la ufología no fue acreditada ni apoyada por las naciones predominantes ni por sus universidades y esto dio lugar a la proliferación de múltiples "investigadores" que afirmaban ser ufólogos sin tener base científica para sus "investigaciones" e inclusive sin tener fines científicos en el tema sino más bien volcando argumentos sobrenaturales, ficticios o incluso religiosos, supuestamente versados en la ufología pero con fines comerciales y no científicos.

Es por esa razón que existe una gran cantidad de personas que se vuelcan por el lado de la pseudociencia al referirse a la ufología y no investigan ni tratan sus temas de manera científica pese a que aún persisten algunos pocos ufólogos que proceden de manera científica con este asunto.

No debe confundirse a la ufología con la búsqueda de inteligencia extraterrestre de proyectos científicos académicamente aceptados como el SETI. Por este motivo se ha sugerido utilizar el término exobiología para diferenciarlo de la ufología en tanto que la primera es una disciplina que se dedica a buscar vida extraterrestre (inteligente o no) con técnicas científicas como la exploración espacial, el análisis de suelos de diferentes planetas o satélites o la emisión y recepción de señales de radio. Hasta la fecha la exobiología no ha arrojado datos certeros sobre la existencia de vida fuera de la Tierra por lo que se la considera aún una mera hipótesis.





IMPOSICIÓN DE MANOS ORIENTAL



una artimaña mágica milenaria (inventada en el siglo  XX) que afirma ser capaz de curar numerosas enfermedades gracias a la imposición de manos. Sólo que en vez de llamarlo “imposición de manos”, que suena demodé, viejuno y casposo, le ponen un nombre japonés que significa algo así como energía vital universal1 (energía y oriental, ¿qué sería de los magufos sin estas palabras?). El sanador afirma que la enfermedad se debe a un desequilibrio de ese campo de energía y que, aquí viene lo gracioso, el organismo puede alcanzar la autocuración si un chamán “equilibra” esa energía y “reorienta” los campos energéticos.  

¿Pero cómo se comete semejante despropósito?1 El curandero primero se concentra en la sanación que quiere conseguir (la intención es crucial: si no, el tratamiento no funciona). Después pasa las manos extendidas por encima del enfermo, de la cabeza a los pies, para notar el flujo de energía (incluso a través de la ropa) en forma de cambios de temperatura. Por último, el curandero “reorienta” el campo de energía, quitándola de donde sobra, poniéndola donde falta y mejorando la armonía con el Universo en general. Todo este tratamiento, sin necesidad de diagnosticar y ausente de efectos secundarios, porque el curandero sabe dónde y cómo es más útil. Vamos, el mejor descubrimiento después de la penicilina. Y por si fuera poco, tras un breve aprendizaje de dos días también puedes administrártelo a ti mismo o a tu perro: con más tiempo serás capaz de hacerlo a distancia concentrándote con una foto del paciente.