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lunes, 30 de marzo de 2015

NORBERTO, UN ECLIPSE DE SOL Y LOS DELIRIOS MÍSTICOS



NORBERTO, EL ECLIPSE DE SOL Y LOS DELIRIOS MÍSTICOS



Hace una semana tuvo lugar un eclipse parcial de sol. Un  fenómeno astronómico sin mayor trascendencia que la de ocurrir muy de vez en cuando. En la antigüedad, sin embargo,  los sacerdotes de las distintas religiones consideraban a los eclipses  como portadores de  calamidades o de venturas, según el humor con que se levantaran por la mañana.



Entre los pueblos primitivos, los que se tomaban más a pecho los eclipses eran, sin lugar a dudas, los aztecas, quienes no dudaban en sacrificar a sus compatriotas para aplacar la ira del sol, así nos lo relata el fraile español Bernardino de Sahagún:



"Cuando el Sol comenzaba a desaparecer los débiles y los cautivos eran sacrificados para ofrecer su sangre, y en todos los templos había cantos y gritos de guerra. Se temía que el Sol muriera y el mundo quedara en tinieblas para siempre. Los demonios de la oscuridad vendrían y se comerían a los hombres. Cuando la Luna era eclipsada con su cara oscura y cenicienta la mujeres temían que sus hijos por nacer se convirtieran en ratones".



Dios mío, cuántos hombres fueron sacrificados por culpa de semejante creencia tan estrafalaria. Hoy sabemos perfectamente que los aztecas estaban completamente equivocados, pues tras un eclipse de sol no ocurren más desgracias que las acaecidas con anterioridad, luego no hay ninguna relación entre una cosa y la otra. Es evidente que el sol no necesita nuestra sangre para seguir existiendo, necesita, en cambio, el hidrogeno que se halla en el interior del astro; cuando este elemento se agote, entonces sí que el sol se extinguirá, convirtiéndose en una enana roja.



El ejemplo de los aztecas nos enseña bien a las claras lo funesta y dañina que puede llegar a ser la religión cuando ésta quiere ir más allá de sus propios límites, desembocando en una sarta de engaños que siempre acaban perjudicando a los más desfavorecidos de la sociedad.



El eclipse rápidamente me hizo pensar en Norberto y en sus marcianos de luz, que según algunos iluminados viven en una lejana constelación, desde donde se preocupan por nuestro bienestar. Vaya GANSADA MÁS INFUMABLE¡¡ Igual de ridícula o más que el sol devorador de sangre humana de los aztecas. Sin embargo, Norberto cree firmemente en esos engendros e, incluso, realiza videos para que los humanos se puedan comunicar con ellos. Dios mío, qué forma más lamentable de hacer el memo¡¡¡ Ya puede Norberto invocar a esos marcianos, que si un banco le ha decretado un deshaucio, esos marcianos no lograran paralizar nada. Lo mismo en el caso que un médico hubiera diagnosticado un càncer. Ni esos marcianos ni sus falsas energías espirituales existen ni existiran nunca, son fruto de una imaginación calenturienta, en fin, son delirios místicos, igual de nocivos que los delirios antes comentados de los aztecas. Se formulan desde la ignorancia más absoluta, sin tener en cuenta las más elementales evidencias. La soledad, la desesperación, el miedo, la inseguridad o la frustración son causas suficientes para que muchos humanos se embarquen a creer semejantes supercherías.



Pero yo, que soy muy ingenuo,  me pregunto, si los sacerdotes aztecas amaban tanto a los dioses, por qué no se sacrificaban ellos, en lugar de sacrificar a pobres desgraciados, máxime cuando segun sus propios dogmas los sacrificados ascendían directamente al paraíso? Piensa mal y acertarás.

Dios mío, cuántas atrocidades han perpetrado las religiones de todas las épocas en nombre de la Ignorancia y de los delirios místicos.



Los misioneros españoles se rasgaron las vestiduras ante los sacrificios de los indios, y en cambio asistían muy complacidos a los autos de fe, donde, sin la menor compasión cristiana,  se quemaban vivos a los pecadores en nombre de Dios. Vaya cinismo el suyo, porque resulta bien claro que pasar a fuego a algun desdichado  demuestra más humanidad que clavar    una puñalada en el corazón de algun otro desdichado para arrancárselo de cuajo. En fin, cosas de los místicos: qué le vamos a hacer.



¿ Sería Norberto capaz de sacrificar a un ser humano si sus marcianos le indujeran a ello? El argentino afirmaría que de ninguna manera, pero en cambio no tiene el menor reparo a montar videos para que los humanos puedan contactar con esos inexistentes marcianos.  Como dice el sabio: quien no tiene, perder no puede.



Otro tanto se puede decir de su disparatada manía de imponer las manos sobre los enfermos, práctica descabellada que incluso admiten algunos hospitales dirigidos por esnobs de pacotilla. Es obvio que si acaricias a alguien enfermo, mientras le hablas dulcemente,  eso va a tener un efecto benefactor sobre el paciente. Pero pretender que semejantes masajes a distancia actúan sobre los virus o sobre los órganos vitales es pasarse cien pueblos.



DELIRIOS ORIENTALES



Sus delirios orientales tampoco le ayudan mucho; quizás las siguientes palabras del gran filósofo católico Jacques Maritain puedan iluminarlo un poco, aunque lo dudo:



“El hinduismo entiende que la contemplación es un inicio hacia la beatitud en esta vida, pero del mismo modo que se equivoca sobre la naturaleza de esa beatitud, también se equivoca sobre la naturaleza de dicha contemplación. La contemplación que dice enseñar tan solo es, de hecho, una contemplación metafísica, o, mejor dicho, una especie de visión supraracional, a la cual espera llegar solamente gracias a los poderes naturales  de su intelecto. A diferencia de la contemplación cristiana, es el solo resultado de las facultades del intelecto, no de la caridad sobrenatural ni de la sabiduría infusa que la acompaña. Su fin es la unión con Dios, no por el AMOR, sino por el conocimiento. .. Como pretende alcanzar , por medios exclusivamente humanos,   las cumbres que solo se pueden lograr por medio de la Gracia, desemboca en un pseudomisticismo de caràcter puramente intelectual, en el que el hombre sabio, deseando no solo unirse a Dios, sino fundirse con Él, se intoxica, no de Dios, sino de su propia autoaniquilación. El naturalismo, pues, es el vicio capital del hinduismo.”



“ El budismo es una filosofía, atea y agnóstica, que, sin embargo, usurpa las funciones sociales y y rituales de una religión”



“El budismo es, en consecuencia, una prueba de que la amabilidad y la piedad, cuando no están reguladas por la razón ni dictadas por el amor, pueden desfigurar la naturaleza humana tanto como lo pueda hacer la violencia, ya que ellas son entonces la manifestacion de la cobardía, no de la CARIDAD”.



Es de lo más lógico, pues, que en una sociedad tan atea como la nuestra el budismo sea visto con tanta indulgencia y respeto, ya que, como afirma el propio Maritain, todo ateo es, en el fondo,  un budista latente.