STATCOUNTER


miércoles, 18 de enero de 2012

LA PARADOJA DEL ARGENTINO

Hoy, cuando siento mi convivencia con él como una “estafa amoral”, me doy perfectamente cuenta de que el argentino, al menos en lo más profundo de su corazón, no tenía ninguna intención de estafar ni de herir ni tampoco de despreciar. Sobre todo huía de la soledad, y en su desesperada huída, buscaba una alma gemela en la cual sentirse acogido. Necesitaba, a toda costa, la compañía de alguien afín a él. (Lo de la soledad me quedó clarísimo cuando intentó presentarme a un tal JOAN SEBASTIÀ como “muy amigo suyo”, nunca olvidaré la cara que puso ese señor, (cuyo oficio es, por decirlo de alguna forma,  conocer a gente nueva cada día), al preguntarle  si conocía al argentino, pero eso, y las falsas expectativas que me creé por culpa de ese señor que ejercía de "relaciones públicas", lo dejaremos quizás para otra ocasión).
Lo más profundo de su alma no buscaba, en verdad, ni una casa, ni una cama, ni un trozo de pan o un vaso de agua, buscaba, en el fondo, un alma afín.
Hay que convenir que la búsqueda de una alma afín no es sólo algo muy respetable, sino también muy recomendable.  Pero el argentino la cagó bien cagada, por decirlo vulgarmente, cuando me "puso a caldo" por no ser afín a él, es decir, por no hacer lo que a él le hubiera gustado que hiciera. 
¿Pero si buscaba eso, por qué no lo dijo claramente? ( No puedo creerme que alguien tenga tanto morro como para aprovecharse, premeditadamente, de otro a cambio de NADA.) ¿Por qué dijo que buscaba caridad, cuando no era exactamente eso lo que buscaba? En verdad lo dijo veladamente, como demuestran alguno de sus mails. Pero si no lo dijo abiertamente, es por la sencilla razón de que esas cosas no se dicen, sino que uno espera a que surjan sin necesidad de forzarlas.
Es verdad que le abrí las puertas de mi casa, porque ese era el pacto. Pero más verdad es que NUNCA le abrí las puertas de mi alma.
No se las abrí porque NUNCA presentí en él un SER ESPIRITUAL (en nuestra sociedad materialista está muy bien visto no ser espiritual, no sólo está muy bien visto, sino que se considera lo único coherente, sin lugar a dudas, eso es lo más fácil, lo que te hace ser aceptado por muchos, lo que te impone el ambiente y te abre las puertas de muchos cenáculos, pero a quien así obra, ¿se le puede llamar libre? Creo que el argentino no es ESPIRITUAL porque no es LIBRE (lo amoral está reñido, por definición, con el libre albedrío. Como muy bien afirmó FRANKL: ser hombre equivale a ser consciente y RESPONSABLE)
Nunca despertó en mi ALMA un deseo puro de AMOR.

P.D: El problema no es ser espiritual o materialista, sino ser o no ser honesto, y es evidente  que quien siendo materialista, se proclama espiritual, está siendo con él mismo, y con los demás, muy deshonesto y muy falso. 
Y, SOBRE TODO, NO ES CUESTIÓN DE SER BUEN O MAL CHICO, DE BONDAD O MALDAD, SINO DE SER TORPE O NO, AL MENOS EN EL CASO DEL  ARGENTINO, Y YA SE QUE ÉL NO LO QUIERE ADMITIR, ES UNA CUESTIÓN DE TORPEZA o de no torpeza.


The question is not being spiritual or materialistic, but being or not being honest, and obviously who, being a materialistic person, proclaims to be spiritual is being, with himself, and others, very dishonest and very insincere.

AND, ABOVE ALL, it is NOT A MATTER OF BEING GOOD OR BAD BOY, either of goodness or badness, but of being CLUMSY OR NOT, AT LEAST IN THE CASE OF my ARGENTINEAN, AND I know HE will never agree with me, IT IS A MATTER OF clumsiness or not clumsiness.